¿Responsabilidad social o relaciones públicas? – II

    Grupo Telefónica

    Responsabilidad y transparencia

    La perspectiva de valor distingue tres líneas principales: crecimiento de la actividad, incremento de la rentabilidad y gestión del riesgo, con eje en la calidad, la innovación y la productividad de los proyectos claves vinculados a la operación.


    Eduardo Bonal

    Cuando Mercado gestionó la entrevista con el director de Telefónica en Asuntos Públicos, Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad, Eduardo Bonal, el jefe de Prensa de la Fundación, Héctor A. Remondini, prologaba “desde nuestra práctica como empresa que ya ha publicado diez ediciones consecutivas de informe de sostenibilidad”. 
    El máximo responsable del área contextualiza: “La transparencia empresarial y la gestión de la ética a través de nuestros Principios de Actuación permiten generar confianza en los mercados y, en general, entre nuestros grupos de interés”. 
    Bonal define a la sostenibilidad corporativa como “una fuente clara de competitividad y progreso, que ayuda a reducir la prima de riesgo en los mercados financieros, aumenta el valor de marca y la diferenciación ante los clientes, facilita la fidelización de los empleados, garantiza un proyecto estable como empresa, y, de cara a la sociedad, afianza la legitimidad para operar y permitir el desarrollo sostenible de las comunidades en las que Telefónica está presente”.
    La caracteriza como una evolución natural y necesaria de la Responsabilidad Social Corporativa con el objetivo de vincularla más al valor y al core business de cada empresa. “La sostenibilidad de Telefónica está clasificada entre las mejores del sector por los analistas más relevantes, y nuestras acciones son reconocidas por los más prestigiosos índices de sostenibilidad globales, como el Dow Jones”, puntualiza.
    El ejecutivo asegura que “ayudamos a las personas a vivir mejor: en Telefónica estamos convencidos de que con nuestra tecnología y servicios podemos ayudar a mejorar la calidad de vida y la seguridad de los consumidores”.
    Coincide con la corriente que sostiene que hoy la producción de bienes y servicios indefectiblemente está asociada a procesos que contemplan el cuidado del medio ambiente. “Desde nuestra gestión diaria trabajamos con sentido de ecoeficiencia o gestión eficiente de los recursos para reducir el impacto ambiental, obtener valor un económico y ofrecer servicios que promuevan la sostenibilidad ambiental de personas y ciudades”. 
    Añade que “nuestro sistema de gestión ambiental global, basado en la ISO 14001, nos permite asegurar el cumplimiento de la legislación vigente y aporta estándares en los países donde las normas están aún en desarrollo”.

    Nuevas tecnologías
    “La sociedad moderna del siglo 21 engloba a las empresas como impulsoras de creación, fuentes de empleo y desarrollo profesional. Nuestro fin es ser motores de transformación de la sociedad: sabemos que allí donde hay TIC hay desarrollo y oportunidades, y que las nuevas tecnologías son una fuente de emprendimiento e innovación social”.
    Reflexiona que “estamos viviendo una revolución social y económica sin precedentes en la historia de la humanidad, provocada por las posibilidades que abre la tecnología a las personas. Nuestra misión es acercar estas posibilidades de la tecnología a todas las empresas y personas, de manera que puedan desarrollarse con perspectiva de crecimiento. Desde nuestra práctica como empresa que ya ha publicado 10 ediciones consecutivas de informe de sostenibilidad, entendemos que las organizaciones profesionales del siglo 21 han evolucionado hacia una cultura y modalidad de gestión orientada al respeto de los derechos universales de la humanidad, a la protección del medio ambiente, la creación de valor en el marco de la legislación vigente, la innovación y la transparencia. El resultado de las acciones y procesos enmarcados en la responsabilidad corporativa, que se sustentan con recursos propios de las empresas, sin duda construye marca institucional, atributos diferenciadores y salud organizacional”.  
    “La evolución, aprendizaje, y la transformación del comportamiento empresarial es permanente, y surge tanto desde el interior de la organización pero mayormente por la participación de los públicos de interés. Hoy Internet, las nuevas tecnologías, redes sociales y la enorme diversidad de medios de comunicación potencian la instantaneidad y la posibilidad de que todas las expresiones puedan ser vistas, oídas y cuantificadas, y por ello crean impactos que promueven cambios profundos”.  

