¿Hacia dónde va el mercado de TI?

    Por Mario Lía

    Los drivers o elementos que están impulsando la demanda de soluciones de tecnología de la información (TI) no han cambiado demasiado en los últimos años. Lo que sí varía es el ángulo desde el que se perciben las soluciones de TI a medida que la oferta de tecnología avanza.
    En principio, sabemos que las empresas usuarias de tecnología de información tratan en general de lograr mayores ingresos y ganancias, predictibilidad hacia el futuro e incorporación de resortes competitivos que les brinden ventajas diferenciales.
    Para que esos resultados lleguen hacen falta muchos elementos de conducción y management. En esta oportunidad, trataremos de analizar a la demanda y cómo va dando forma al mercado de la oferta de TI.
    Las empresas ejecutan su negocio operando procesos. Los sectores operativos son gran parte de una organización y generalmente ocupan una porción importante de su presupuesto. Es por eso que las empresas quieren que TI aporte reducción de costos, aumento de la eficiencia, alineamiento/integración de recursos y procesos, consolidación y estandarización.
    En lo que hace al aspecto más funcional del negocio, las empresas luchan por aumentar la retención y satisfacción de los clientes existentes y por atraer a otros nuevos. Las áreas de marketing, especialmente en las empresas que tienen altos volúmenes de clientes como las telefónicas, servicios, seguros y otras muchas, ven en aplicaciones como big data y business intelligence, hoy ambas en la categoría de analíticos, a un medio que les permite entender la segmentación de los mercados, hábitos y preferencias de los consumidores, tendencias por áreas geográficas y mucho más. En resumen, es la implementación de soluciones que permitan que big data sea accionable en términos del negocio.
    Como hoy sabemos que una de las principales ventajas diferenciales es el capital humano, las áreas de administración de este vital recurso están recibiendo especial atención en cuanto a incorporación de aplicaciones que faciliten su óptimo manejo.
    La incorporación de aplicaciones móviles es una tendencia firme y está mostrando su contribución en varios planos: flexibilidad y agilidad del negocio, reducción de costos en operaciones en campo, incremento de la colaboración y mayor empowerment de los empleados remotos. Como contrapartida, requiere de soluciones de administración y de una mayor variedad de recursos de seguridad y protección de contenidos que están expuestos en el exterior de las organizaciones.
    Las empresas también necesitan implementar aplicaciones en plazos muy apretados. La dinámica de los mercados y de la competencia así lo requiere. De esa forma, se recurre a los servicios cloud que día a día crecen en variedad y calidad.
    El aumento en el costo del espacio de oficinas, las prácticas de sustentabilidad y control de las emisiones de carbono, compliance y otras asociadas con la responsabilidad social de las empresas, las están llevando a consolidar elementos de los centros de datos para reducir su tamaño y consumo de energía. Esta tendencia a la consolidación es disparadora de demanda de soluciones de virtualización, entre otras.
    En el lado más aburrido de las infraestructuras de información están los sistemas ERP (por Enterprise Resource Planning) también llamados sistemas de gestión cuando son de menor escala y alcance, los que siguen necesitando ajuste, extensiones, actualización y mantenimiento.

    Prioridades de las empresas usuarias

    En el párrafo anterior mostramos un panorama de las necesidades y su relación con algunas categorías de soluciones. Hablamos de qué hace falta y qué demanda puede representar en cuanto a soluciones de TI.
    Pero decir esto no equivale a determinar qué hay que hacer para que esas demandas tengan una respuesta adecuada y capaz de brindarles la funcionalidad que hace falta para dar vida a sus beneficios. Estamos ahora hablando de qué tareas tiene que resolver el departamento de TI. Y aquí encontramos prioridades como las siguientes, tanto para el departamento de TI como para la dirección operativa: implementación de nuevas aplicaciones e infraestructura, mejora de procesos, modernización de aplicaciones, optimización de la continuidad mediante mayor disponibilidad de los recursos, aumento de la performance en niveles de servicio claves y actualización de las redes, entre otros.
    Al mismo tiempo, estas gerencias de TI necesitan disponer de recursos humanos idóneos que les ayuden a estudiar, entender, planificar y ejecutar las acciones necesarias con las tecnologías y soluciones indicadas. Ese manpower es cada vez más escaso y difícil de conseguir. Entre los más difíciles de encontrar y retener tenemos a programadores y desarrolladores, arquitectos de información, ingenieros en software, analistas de procesos del negocio y a gerentes de proyectos, siempre hablando de un nivel senior o semi senior.

