Por Rubén Chorny
En la década de Alfonsín, en la de Menem o en la de los Kirchner, a través de los tiempos YPF en todas sus metamorfosis, el complejo siderúrgico de la familia Rocca junto con las sucedáneas de ENTel han tenido asistencia perfecta en la vanguardia empresaria nacional.
Y aun si se retrocede hacia cuando los Gobiernos de facto alternaban con transiciones democráticas, la “foto” estructural de la economía los seguía captando en el primer plano, siempre sobre el fondo del Estado nacional como excluyente protagonista ayer, hoy y… ¿mañana?
La “dékada ganada”, como el kirchnerismo suele calificar al período que les tocó gobernar a Néstor y Cristina Kirchner, dibuja su identikit en el tránsito de un modelo agrícola y financiero heredado de la que llaman “década perdida menemista” hacia uno productivo con inclusión social sustentado en el crecimiento de la industria manufacturera.
Que la industria a nivel general se multiplicó por dos lo corrobora el Estimador Mensual Industrial de los 10 años al que apela Ricardo Proganó, de la consultora SMS, aunque aclara que “traía un rebote de 30% como consecuencia de venir de arranque de la caída precedente. Así, el comportamiento desde 2003 se dividió en dos tramos: más de 60% hasta 2007 y 23% desde ese año a 2012, en este último se refleja la crisis internacional y la inversión ha estado muy acotada”.
Repasa el comportamiento del indicador formado por 12 bloques para concluir que “algunos crecieron como el nivel general, por ejemplo, el textil. Otros anduvieron por encima, o por debajo, y el peor de todos fue el tabaco. Pero la nota negativa la dio la refinación del petróleo, que prácticamente no movió el amperímetro en 10 años”.
Se queda pensando en voz alta: “Llama la atención que algunos sectores no hayan crecido nada o muy poco, cuando la Argentina sí lo hizo en el ínterin. Evidentemente deben haber tenido un problema grave de falta de inversión y habría que analizar los porqués, porque por otro lado, la industria automotriz creció muy por encima del nivel general (casi 500%), lo cual lleva a pensar que recibió inversiones muy importantes, quizá porque gran parte de las empresas son de capital extranjero”.
Gabriel Caamaño Gómez, director economista de la Consultora Ledesma, apunta que en realidad “el movimiento general fue hacia adentro, como resultado de las medidas oficiales. Tanto en lo que se refiere al capital como la orientación de las ventas. Es decir, las empresas locales tendieron a nacionalizarse y/o a enfocarse en mayor medida en el mercado interno”.
Pone como ejemplo, desde el punto de vista del capital, lo que ocurrió con el sector energético, que tendió a nacionalizarse, tanto como resultado de operaciones privadas, como de expropiaciones (YPF). Y desde el punto de vista de la orientación de las ventas, menciona como casos paradigmáticos los de la ganadería vacuna y el trigo, que como resultado de medidas oficiales prácticamente abandonaron el mercado externo, concentrándose en el interno”.
Ricardo Proganó
Los conocidos de siempre
Las principales empresas automotrices, electrónicas, de telefonía móvil y las administradoras de salud hicieron salir humo a las cajas registradoras, por encima del conjunto de las 1.000 que más facturan, las que todas sumadas recaudaron 460% más que hace 10 años.
Y en la cima, además de los conocidos de siempre (YPF, Techint, las telefónicas) se encaramaron las automotrices Vokswagen y Toyota, cuando 10 años antes languidecían en los puestos 48 y 83 respectivamente del ránking.
Es cierto que se repitió la historia de los años 80, cuando Ford (bajo la denominación Autolatina) se infiltró entre las estatales superstars, pero el espectacular ascenso automotor de esta vez se sustentó en volúmenes de venta que, entre 2003 y 2012, dolarizados, saltaron 713%%, al totalizar casi 23.800 millones, con un fuerte componente exportador.
