Argentina atrasa en su cultura emprendedora

    Por Rubén Chorny

    Las sociedades más avanzadas y dinámicas se diferencian, entre otros factores, por su alta capacidad sistémica para innovar, incorporar nuevas tecnologías y sofisticar sus sistemas productivos. Un factor indispensable en este proceso son los empresarios innovadores que crean y desarrollan nuevas empresas con alto potencial de crecimiento, sostiene el Instituto de Desarrollo Económico y Social Argentino en su informe Número 621.
    Un interesante instrumento de evaluación de las competencias emprendedoras e innovadoras es el “Ãndice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd)” que desarrolla el Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem) de la Universidad Nacional de General Sarmiento de Argentina, según analiza el reporte que orienta el economista jefe de Idesa, Jorge Colina.
    Para elaborar este indicador se ponderan más de 40 variables organizadas en 10 dimensiones que procuran medir objetivamente las condiciones para innovar e incorporar tecnología.
    En el tope del ranking para el año 2015, superando los 60 puntos de los 100 posibles, aparecen Singapur, EE.UU, Finlandia y Suecia. Muy lejos de las posiciones de liderazgo a nivel mundial se ubican los países latinoamericanos. En orden decreciente, según el ICSEd, se observa que:

    • Chile obtiene 39 puntos lo que le permite ubicarse en la posición 29° sobre 56 países a nivel mundial y ocupar el 1° lugar en la región de Latinoamérica.
    • Costa Rica y Brasil con 36 y 35 puntos ocupan los puestos 2° y 3° en la región.
    • Argentina con 33 puntos ocupa el 4° lugar en Latinoamérica.

    Estos datos testimonian las condiciones poco propicias que prevalecen en la Argentina para emprender e innovar. Particularmente relevante es el rezago en el concierto latinoamericano por ser una de las regiones de mayor atraso en materia de innovación.

    Faltan estrategias estimulantes

    Se trata, además, de una debilidad que se acentuó en los últimos tiempos ya que desde el año 2012 la Argentina retrocedió del 2° al 4° lugar regional.
    Sorprende esta posición si se tienen en cuenta que es un tema que ocupa un lugar destacado en la agenda de políticas. Prueba de ello es la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la multiplicación de programas de subsidios a la innovación y la disposición que obliga a los bancos y fondos comunes de inversión a asignar 5% de sus fondos prestables a financiamiento de la producción.
    Es evidente que el clima en favor de la innovación y los emprendimientos no depende tanto de multiplicar el gasto público, los anuncios y las imposiciones, como de estrategias que generen ambientes estimulantes para invertir, investigar, generar conocimiento e innovar.
    Lo que explica el rezago de la Argentina son los obstáculos para abrir y cerrar una empresa, para comerciar con el exterior, la inseguridad contractual, la presión impositiva y la baja pertinencia de las políticas de apoyo empresarial. A esto se agrega un entorno caracterizado por la alta inflación, sistemáticas violaciones a la propiedad privada y la destrucción del mercado de capitales.
    El estudio también destaca como desventaja el rezago en lo que se denomina cultura emprendedora, es decir, el estatus social que recibe el emprendedor en la sociedad. Llama la atención que no solo en Chile, Costa Rica y Brasil los emprendedores reciben mayor estima que en la Argentina, sino también en países como Colombia o Perú.
    La sociedad argentina dejó de reconocer la relevancia estratégica que tienen los innovadores como factor de progreso y bienestar.
    Entre los legados más complicados que recibirá el próximo Presidente está revertir la débil cultura por la creatividad y la innovación.
    La Argentina supo distinguirse por ser un país de inmigrantes pujantes, emprendedores, pioneros e innovadores. Pero esto ha ido mutando a reglas que estimulan conductas prebendarias, que operan de manera trasversal en toda la sociedad.
    Desde grandes empresas que perciben que su rentabilidad depende más de sus contactos con el Estado que con su capacidad innovadora, hasta jóvenes que asumen como máxima aspiración ingresar a un puesto en el sector público amparado por la estabilidad.
    Lo que no obsta para que haya casos sobresalientes de emprendedores algunos se mencionan a continuación–. Pero no son la norma. Son la excepción.

    Lineamientos a seguir

    Para emprender con poco capital

    ¿Muchas ideas pero poco dinero? La falta de capital no tiene que ser el problema definitivo. Se puede emprender con pocos recursos y tener éxito. Si bien no se puede prometer que se va a emprender sin estrés, sin trasnoches o sin desafíos, sí es posible pensar en emprendimientos que necesiten poco o nada de aporte inicial.