    Mastellone Hnos

    El crecimiento económico depende del medio ambiente

    Limitarse a mejorar la imagen ambiental sin gestión de fondo es un camino de corto recorrido que desemboca en un negocio endeble que caerá en cuestión de tiempo. 83 años avalan ese aserto empresarial.


    Jorge Roldán

    En su primer reporte de sustentabilidad, que data de algo más de un año, Mastellone Hermanos se presenta como una compañía familiar que lleva 83 años de compromiso con el consumidor, siendo este uno de los pilares históricos de la filosofía empresarial.
    En la presentación del informe, el presidente Pascual Mastellone afirma que “analizamos los presuntos impactos de nuestras actividades tanto en la sociedad como en el medio ambiente y hacemos el seguimiento con el fin de implementar iniciativas para prevenirlos o atenuarlos, en caso de ser necesario”.
    Y el director de Recursos Humanos, Jorge Roldán, plantea en el prólogo el desafío que nos propusimos “de implementar la responsabilidad social a partir de la adopción de los principios del Pacto Global y las materias fundamentales de la Norma Internacional ISO 26.000 como parte de nuestro desempeño, con intenciones de poder brindar un aporte que contribuya con el desarrollo sustentable”.
    En el orden interno, la gestión de residuos sólidos lleva varios años de instalada en la cultura productiva, lo mismo que el recurso hídrico, vital para la industria láctea. También se puso el acento en el tratamiento de efluentes líquidos, al monitoreo de las emisiones a la atmósfera de la planta y los ruidos al vecindario, con el que comparte experiencias ambientales.
    Consultado por Mercado, explica que “el crecimiento económico, indefectiblemente, es dependiente del medio ambiente. Por lo tanto, entiendo que, con el paso de los años, se ha tomado cada vez más conciencia respecto de lo imperioso que resulta su cuidado”. 
    Aclara que, bajo este concepto, una nueva economía no debería solo acotarse al tecnicismo simple de “despegarse” de la limitación de los recursos naturales por los avances descubiertos con relación a su utilización; sino, por el contrario, “debería abocarse además, a avanzar en cuanto a la forma de explotarlos. Es aquí donde la sustentabilidad debería primar como medio para hacerlo”.
    Por otra parte, afirma que “los consumidores, cada vez más informados, conscientes y protagonistas de los impactos negativos de una inadecuada gestión ambiental por parte de las empresas, hacen oír su voz y reclamos, que repercuten directamente en la reputación de la empresa y, por ende, en la venta de sus productos”. 
    Y advierte: “Aquellas empresas que trabajen solo en mejorar su imagen ambiental sin gestión de fondo incurrirán en un negocio endeble que caerá en cuestión de tiempo”.

    Desigualdad económica
    Califica de utópico afirmar hoy que se esté viniendo otra versión del capitalismo de la mano de la sustentabilidad, aunque reconoce que sería ideal que así fuese. 
    Ve a pocos países en condiciones de aplicar los crecientes avances en IT, en nanotecnología, en materiales científicos y en biología, y lo atribuye a “una desigualdad socioeconómica muy amplia, sin mencionar los intereses económicos que hoy priman en la utilización de tecnologías obsoletas por sobre la sustentabilidad y la gestión en la materia”.
    Considera un gran paso hacia el camino al crecimiento sustentable que empresas de servicios energéticos, químicos, de diseño, de construcción, de finanzas, todas de modo diferente, estén desarrollando nuevos modelos organizacionales que aumentan los incentivos para modelos de producción más eficientes responsabilizándose del ciclo de vida de sus servicios, con el incentivo fuerte de recortar los insumos requeridos para cada unidad de producción, pero entiende que debería ir acompañado por el incentivo, promoción, control y acompañamiento por parte del Estado y sus instituciones educativas.
    Acerca de si la RSE forma parte de la sustentabilidad o es al revés, se inclina por la primera hipótesis. “Desde Mastellone entendemos que actuar responsablemente es, sin dudas, un reflejo de nuestra forma de gestionar, de nuestro desempeño en materia económica, social y ambiental pensando en el largo plazo”, indica.