Pero otras sorpresas iba a deparar el ránking de la “dékada”: a partir de performances que multiplicaron por más de 10 los montos expresados en dólares, firmas de electrodomésticos y medicina prepaga se catapultaron: Swiss Medical subió del 150 al puesto 47 gracias a que sus ventas de 2012 superaron en 1.025% a las de 10 años atrás y Osde trepó del puesto 61 al 25 al mejorarlas 528%.
En el explosivo auge de los artículos para el hogar, el régimen promocional para fabricar electrónica en Tierra del Fuego y la inyección al consumo en cuotas que aplicaron las cadenas de electrodomésticos se plasmaron en meteóricos ascensos de Garbarino y Frávega, que de los sitios 183 y 222 en 2003 saltaron al 56 y 63, respectivamente, como consecuencia de haber recaudado 1.012 y 1.044% más en dólares durante el período comparado.
Apareció en el lugar 57 del cuadro general la fueguina Brighstar, especialista en celulares, que incorporó a Mobile y terminó facturando US$ 1.270 millones. Las plantas de BGH y New San, por su parte, pasaron de estar en el escalón 256 y 453 hace 10 años, al 73 y 76, respectivamente, porque cobraron 1.171 y 2.291% más por las entregas de productos de su línea entre ambos extremos de la década.
El boom de uso de los dispositivos móviles en la “dékada” también multiplicó los talonarios de grandes operadoras de las telecomunicaciones, como Telecom, Claro y Movistar, de Telefónica. La de origen francoitaliana asociada con el grupo local Werthein pasó del puesto 13 que tenía en 2003 al sexto, lo cual queda explicado con solo ver que las ventas medidas en dólares aumentaron 1.251% en 10 años. Una parte de su paquete fue adquirida el año pasado por el fondo Fintech de David Martínez.
En escena surgió también Claro en el 13 lugar, tras mejorar 1.164% la performance anterior de su antecesora CTI bajo la órbita de la mexicana América Móvil de Carlos Slim. Movistar viene cuatro lugares más abajo tras haber facturado el equivalente a US$ 600 millones aproximadamente.
Carlos Donantueno
Granos y consumo por doquier
Los commodities fueron al Banco Central lo que la obra pública a la Tesorería, y así dólares y pesos cimentaron el modelo de crecimiento, al menos hasta 2011. Principales exportadores de aceite de soja y pellets se repiten como líderes agroindustriales en los rankings, pero en moderado ascenso, Cargill y Louis Dreyfus, de la francesa Louis Dreyfus Société Anonime. Lo mismo sucede con Molinos Río de la Plata, ahora controlada por la familia de Gregorio Pérez Companc, en relación con los granos.
Detrás de Cargill , Noble Argentina, subsidiaria de Noble Grain, que se especializa en soja, maíz y trigo, encabeza el lote de las 10 cerealeras que más exportan (96% del total), en el que además militan ADM, Nidera y Bunge.
En cuanto a los contratistas de obra pública, si bien dijo presente un antiguo conocido entre las 100 top, como Techint Tec. Int., debutó en el cuadro de honor la brasileña Odebrecht, pero 20 escalones arriba, con US$ 183 millones. Claro que ambas fueron más lejos y formaron una UTE, con la que se repartieron otros US$ 270 millones en el conteo del último ejercicio.
Una veintena de constructoras grandes reflejaron en sus balances 8% anual de crecimiento sectorial en la “dékada”, que fue de mayor a menor: 10% hasta 2010 y 3% en los siguientes.
Sin embargo, los casilleros superiores de los rankings de los 10 años kirchneristas empezaron a ser ocupados por los resurgidos bancos, hundidos en la crisis de 2001, pero silentes vedettes de una economía nacional que reciclaba internamente sus superávits gemelos en gran parte mediante la intermediación financiera. De no figurar al comienzo del decenio, en 2012 ya se ve al Banco Nación en el séptimo lugar de la general, con el equivalente a US$ 4.400 millones, con el Galicia ubicándose vigésimo con algo más de US$ 2.800 millones. Y se suma una larga lista con el Santander Río, Bapro, BBVA, HSBC, Patagonia, ICBC (ex Standard), Citibank, Ciudad, Credicoop y siguen las firmas.