    El papel de los proveedores

    Los proveedores ofrecen soluciones para todo, por supuesto. Pero no todas las empresas pueden comprar todo lo que les vendría bien a sus planes, ni tampoco tienen la capacidad necesaria para implementar.
    Para las empresas de mayor porte y recursos, la función de TI parece estar evolucionando hacia la de un “broker de servicios.” De hecho, la perspectiva de cloud computing está disparando un proceso de adaptación dentro de las empresas. Esto habla de la fuerza y de las expectativas que ha generado cloud computing. Se ha convertido en uno de los factores de ecosistema que amerita una respuesta darwiniana por parte de las organizaciones.
    Volviendo a los proveedores, se los puede analizar desde la escala del propio negocio del cliente o potencial cliente.
    Si se trata de una empresa pequeña o mediana, esta podrá acceder a la más reciente gama de soluciones prácticamente sin invertir en infraestructura ni staff especializado propios. Los proveedores de servicios cloud y de redes públicas están ya en condiciones de brindar lo necesario para que una organización funcione en forma ágil y completa en toda su cadena de valor. Por ejemplo, los sistemas de gestión o ERP ya se entregan desde la nube. Las soluciones de CRM (Customer Relationship Management) y la administración de los dispositivos móviles que las utilicen también están en cloud. Lo fundamental para la empresa pequeña que quiera ser competitiva y actual será un buen asesoramiento.
    Las empresas medianas también son un terreno propicio para la tecnología en forma de servicios. El mayor problema que por ahora presenta este segmento en la Argentina es el de su propia cultura y concepción de la función de la tecnología de información. El de las empresas medianas es un segmento que ha logrado capitalizarse y ha invertido en equipamientos y maquinarias para sus plantas de manufactura o bien en bienes de transporte y otros.
    Una adecuada informatización de ese rango de empresa se traduce en menores costos, menores tiempos de operación y una mejora de toda la cadena de valor.
    Ese rango de compañía ha comenzado a moverse en cuanto a la adopción de soluciones de TI. En muchas de ellas se cuenta con profesionales que, en general, están muy sesgados hacia lo que es procesamiento de datos propiamente dicho. En esas organizaciones hará falta la participación de proveedores con capacidad consultiva o consultoras que se constituyan en un socio de negocio y operen la integración de los servicios y soluciones disponibles en el mercado.
    En las grandes organizaciones se seguirá construyendo el conocimiento a partir de los propios staffs. La investigación y desarrollo determinará qué tipo de solución y proveedor corresponde a cada necesidad.
    Estamos ante un escenario donde el conocimiento es un factor clave. Ningún error de selección se pagará poco. Toda equivocación será costosa. La visión integral del negocio y su infraestructura de TI es otro de los factores claves que también requiere de un alto nivel de conocimiento, experiencia y creatividad.
    En el mercado encontramos en una primera línea a los grandes proveedores como HP, IBM y Oracle. Son ejemplo de tres empresas que pueden ser capaces de integrar lo necesario de punta a punta y de incorporar a los “Best of Breed” o mejores en su clase dentro de sus soluciones. Proveedores como Cisco Systems, Apple o Dell, que todavía no alcanzan esos niveles de amplitud, están haciendo esfuerzos por aproximarse. Microsoft, todavía reinando en el desktop y en una gama de aplicaciones de software, trata de tomar un ángulo de ataque integrador desde sus servicios cloud y plataformas en movilidad. Lo último todavía sin mucho éxito. Intel, que ayudara a apuntalar el éxito de Microsoft en la era conocida como “WinTel” por la combinación Windows-Intel, ahora juega sus propias cartas en cloud tomando como cabecera de playa las capacidades de sus procesadores que están presentes en la mayoría de las plataformas.
    Las compañías más especializadas como Teradata, EMC, NetApp, VMware, Juniper, Blue Coat, Riverbed, Novell, por citar solo algunas, tratan de hacer su propio juego acoplándose a los movimientos de la demanda y aumentando sus capacidades de compatibilidad (hoy léase convivencia) con los más grandes.
    Otros que dejaron de ser grandes, hoy abandonados por la popularidad del mercado, se especializan en nichos donde se hacen fuertes, como es el caso de Unisys, por ejemplo.
    Por su parte, los gigantes del software de aplicaciones, como Sap, Totvs o Infor, se esfuerzan por integrar a sus plataformas las más recientes ventajas tecnológicas, como lo es la operación in-memory y tiempo real.
    En el mundo “puro cloud” tenemos a compañías como Amazon, Google y SalesForce que avanzan a terrenos de plataformas de desarrollo, sistemas operativos como Chrome de Google y entornos de desarrollo propios con interoperabilidad con otras aplicaciones.