    Manpower

    Impacto ambiental y social en decisiones de inversión 

    9.000 millones de personas viviendo en un único planeta que ya está sobreexplotado desde el punto de vista ecológico reclaman la tarea intergeneracional de ir eliminando los aspectos disfuncionales, tanto económicos como del modelo de negocios del siglo pasado.


    María Amelia Videla

    María Amelia Videla, directora de Sustentabilidad y Asuntos Públicos, vaticina que durante las próximas décadas, los retos globales ligados al crecimiento, la urbanización, la escasez de recursos y el cambio medioambiental pasarán a ser motores estratégicos para los negocios. “La sostenibilidad tiene cada vez más posibilidades de convertirse en la agenda del cambio transformador, a menudo disruptivo”, dice.
    Añade que “el rápido crecimiento de los mercados en desarrollo, el cambio climático y los problemas de energía y agua potable, así como el crecimiento de la población en los centros urbanos, se encuentran dentro de los factores que generan mayores presiones tanto en el negocio como en la sociedad”. 
    Las empresas tenemos la oportunidad de asumir una función de liderazgo en el desarrollo de soluciones que ayuden a crear un futuro sustentable, desafía. Haciendo uso de nuestra capacidad para mejorar procesos, generar eficiencia, administrar el riesgo e impulsar la innovación, las empresas grandes y Pyme no solo podemos ser más competitivas, sino que podemos al mismo tiempo contribuir a construir una mejor sociedad y al crecimiento económico a largo plazo, agrega.
    Advierte que ninguna estrategia será efectiva si los líderes no planean invertir tiempo, esfuerzos y recursos en el relacionamiento entre la organización y sus grupos de interés. 
    Muchos expertos señalan que hay una oportunidad en el incremento de las presiones de clientes y consumidores para desarrollar productos y servicios sostenibles. Y eso, sumado a la gran influencia de los colaboradores como público de interés en cuanto a la definición de iniciativas de sustentabilidad en las empresas, nos señala un camino de profundización de las estrategias corporativas en la materia.

    El potencial humano
    Resalta que las fuerzas económicas mundiales ejercieron una gran presión sobre los modelos y sistemas existentes, al punto tal que ya no son sostenibles. Y que el potencial humano se ha convertido ahora en el principal agente de crecimiento económico. 
    “El mundo está viviendo una era de transformación en la que se deberán rediseñar los modelos empresariales, redefinir las propuestas de valor y reinventar los sistemas sociales”, afirma.
    En términos generales, la adecuación de los modelos de negocio a este nuevo paradigma implica un esfuerzo de adaptación y apertura para el sector privado: al entorno, a los actores sociales, a los patrones culturales y al medio ambiente. 
    Un nuevo nivel de sostenibilidad es necesario para enfrentar los grandes retos globales en un mundo tan complejo y globalizado, insiste.
    Las empresas del futuro buscan aprovechar las conexiones sociales y las competencias de las redes y organizaciones que ya operan en la comunidad. Son también conscientes de la importancia de su entorno macro, y unen fuerzas para contribuir incluso en el diseño de un conjunto de políticas públicas constructivas que permitan crear escenarios más competitivos para todos. Estos resultados deben animar a otras empresas orientadas a la sustentabilidad a considerar reproducir las mejores prácticas más allá de posible regulación o contralor, con la adaptación que sea necesaria en cada mercado y contexto social.
    La sostenibilidad se está moviendo de una cuestión de respuestas a una necesidad estratégica, describe Los directorios deberían comenzar por determinar qué aspectos de sostenibilidad tienen o pueden tener un impacto material dentro de la capacidad de la organización para alcanzar sus objetivos, identificar cómo las oportunidades y riesgos relacionados con este tema impactan como camino para llegar a la innovación y la mejora de las estrategias en el largo plazo.
    El directorio debe entrar en un diálogo estratégico sobre las actividades donde la sostenibilidad puede o debe cambiar decisiones críticas del negocio, por ejemplo, el impacto de los temas ambientales y sociales en las decisiones de inversión para el crecimiento y en qué mercados es beneficioso entrar, crecer o salir.