La lectura que hace un administrador de carteras de inversión, como Carlos Donantueno, es que “el mercado de capitales ha sido un jugador muy importante en las utilidades de los bancos, y al Gobierno le ha servido para financiarse en el mercado local, en un contexto en el que sabía, pese al argumento del desendeudamiento, que la Argentina tenía cerrado el acceso al financiamiento externo. La gran diferencia que hicieron los bancos fue a partir de la rentabilidad que arrojó la millonaria tenencia de títulos públicos, que en otras épocas no tuvieron. Ni siquiera en la convertibilidad”.
El último ranking escalona en los 10 primeros casilleros a otros beneficiarios directos de la era kirchnerista, porque atrás del líder bancario (el Nación) asoma Carrefour, sumo exponente de otro de los sectores que la “dékada” deparó: el de retail y grandes tiendas, aunque hoy demonizados como formadores de precios en pleno acomodamiento posdevaluatorio. La subsidiaria local del grupo Carrefour, de Francia, que había incorporado al comienzo del año 2000 a Supermercado Norte y Supermercado Dia %, sumó la contabilidad de 264 sucursales, entre ellas Market, Express y Maxi, para redondear un volumen de ventas del equivalente a US$ 3.682 millones, 181% más que hace 10 años, con un avance del décimosegundo al octavo lugar.
Disputándole la supremacía comercial, desde 7 lugares debajo en la clasificación general, viene Jumbo retail, al que si se le añadieran a los US$ 3.200 millones que registra los 1.400 millones correspondientes a Cencosud (con el agregado de Disco, Vea) para consolidarse en Grupo Paullmann, lo convertiría en el líder sectorial y hasta lo encumbraría entre los cinco primeros.
Los mayoristas como Wal Mart (que en 10 años escaló del puesto 107 al 34, al multiplicar por más de cinco sus ingresos) y Vital con los regionales Importadora y Exportadora de la Patagonia (que subió del 80 al 45) y Libertad, entre los más destacados, integrarían con Paullmann y Carrefour un conglomerado comercial de 10 cadenas que, con un total de US$ 15.600 millones, mejoró en 380% la performance del núcleo de 8 de 2003. La revelación fue la tienda Falabella, que de 235 pasó al puesto 90, gracias a haber vendido 829% más en los 10 años. A Coto, en cambio, no le fue todo lo bien que a sus competidoras: en 2003 ocupaba la posición 20 y en la actual edición no figura entre las 25 empresas líderes.
Oil mortales
Las fusiones y absorciones de la “dékada” alteraron también las ubicaciones en el cuadro de las ventas entre un extremo y otro del período. Si emerge en el puesto 70 una red de estaciones de servicio antes ignota, denominada Oil Combustibles, que pertenece al empresario Cristóbal López, u otra en el 18, bautizada Axion Energy, del grupo Bridas en sociedad por mitades con CNOOC, de China, es porque simultáneamente desaparecen de escena las de Petrobras y las de Esso.
Las mutaciones de negocios caracterizaron a la actividad petrolera, paradójicamente en una era cuyo negocio sectorial no fue precisamente floreciente. El rubro refinación de petróleo fue en el Estimación Mensual Industrial el de más baja performance entre 2003 y 2012: 3,1%, cuando el nivel general del crecimiento había sido en ese lapso de 97%.
Las compañías vinculadas a los hidrocarburos que aparecen en la vanguardia del ranking, además de la consabida YPF al frente (US$ 13.434 millones en 2012), son la proclamada enemiga K, Shell (vigésimocuarta y el desactivado grupo brasileño Petrobras, una apenas descendente Pan American Energy (de British Petroleum y Bridas), y una ascendente prestadora de servicios San Antonio Oil International.