    Panorama de lo que viene

    Estamos frente a un mercado que demandará mayor cantidad y calidad de servicios de consultoría e integración. Esa demanda no será enteramente satisfecha por falta de recursos en el lado de la oferta.
    El consumo de servicios y outsourcing de operaciones se muestra en crecimiento. La adopción de nuevas aplicaciones móviles apoyadas en la nube o bien en los centros de datos es otra tendencia nítida. La modernización de aplicaciones y redes es notable y cada vez más necesaria. Mayor volumen de información, mayor ancho de banda, mayor almacenamiento y mayor procesamiento de datos.
    Big data posiblemente no tenga un despegue muy fuerte en este año, pero todo indica que irán apareciendo nuevos usuarios y que, por otra parte, los proveedores que aparecen como especialistas podrían ser superados por los clásicos como IBM, HP u Oracle.
    El mundo open source seguirá avanzando con su potente mezcla de versiones “comunitarias” y “comerciales.” Gigantes del código abierto como Red Hat pueden ganar espacio y estropear oportunidades de las grandes firmas competidoras.
    Advertimos la especialización de firmas de menor porte que atacan segmentos como el de energía con soluciones SaaS (Software as a Service). También vemos que proveedores como NCR van disolviendo sus porfolios y avanzando en dispositivos que brindan servicio a clientes de bancos. Algo parecido ocurre en el ambiente de los retailers con nuevas soluciones de pago y promoción.
    Estamos frente a dos categorías de proveedor exitoso: El que descubre elementos para innovar en sus productos y los traduce a servicios y luego al que innova en su tecnología para poder atender a la innovación que sus clientes realizan.
    Esto no quiere decir que esos proveedores dejen de cosechar en el terreno de los negocios legacy o “vintage.” Incluso aplicarán cierto grado de innovación para favorecer a los clientes que tienen un “esperar y ver” con mucho esperar.
    Cosas como “la Internet de todas las cosas” seguramente irán creciendo a medida que aparezcan aplicaciones con valor agregado. Las redes y centros de datos definidos por software todavía tienen que evolucionar a un formato más estandarizado, pero seguramente llegarán.
    Los proveedores capaces de ofrecer lo que se necesita para innovar ventajosamente se llevarán la mejor tajada y al mejor margen. Los clientes que sepan elegir lo que más les conviene, serán la otra cara de ese yo-gano-tú-ganas.