    Organización Odebrecht

    Desafío ineludible, por convicción o conveniencia

    Las grandes empresas deben contar con políticas firmes de salud y seguridad en el trabajo, pero además exigir estos mismos estándares a lo largo de su cadena de valor. La vida de las personas es un objetivo central de cualquier organización.


    Lucas Ignacio Utrera

    Ex jefe de RSE de Manpower, el líder de RSE y Sustentabilidad, Lucas Ignacio Utrera, afirma que Odebrecht es una organización de personas y, por ello, las cuestiones de salud y seguridad de sus integrantes son un eje prioritario de sus directrices de sustentabilidad, un componente central de su Sistema Integrado de Gestión Sustentable e inclusive, una variable esencial para medir el desempeño de sus directores de proyectos. 
    Además de contar con diversos estándares como OHSAS 18001 o el Programa de Prevención de Eventos Graves (PREVER) para identificar aquellas situaciones con potencial de accidentes como trabajos en altura y excavaciones, “buscamos que cada integrante y toda nuestra cadena de proveedores y contratistas, inspirados en el ejemplo de los líderes de la organización, aseguren la toma de conciencia y el respeto de las normas de seguridad”, explica.
    Profesor de RSE y Sustentabilidad en materias de grado, posgrado y MBA, Utrera escribió el libro RSE y sus mitos. Manual básico para refutar a ingenuos y escépticos, y lidera el cuarto reporte de sustentabilidad de la compañía, la Visión 2020, el Fondo de Inversión para el Desarrollo Sustentable, la estrategia de Inversión Social Privada y el Premio Odebrecht al Desarrollo Sustentable.
    Afirma que “toda organización debería ocuparse de incorporar variables sociales y ambientales en sus procesos de toma de decisiones de negocios. Cada vez más los distintos grupos de interés están observando los comportamientos empresariales, atentas a los impactos de sus acciones. Inversores, empleados, Gobiernos, consumidores, organizaciones sociales, pueblos originarios, entre otros, cada uno desde su lugar demanda transparencia y acciones concretas por parte de las empresas en relación a cómo obtiene su riqueza, tanto por el propósito del bien o servicio que ofrece, como también, por su proceso productivo o de prestación”. 
    Destaca que cada vez más las decisiones de negocios, en el corto y largo plazo, están condicionadas por factores sociales y ambientales, además de marcos regulatorios más exigentes. Enumera la posibilidad de acceder a recursos naturales necesarios para las operaciones, la existencia de mano de obra local capacitada y competitiva y la gestión de residuos como solo algunos de los numerosos desafíos que se incorporan en las agendas empresariales.

    Mesa estratégica de los directorios
    Invoca los negocios sociales, alianzas público-privadas para el desarrollo local, reciclado, marca empleador, capacitación e inclusión de las personas, desarrollo de proveedores, entre algunas de las tendencias que comienzan a instalarse en la mesa estratégica de los directorios de toda organización, más allá de su escala. 
    Argumenta que las compañías son actores relevantes en el debate y en las resoluciones, de problemáticas acuciantes como el cambio climático, el cuidado del medio ambiente y el combate a la pobreza, en un mundo más asimétrico, complejo y poblado.
    Define en ese aspecto la sustentabilidad es una tendencia cada vez más presente en la agenda de los negocios, por ende, un desafío ineludible para las empresas, ya sea por convicción o conveniencia. Los asuntos sociales y ambientales inciden en la reputación de una organización. “En nuestro caso, la gestión de los impactos socioambientales de nuestras realizaciones se convierte en un eje prioritario. Cada vez más nuestros clientes, las comunidades, e inclusive, los financiadores están atentos a nuestro desempeño en las tres dimensiones”. 
    “Y no solo eso, cada año es mayor el interés por estos temas en aquellos que desean ingresar a nuestra organización. Esto nos llevó a incorporar en las dinámicas y actividades de nuestros programas Joven Socio y Joven Técnico, asuntos de sustentabilidad y el propio reporte de sustentabilidad como herramienta de trabajo cotidiano”.