Donantueno resalta la mejora de ánimo que detectó en los mercados a partir del nuevo rumbo impreso a YPF, en el que el ministro de Economía Axel Kicillof tiene mucho que ver. La sintoniza con los últimos 18/20 meses de inversión que está llevando a cabo la petrolera estatal alrededor de Vaca Muerta, “más un avizoramiento por parte de empresas extranjeras sobre el potencial argentino en materia de shale gas y oil, que le dan una dinámica de entendimiento mayor de las variables del país, de las condiciones, y trazar un análisis de largo plazo, a la luz del cambio que habrá dentro de dos años en la conducción del Poder Ejecutivo”.
Según lo que afirma haber recogido desde algunas empresas de toda la cadena, la apuesta actual es a un perfil pro-mercado de la dirigencia política que tome las riendas en 2016 y que los hidrocarburos asoman hacia 2020 como la “próxima soja argentina”.
Amenaza estructural: la concentración
Según la Encuesta Nacional a Grandes Empresas (ENGE), las 500 empresas más grandes incrementaron la tasa de ganancia de 2005 en adelante, al fluctuar entre 11% a 13% anual cuando en 2003 había sido de 9,5% tras venir de 8,2% en1993/2001.
Ocupan 32% del PIB de los sectores en los que actúan:
• 37 pertenecen al sector de minas y canteras (predominan las empresas de capitales foráneos);
• 284 a la actividad manufacturera (lideran los sectores de alimentos, bebidas y tabaco y el de combustibles, químicos y plásticos);
• 41 son del sector de la electricidad, gas y agua, gestión de residuos y saneamiento público;
• 20 del de servicios de información y comunicaciones.
• 455 tuvieron ganancias y 50 pérdidas.
• Contribuyen en 5,7% a la generación de empleos asalariados.
• Las que producen maquinarias, equipos y vehículos son las que más aportaron a la generación de empleo.
• Desde 2003 nacieron 55.394 empresas y cerraron 56.108.
• Hay unas 603.000 Pyme (10% de ellas industriales), más de 229.000 son nuevas.
• Las Pyme representan en conjunto 60% del empleo y 45% de las ventas totales.
• Entre micro Pyme y Pyme aportaron 59% de la creación de empleo privado registrado en el período 2003-2012.
• En el caso de la economía social, se cuenta medio millón de efectores sociales.
Una gran idea de concentración al interior de las mayores empresas la da el hecho de que las 50 principales representan 52,1% del valor agregado. El diputado oficialista Carlos Heller enumera:
• En empresas de consumo masivo: 80% del aceite que se consume lo producen dos empresas: Molinos Río de la Plata y Aceitera General Deheza; 78% de lácteos lo manejan La Serenísima y Sancor, mientras que 70% de los enlatados, como tomates y arvejas, los provee Arcor.
• Insumos intermedios críticos: en aluminio primario, Aluar es el único productor, en siderurgia, Siderar produce 99% de la chapa laminada en frío, en petroquímica, dos empresas producen 89% de los fertilizantes.
• Distribución minorista: tres grandes cadenas de supermercados concentran entre 75% y 80% de las ventas totales.
Sectores ganadores y perdedores
Un análisis elaborado por Carolina Schuff, de abeceb.com, señala que los sectores de bienes durables, no durables y servicios vinculados capitalizaron la política de estímulo al consumo, mientras el agro y la minería impusieron sus ventajas comparativas para aprovechar el boom de precios internacionales de los commodities y servicios de informática o biocombustibles aprovecharon los recursos internos.
Vinculados a la huida del peso, la inflación y la falta de alternativa de inversión, los sectores ganadores fueron:
• Automotor,
• Consumo y retail (electrodomésticos, indumentaria)
• Intermediación financiera
• Agrícola
• Logística
• Laboratorios
• Construcción
Los perdedores serían:
• Cadena alimenticia: carne bovina, trigo y pesca.
• Petróleo y gas: se perdió la autarquía energética primero en gas y desde 2013 se vuelve a importar petróleo.
• Distribuidoras de gas y electricidad.
• Refinación de petróleo y petroquímica.
• Servicios inmobiliarios.
Tomando el crecimiento promedio anual de la última década de la división por Gran Sector, pueden identificarse:
Por encima:
• Bancos
• Transporte y logística
• Construcción
• Comercio.
