Cambios en la tarea de los directorios

    En estos tiempos, los miembros de los directorios en Estados Unidos y en Europa, soportan la intensa presión de una nueva categoría de inversionistas: los activistas. Pero además, la regulación por parte de las instituciones estatales crece y se hace cada vez más compleja; todos los negocios cambian a velocidad vertiginosa de la mano de la irrupción de tecnología transformadora y de las nuevas demandas de la sociedad.
    Ello obliga a redefinir el rol de los organismos de gobierno de las empresas, las especialidades que deben exhibir sus integrantes, y muy especialmente el tiempo a dedicar a la tarea –mucho mayor que antaño–.
    Algunas de estas nuevas circunstancias se perciben en nuestro medio, pero todavía de modo incipiente. Los cuerpos colegiados que gobiernan las empresas en la Argentina, conservan todavía muchos rasgos de las décadas pasadas.
    Para indagar a fondo en esta cuestión, surgió la idea de esta investigación que se plasma en el tema de portada de esta edición de Mercado. Producto de la conjunción de esfuerzos de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School, y de Mercado, secundados técnicamente por OH¡ Panel, empresa de investigación de opinión pública, surgen datos reveladores sobre el estado de la cuestión.
    Obviamente, no es la primera vez que se hace un estudio de este tipo – por cierto, hay uno valioso hecho por IDEA hace dos años– pero éste tiene un atractivo especial: la circunstancia. Se hizo justo a las puertas del fin de una época política muy especial y es –por lo tanto– una cabal fotografía del pensamiento predominante hoy y el estado de la cuestión en la materia.
    El lector puede sacar una de dos conclusiones, que aunque parezcan contradictorias, se dan simultáneamente. Una es que no se percibe en la empresa un genuino interés por el buen funcionamiento del directorio, órgano de gobierno al que parece que se toma poco en serio. La otra, es que el gobierno corporativo en las empresas argentinas está en plena construcción. Hay mucho que ordenar y mucho para contribuir a la mejora en el gobierno de la empresa en Argentina.
    Por eso resulta especialmente útil revisar la experiencia en la materia en otras latitudes donde el avance en gobernanza es mucho más claro y evidente. Una de las conclusiones es que aumenta el tiempo que el director debe asignar a su tarea. Junto con ella, cambia la naturaleza del compromiso entre los directores y el elenco ejecutivo de la empresa. En cuanto al discutido rol del directorio en la estrategia, se abre camino la idea de que no sólo basta revisarla y agregarle valor. Por el contrario, la recomendación es participar desde su génesis, desde la misma formulación inicial o revisada.
    Una nueva exigencia para el directorio es que no sólo debe actuar para seleccionar talento en los cargos ejecutivos. Debe cultivarlo e incentivarlo internamente.
    Por último, es cada vez más frecuente que algunos directores se involucren directamente en áreas operativas específicas, como por ejemplo ciber seguridad, nuevas tecnologías, sustentabilidad, y también riesgos. Estas son algunas de las conclusiones de un muy reciente informe producido por el McKinsey Global Institute, y que bien sirve de agenda futura para los directorios locales.
    Este estudio, donde fueron consultados 770 directores de empresas que cotizan en Bolsas y de las que no lo hacen, de todas las actividades económicas en todo el mundo, señala que en muchos casos se ha acelerado la reacción de los directorios para salir de la situación en que la crisis de 2.008 dejó a muchas empresas.
    La conclusión es que un directorio de alta performance es aquel que cada vez presta mayor atención a la estrategia; a los temas de compliance; a las adquisiciones y fusiones; y gestión del talento.

    En diciembre: “El nuevo Olimpo”

    Las empresa percibidas como las más reconocidas. Después de 22 años de medir exclusivamente la calidad percibida de las marcas en el mundo del business to business, hemos procedido a una reinvención total del producto. La investigación identifica a las empresas más reconocidas y populares que operan en Argentina, con una concepción más integral que apunta a definir –para cada caso– cuatro atributos esenciales que permiten calificar integralmente a una empresa. El punto de partida es un parámetro objetivo: las empresas seleccionadas para ser calificadas surgen del “Ranking de las 1.000 empresas que más venden”. Ellas son elegidas de acuerdo a sus resultados en ventas y en utilidades.
    Es una nueva concepción que permite una definición más integral de las empresas según son percibidas por ejecutivos y empresarios de la Argentina. Serán calificadas en cuatro aspectos:
    1. Management & Atracción de talento
    2. Resultados económicos / financieros
    3. Calidad e innovación de productos y servicios
    4. Estrategia de RSE y Sustentabilidad