    Por Matías Castro 

    Si se tiene espíritu emprendedor lo importante es ejercitar esa pasión, aunque no dispongamos de grandes sumas para invertir ni de inversores ángeles que nos den cualquier cosa que necesitemos. Por eso, podemos recomendar:
    Emprender en lo que conocemos. Antes que intentar conquistar territorio nunca antes explorado, mejor construir un emprendimiento alrededor de los conocimientos que ya tenemos y las habilidades que ya manejamos. Mientras menos tengamos que recaer en fuentes de asesoramiento externo y menos sorpresas nos dé el rubro mejor para la salud del negocio. Por ejemplo si tenemos conocimientos sobre el funcionamiento de Internet y redes sociales, podemos ofrecer nuestros servicios a la hora de hacer que un pequeño o mediano negocio construya su imagen en la red, así como ayudarle a captar potenciales clientes lanzando su publicidad en redes sociales como Facebook.
    La mayoría de las empresas hoy día tienen un sitio web aunque las pequeñas y medianas empresas aún cuentan con un bajo porcentaje de presencia. Quizás más importante que el saber hacerlo, estaríamos hablando del tiempo que una persona de una pequeña empresa dedicaría a la construcción de su propio blog corporativo y quizás pudiéramos llegar a un acuerdo para la posterior gestión y mantenimiento de contenidos.
    Aprovechar la publicidad gratis. Hoy por hoy, hay muchísimas formas de generar ruido sobre nuestro emprendimiento con un muy bajo costo y sin recurrir a financiamiento. Por ejemplo las redes sociales. Sea cual fuere, la gran mayoría son una poderosa herramienta para comunicar, generar posicionamiento, incluso inventar un branding propio. También es una herramienta que da mucha facilidad a los potenciales inversores, medios de comunicación o interesados en nuestro emprendimiento para poder contactarse.
    Sudar mucho (y no renunciar al empleo fijo). Este consejo vale por partida doble. Por un lado, porque los emprendimientos necesitan mucha atención y trabajo duro por lo que hay que dedicarle mucho más esfuerzo que a un trabajo común y corriente. Hay que estar listos a no recibir dinero por los primeros meses, seguramente, y a luchar contra la adversidad. Por eso, y porque no queremos emprender con demasiado capital, se recomienda no dejar nuestro trabajo regular actual. Primero, porque es una fuente de ingresos directa que puede ir a nuestro emprendimiento y segundo porque es la fuente de dinero que nos va a  mantener vivos hasta que el emprendimiento de bajo costo empiece a dar sus frutos.
    No gastar de más. Muchos emprendedores pueden verse tentados a gastar de más. Gastar va a ser más que necesario y suficiente pero algunos pueden verse tentados a comprar productos o servicios igualmente funcionales que otros, pero mucho más caros. Por ejemplo las tarjetas de presentación no tienen porque ser las más ostentosas. Con que cumplan su función es más que suficiente. Lo mismo vale para las herramientas de trabajo como computadoras o celulares. No gastar de más quiere decir no condenar a la esclavitud a la tarjeta de crédito sino comprar de a poco usando, por ejemplo, las ganancias de emprendimiento.

    Algunas alternativas

    ¿Y en qué se puede emprender con poco dinero?
    Hay muchos ejemplos de cómo emprender con poco capital. Ya hablamos de que los que saben de tecnología pueden dedicarse a manejar las redes sociales y los blogs de Pyme. La figura del asistente personal o asistente virtual tiene presencia en el país. Si tiene habilidades comunicativas, habilidades con programas básicos como Office, puede captar a varias empresas para gestionarles las llamadas o acumulación de tareas. Si la decisión es hacerlo de un modo más profesional y dedicarse a la asistencia virtual puede ayudar a las empresas y autónomos a darles una imagen más profesional.
    Si tenemos conocimientos en entrenamientos e incluso en nutrición deportiva, este mercado está comenzando a emerger en varios lugares, donde incluso muchos gimnasios están subcontratando los servicios de entrenadores personales ajenos a las instalaciones. Aunque hoy día un entrenador personal también puede ganar dinero con su propio blog o subiendo sus vídeos a YouTube con su serie de entrenamientos y asesoramiento. Si la especialidad es la edición de vídeos, se puede ofrecer los servicios profesionales a un conjunto muy amplio de clientes. Desde empresas que están haciendo vídeos promocionales hasta matrimonios que buscan alguien que les edite su video de boda en forma de película con títulos y explicaciones. En cambio si la especialidad es la cocina ya tiene la motivación esencial para vender esta idea a personas que no tengan tiempo de preparar una comida sana y estén cansados de alimentarse de comida rápida y enlatada.

    Instrucciones paso a paso

    MasterChef a domicilio

    BuenChef es el emprendimiento de Hernán Mannzitti. Pretende ayudar a los cocineros más amateurs a lograr un plato logrado en su propia cocina. Una iniciativa capaz de importar un modelo de negocios novedoso en el país.