Cayeron o crecieron muy por debajo del promedio:
• Pesca
• Explotación de petróleo y gas
• Agricultura y ganadería (con fuertes matices)
• Actividades inmobiliarias
• Suministro de electricidad y gas.
Los de mayor creación de empleo:
• Servicios de informática
• Minería
• Fabricación de máquinas de oficina
• Construcción por encima de 10%.
Los que tuvieron una tasa promedio anual de crecimiento menor a 10% pero por encima del total de la economía:
• Automotriz
• Logística
• Hoteles y restaurantes
• Otros equipos de transporte (maquinaria agrícola)
• Comercio
• Servicios de intermediación financiera.
Los que perdieron empleos o crecieron menos que el total de la economía:
• Pesca
• Refinación de petróleo
• Servicios inmobiliarios
• Tabaco
• Suministro de electricidad y gas.
Anuncios de inversión por modalidad y grandes sectores
Ampliación y greendfield, los de mayor participación. Desde el período 2010 comenzaron a producirse mayor cantidad de fusiones y adquisiciones.
Fortalezas para la “posdékada”
En la Unión Industrial Argentina enumeran:
• Una industria farmacéutica y farmacológica en la frontera técnica del conocimiento, que cuenta con más de 35 institutos de investigación en biociencias.
• Somos fabricantes de bienes de capital y maquinaria agrícola de última generación.
• La industria alimenticia argentina figura en los primeros puestos de exportación en el plano mundial.
• Producimos insumos básicos que se exportan a 60 países, que abarcan la siderurgia, el aluminio y la cadena petroquímica, entre otros.
• La industria audiovisual de nuestro país es la cuarta exportadora mundial en formatos televisivos.
• Contamos con miles de pymes metalmecánicas, madereras, textiles, plásticas, gráficas, autopartistas, alimenticias, químicas, distribuidas en todo el territorio del país, con una industria que da trabajo formal directo a más de 1.300.000 argentinos”.
• Software y servicios informáticos creció fuertemente entre 2003 y 2011, más de un 250% en volumen facturado en dólares y 238% en materia de empleo, con más de 70.000 empleados.
• Biotecnología también se lograron importantes avances de la mano de la conformación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, sobre todo en lo vinculado a la producción de materias primas biotecnológicas, con el desarrollo de plantas y animales transgénicos.
Oportunidades en carpeta
Estudios especializados en “merger & adquisition” coinciden con el panorama que difunde entre su clientela PWC sobre las oportunidades de cambios de manos de empresas y nuevos negocios que presenta la “posdékada” y preparan carpetas.
“Existen compañías que han crecido mucho en los últimos años, sectores que se muestran con gran atractivo, como el de agribusiness y el minero, y empresas que requieren de capital para seguir creciendo en el futuro”, reporta la consultora global.
Gabriel Caamaño Gómez, de la Consultora Ledesma, previene que todo el mundo descuenta un cambio significativo en el valor de los activos locales y, por lo tanto, infiere que nadie quiere adelantar el posicionamiento. Pero apunta a seguir de cerca los siguientes actores:
Energético, dado que el déficit actual y la sangría de divisas asociadas generarán incentivos para que los distintos Gobiernos busquen impulsar las inversiones privadas en el sector.
Infraestructura, en general, y vial, en particular, dado el atraso relativo en la materia.
Telecomunicaciones, dados los constantes avances tecnológicos y la necesidad de incrementar la escala para lograr ecuaciones económicas sustentables.
Cadena agroindustrial, eliminar el sesgo antisectorial y antiexportador determinará un cambio favorable de los precios relativos e impacta positivamente sobre los niveles de rentabilidad.
El panorama de precios bursátiles de los activos que pinta el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC) suena a “gran ocasión”.
La docena de grandes empresas que cotizan valdrían algo menos de US$ 30.000 millones, 13% más baratas que en el año de la debacle económica, diciembre de 2001.