    Syngenta

    Menos tierras, agua e insumos; más soja y maíz 

    Abordar los principales retos relacionados con la seguridad alimentaria: cuidado del medio ambiente, fortalecimiento de las comunidades rurales y uso eficiente de los recursos naturales, trasciende los planteos teóricos y abona la sustentabilidad junto al fruto de semillas y cultivos.


    Román Bartomeo

    Estamos en un estadio muy superior frente a la década pasada. En este contexto, lanzamos The Good Growth Plan a finales de 2013, su estrategia global de sustentabilidad con métricas y compromisos específicos y medibles de cara a 2020, expresa Román Bartomeo, director de Asuntos Corporativos para Latinoamérica Sur de la firma dedicada a la producción de semillas y cultivos de cereales y oleaginosas.
    Las organizaciones han comenzado a tomar riendas en el asunto y no lo hacen por sí solas, sino con socios estratégicos que provienen de distintos sectores de la sociedad, prosigue. 
    El diálogo y la co-creación adquirirán en ese sentido un estatus superior en la creación de valor compartido, redondea.
    Si bien sobresale la promoción de iniciativas orientadas a la seguridad alimentaria o a voluntariados que trabajan en la inclusión de las comunidades rurales, “el brazo ejecutor y de impacto individual del que disponen las organizaciones para contribuir –entre otros objetivos– al desarrollo sustentable se llama RSE”, afirma.
    El ejecutivo opina que se debe hacer lo correcto para conseguir mejores resultados, sea resguardar su imagen y reputación, captar talento al reclutar empleados, posicionar mejor la marca entre consumidores, diferenciarse de los competidores, en todos los sentidos, pero que se ha vuelto algo inescindible el cumplimiento de cada uno de esos fines. En ese sentido, señala que es indudable que el cuidado de los distintos capitales facilita la subsistencia y la trascendencia de las organizaciones –desde el capital financiero y reputacional hasta el social y ambiental–, por ejemplo.
    Enfatiza que, desde luego, adoptar una política sustentable se trata de una gran oportunidad para el mundo de los negocios y para todo el mundo. 
    Pone de relieve que todavía escasean las instancias de medición que establezcan su relación con la facturación, por ejemplo. Sin embargo, subraya que son procesos más lentos y que dependen de las diferentes geografías.

    En tiempos de escasez
    Admite el ejecutivo de Syngenta que el corto plazo sea tal vez uno de los mayores enemigos de la sustentabilidad. Una y otra vez, las crisis financieras globales ponen a prueba estos nuevos modelos. Sin embargo, no le parece probable una vuelta atrás en términos de sustentabilidad. La falta de recursos es un hecho y puede que no cambie demasiado en el futuro.
    Supone que al no ser un programa o acción puntual, sino un modelo para la toma de decisiones, y que inclusive en períodos críticos, debería representar incluso un valor diferencial para salir airosos de situaciones conflictivas y reducir el impacto negativo de esa crisis.
    Pero de todos modos alude al beneficio económico que representa para una compañía enrolarse en la corriente sustentable: “Hay compañías que ya cotizan en las llamadas bolsas verdes, de manera que el valor total de la organización es diferente, tanto desde la percepción de los consumidores como –más recientemente– de la que tienen los accionistas. Prueba de esto es quizá la tendencia a presentar a los inversores reportes integrados (integrated reports) en lugar de solo resultados financieros”, pone como ejemplo.
    Subraya que el capitalismo consciente aparece cada vez más como una solución para que los idiomas económicos y ambientales se encuentren. “De hecho, si el consumo actual se mantiene constante, necesitaremos al menos 2,3 planetas. No es un futuro viable”, alerta. 
    Ensaya como excelente combinación de intereses los siguientes factores:
    • Consumidores globalizados y conscientes, con voz y voto. 
    • Empresas que buscan soluciones con menor impacto ambiental para ser más competitivas. 
    • Gobiernos que promueven el aumento de la escala con políticas públicas –y que en muchos casos ofrecen incentivos a este tipo de producción–.
    • Cadenas de valor alertas al cambio y dispuestas a adaptarse para no quedar fuera del sistema.
    • Mercados especializados que empiezan –o empezarán– a pagar más por calidad, y 
    • Trazabilidad de la sustentabilidad. 