    Por Matías Castro 

    La comida es uno de los grandes placeres de la vida. Por supuesto que disfrutar la comida no siempre implica cocinarla uno mismo. Y aunque algunos podrían argumentar que se está poniendo de moda la comida casera –con programas como Master Chef devorando mucha franja del horario primetime- lo cierto es que no todos tienen el know-how para manejarse en la cocina. 
    La gente de BuenChef piensa que esto no es cierto; que cualquiera, con los ingredientes y el tutorial a mano, puede cocinar una buena comida casera y gourmet.  Hernán Mannzitti, un ingeniero industrial de 31 años, es la cabeza más importante detrás del emprendimiento: solucionar las comidas semanales proveyendo cada siete días los ingredientes y el paso a paso para poder hacerlas.
    El modelo, Mannzitti lo trajo de Holanda, en donde es furor y lo puso a andar en enero de este año. “Queremos que dejen en nuestras manos la comida de las parejas, de las familias”, dice. ¿Cómo funciona?  Todas las semanas se ofrecen cinco recetas diseñadas por un chef de BuenChef que se pueden cocinar en poco más de media hora. Incluye carnes, pollos y el obligado vegetariano. Envío, sin cargo, hasta el domicilio del comprador y dependiendo de dónde vive se puede elegir qué día recibirlo. A la casa llegan los ingredientes con la receta y todo listos para cocinar. También hay un sistema de subscripción, que incluye descuento, para recibir el pedido todas las semanas.

    ¿No es mejor un delivery? 

    La pregunta del millón es quién preferiría cocinar antes de pedir un delivery, Según Mannzitti la idea del emprendimiento es que está apuntado a gente que ya cocina pero “sin excluir ningún público. No tiene que ser gente que necesariamente sea cocinero. Quizás es gente que no tiene tiempo de ir al supermercado todos los días ni a hacer la compra semanal o capaz quiere evitar que le sobren muchos desperdicios de esas compras”. La idea que tiene BuenChef es que “puedas disfrutar de la comida casera los días que vos cocinas en casa”.
    Este emprendimiento actualmente vende 10.000 platos al mes a un valor promedio de $70. Para lo que resta del año y el año próximo, BuenChef quiere elevar su número de platos a 100.000 al mes. Mannzitti cree que el modelo de negocios y el servicio que proveen es prometedor en la región. Según estiman, en EE.UU el modelo tardó tres años en establecerse y esperan lo mismo para América latina. Por ahora,  la idea ya está exportada al DF, en México. 

    Nucha

    Del garaje a la cocina

    Al igual que las startups que comenzaron a cranearse en el garaje de una casa, las tortas de Nucha hicieron un largo recorrido para ser una marca reconocida por paladares porteños.

    Por Mauro Maciel 

    La escuela de negocios de la señora Regina Vaena fue la cocina de su casa. De allí empezaron a salir del horno de uso doméstico las primeras tortas que vendía entre los vecinos del barrio, gracias al boca a boca, un recurso tan viejo como efectivo, y respaldado por el producto.
    En rigor, las tortas de la señora Regina pronto conocieron la fama como las tortas de Nucha. Durante 15 años y en la cocina hogareña, Nucha tomó nota de los encargos y entregó los pedidos, que por lo general tenían como ocasión las fechas de cumpleaños. Hasta que llegó el día en que Nucha y su hijo Javier creyeron que era hora de materializar el negocio, que en aquel entonces significaba abrir un local a la calle.
    La decisión fue tomada a fines de los años 80, y madre e hijo, tal vez sin saberlo, convirtieron al garaje de la casa de Belgrano en la primera sucursal de Nucha. Y el inicio no fue nada fácil, debido al contexto económico. “Justo nos agarró la hiperinflación del gobierno Alfonsín. Así arrancamos”, dice Javier Ickowicz, hoy responsable comercial del negocio familiar. “El primer aprendizaje fue ir de a poquito. Después fue entender cómo administrar los volúmenes de pedidos, de ser sólo 2 personas a la incorporación de los primeros ayudantes. Fue una transición interesante”.
    Aquel primer local, aunque sencillo, fue una apuesta de negocio audaz, que debió incorporar una cocina industrial a la altura de una demanda nueva y desconocida. Poco a poco, los fundadores comenzaron a advertir la presencia de clientes que llegaban por recomendación desde lugares remotos en busca de las tortas de Nucha. Más tarde se incorporó al local la cafetería y el público seguía dando respuesta. “Ahí dijimos, acá puede haber un gran negocio”, cuenta Javier.
    Una tras otra se fueron sumando las nuevas sucursales, entre los barrios de Belgrano, Palermo, Recoleta y los centros comerciales de Nordelta y Galerías Pacífico, donde hoy se venden cada mes alrededor de 5000 tortas, elaboradas en la cocina-laboratorio ubicada en La Paternal.
    En la actualidad, los clientes no sólo acuden en ocasiones de festejos cumpleañeros, sino por cualquier motivo de festejo y de reunión familiar: día de la madre, del padre, fiestas de la colectividad judía, fin de año.
    A 25 años de la apertura del primer local, Javier dice que en el recorrido “fue necesario incorporar personal capacitado y management, pero básicamente estandarizar procesos. Había que empezar a entender que era necesario profesionalizarnos”.
    Hoy Nucha continúa siendo una empresa familiar que, con un plantel de 200 empleados, va en camino a transformarse en una empresa profesional. Y la señora Regina, un caso de éxito en los negocios.