Según Caamaño Gómez, “el índice Merval argentino (solo empresas locales) acumuló entre diciembre de 2002 e igual mes de 2012 un alza en dólares de 160% y el Merval Buenos Aires (locales y extranjeras) 240%. Durante el mismo período, el BOVESPA (Brasil) acumuló una suba en dólares superior a 800% y el MEXBOL (México) una de casi 480%.
Debilidades rigurosamente controladas
Carolina Schuff, investigadora sectorial de abeceb.com identifica como perdedores a aquellos que tuvieron fuertes intervenciones en la formación de precios, capacidad de producción y abastecimiento de energía, como los rubros de la cadena alimenticia, energía e industrias fuertemente vinculadas y los que utilizan divisas como medio de cambio:
• Cadena alimenticia: carne bovina, trigo y pesca
• Energía e industrias vinculadas: refinación de petróleo, petroquímica, petróleo y gas; distribuidoras de electricidad y gas
• Afectadas por el cepo: servicios inmobiliarios.
Bernardo Kosacoff y Diego Coatz, en cambio, advirtieron en su ensayo sobre los desafíos de la industria que las empresas que desarrollaron y consolidaron ventajas competitivas dinámicas, a partir de cambios técnicos y organizacionales, innovación y diferenciación de productos, todavía no conforman un núcleo dinámico que refleje un nuevo entramado industrial significativo. Recomiendan diseñar una estrategia de largo plazo para profundizar el cambio en la matriz productiva.
Pregonan asimismo que las filiales de empresas transnacionales mejoren la calidad en términos de generación de conocimiento, valor agregado y empleo, con una mayor integración a las cadenas globales de valor de sus corporaciones.
Y la necesidad de romper la preferencia de actividades de ensamblado en detrimento de las actividades que fortalecen los entramados productivos con mayor proceso de integración manufacturera, para lo cual se inclinan por una evaluación adecuada de los regímenes de promoción que ayude a modificar este rasgo estructural en sectores claves del entramado manufacturero.
Vaca Muerta, energía reavivada
Por Gastón Remy (*)
Los analistas coinciden en que el momento actual es una bisagra entre la década pasada y los 10 años por venir, tanto en el universo político como en los otros dos universos que le resultan indisociables: el de la economía y los negocios.
Para Dow Argentina, la década pasada fue una etapa de crecimiento sostenido, donde consolidamos nuestro liderazgo en los diferentes mercados donde operamos, principalmente plásticos, productos químicos y el sector agrícola.
Uno de nuestros mayores desafíos fue lograr una mayor profesionalización de la cadena, lo que implicó de nuestra parte no sólo importantes inversiones sino, fundamentalmente, articular esfuerzos estableciendo alianzas con los diferentes actores involucrados para potenciar los resultados.
El futuro se presenta con desafíos pero también con buenas proyecciones para los negocios de la compañía. Con la innovación como norte, seguiremos apostando fuertemente a la apertura de nuevos mercados.
Desde ya, nuestro plan de inversiones continuará apuntando a ampliar nuestra capacidad instalada, manteniendo los excelentes resultados y estándares que nos caracterizan en materia ambiental y de seguridad industrial de nuestros cinco complejos productivos, y seguiremos enfocados en la investigación y desarrollo de innovaciones cada vez más sustentables.
Un tema crítico para la industria, que será sin ninguna duda uno de los desafíos más importantes para el país en la próxima década, es el abastecimiento energético.
Dow Argentina continuará buscando recursos alternativos que aseguren una producción constante de insumos, necesarios para abastecer a más de 18 industrias en la Argentina y en América latina.
En este sentido, estamos expectantes por los resultados del programa piloto para la explotación de shale gas iniciado con YPF en Vaca Muerta, que contribuirá al crecimiento de la producción de gas regional.
Es clave asegurar el abastecimiento energético y el éxito en la articulación público-privada para este tipo de proyectos será determinante.
(*) Gastón Remy es presidente de Dow, Región Sur de América latina.
Inversores importados, se buscan
Empresas de EE.UU. observan y preguntan
Los capitales estadounidenses, los segundos extranjeros en orden de importancia afincados en la Argentina, detrás de los españoles, prefieren otear hoy el tránsito hacia la “posdékada”.
Luis María Savino
Salvo los ejecutivos vinculados a los hidrocarburos, que paran las antenas cuando se habla en el Gobierno de Cristina Kirchner de YPF y/o Vaca Muerta, los restantes potenciales inversores, sean los que ya tienen negocios en el país o aquellos que miran el menú de los emergentes, se manifiestan más interesados en la Argentina “posdékada” que en tomar alguna nueva posición en esta transición de dos años.
Lo comprobó el gobernador bonaerense y aspirante a la candidatura presidencial para 2015, Daniel Scioli, cuando frente a las autoridades de un centenar de empresas radicadas en la Argentina que lo escuchaban en el Councill of Americas, en Nueva York, calculó: “En la próxima década necesitaremos inversiones por unos US$ 225.000 millones”.
Estaban representantes de la industria automotriz (Toyota), portuaria (Cargill, Bunge, Hamburg Sud), alimenticia (Coca-Cola, PepsiCo), software (IBM, Microsoft), petroquímica (Dow), agroindustrial (Monsanto Company), intermediación financiera (Goldman Sachs, JPMorgan, Credit Suisse, BBVA y fondos como NML y Fidelity), petrolera (Exxon, Chevron), telecomunicaciones (Telefónica, Motorola, DirectTV) y de la calificadora Standard & Poors, entre otras, que antes bien preguntaron por las fechas agendadas por Susan Segal para recibir en breve a otros precandidatos como Sergio Massa, Julio Cobos, Mauricio Macri y Ernesto Sanz.
Las múltiples caras del prisma con que en Estados Unidos se mira a la Argentina quedaron expuestas en el último debate en el Senado sobre la nominación que hiciera la administración de Obama del demócrata Noah Mamet para hacerse cargo de la embajada en Buenos Aires que dejó vacante Vilma Martínez: ácidas críticas de algunos legisladores se imbricaron con la propuesta expuesta por el hombre de la Casa Blanca en el recinto: “Expandir descubrimientos científicos e innovación tecnológica es otra área prometedora para una mayor cooperación”, en un marco que encuentra a los dos países con más de 60 proyectos conjuntos en temas de energía, salud, ciencia y tecnología”, fue la síntesis.
Interés no significa urgencia
“Entender a Estados Unidos” es la apelación de uno de los 6.826 think tanks relevados por la Universidad de Pennsilvania en todo el mundo, el Centro de Estudios Americanos, que a través de un par de seminarios y una cena anuales en Buenos Aires, más una gira agendada por los círculos de poder de Washington congrega a gobernadores, intendentes, dirigentes políticos, empresarios y personajes influyentes de estos lares.
Fundador del CEA hace 20 años, junto a Juan Robledo (hijo de Angel Federico, ex ministro peronista), Luis María Savino rescata de entre la hojarasca de juicios cruzados y lecturas antojadizas “consultas, y también pedidos de información que hemos recibido, que nos dan la certeza de que el mundo no ha dejado de tener interés en la Argentina. Me refiero a sus mercados y a las inversiones potenciales”.
Pone como ejemplo que “hemos sido invitados a ser la contraparte binacional en un proyecto con participación de empresarios argentinos que discutirán factibilidades de inversión en proyectos que involucren a hombres de negocios de Estados Unidos”.
En tal sentido, subraya que “si la proyección es por uno o dos años, nos indica que puede haber interés pero no urgencia en su concreción. En este caso, se mide por la voluntad de generar información más el análisis que aportaremos para su potenciación”.
Sobre los anuncios de Mamet al Senado, Savino opina que los proyectos en conjunto entre ambos países mencionados trasuntan que el potencial económico de la Argentina es muy tenido en cuenta, pero que las inversiones que se hagan estarán en relación con un mínimo de certidumbre en las reglas de juego que se apliquen.
Para nada dependen eventuales inversiones de un marco de manifestaciones políticas internacionales que necesariamente esté alineado con operativos de Estados Unidos en el mundo, concluye.