    Directv

    Educación y regulación, a la par de avances tecnológicos

    La visibilidad de los negocios y los reportes de sustentabilidad colaboran para que sean cada vez menos los que en las sombras continúan haciendo uso indiscriminado del medio ambiente, por la explotación o la contaminación.


    Andrés Barbero

    Andrés Barbero, gerente de RSE, define a la sustentabilidad como un concepto que abarca tanto a la responsabilidad por la sociedad (incluido el medio ambiente) como también ciertas cuestiones de un negocio integral y sano a largo plazo, no del todo implícitas en la RSE.

    –¿Por qué las empresas invierten en sustentabilidad y en RSE? 
    –Un negocio va a progresar en la medida en que la que la comunidad en la que esté inserto esté bien social y económicamente. Creo que las empresas tienen en cuenta todos estos factores y por eso deciden invertir en sustentabilidad y RSE.   

    –¿Es una oportunidad para los negocios y para todo el mundo adoptar una política sustentable, responsable socialmente? 
    –Sí, tener una política de negocio sustentable es altamente beneficioso para la empresa y también para la comunidad. No solo por estar generando oportunidades para el futuro, sino porque la sustentabilidad nos obliga a cambiar la manera de hacer las cosas con respecto al pasado, como evitar el consumo indiscriminado de recursos. En estos cambios se pone a prueba nuestra creatividad y surgen nuevas ideas, procesos y tecnologías. La sustentabilidad se convierte en un motor de progreso e innovación para la compañía.

    –¿Qué se hace con las políticas empresariales sobre sustentabilidad cuando hay turbulencias macroeconómicas que determinan medidas que afectan el desenvolvimiento de los mercados? 
    –Cuando la sustentabilidad es considerada estratégica para el negocio, plantea un desafío a largo plazo que debería superar el contexto económico del momento, atravesar a toda la organización e involucrar a toda la cadena de valor de la misma. Por lo tanto, la sustentabilidad planteada en estos términos debería poder sortear sin inconvenientes los momentos de turbulencias macroeconómicas. En Directv asumimos el compromiso de mantener o incluso aumentar nuestra inversión en RSE en el caso que nos toque enfrentar un contexto económico desfavorable.

    Pacto de Ecuador
    –¿Hay una manía obsesiva –en los mercados desarrollados– con los resultados financieros de corto plazo (trimestrales) y una aparente indiferencia por el bien común, que resiente la fe de los ciudadanos en las empresas y en su aporte a la sociedad?

    –Si bien es cierto que actualmente los mercados financieros se han vuelto más complejos y especulativos, en los últimos 15 años surgieron iniciativas que favorecen la inversión en empresas sustentables. La creación de índices bursátiles como el DJSI y el FTSE4GOOD, el creciente interés de importantes fondos institucionales en destinar una mayor parte de sus inversiones a empresas que demuestran un comportamiento responsable e inclusive el pacto de Ecuador para el sector bancario son buenos indicadores en este sentido. 
    Por otra parte, es importante destacar que, aunque lentamente, también ha evolucionado el rol de los consumidores, que valoran las compañías que realizan acciones y programas que aporten valor social y cuiden el medio ambiente.

    –¿Se vislumbra una nueva economía donde el concepto de crecimiento se despegue de las limitaciones de recursos?
    –Hemos llegado a un punto donde es muy visible que la explotación ilimitada de los recursos de nuestro planeta “tiene las patas muy cortas”. Un conjunto de regulaciones de Estado e inclusive mundiales, junto a la presión de organizaciones e instituciones que lideran los reclamos hacia las empresas, ha hecho que por convencimiento propio o por el bien de su negocio, estas últimas hayan comenzado un cambio de comportamiento en cuanto a su relación con el medio ambiente. 
    Todavía falta mucho, y al ritmo que llevamos ahora no alcanza para tener un futuro sustentable. Este tema debería ser prioridad en la agenda de desarrollo mundial con mucha más fuerza de lo que lo es hoy en día.

    –¿Se viene otra versión del capitalismo de la mano de la sustentabilidad, tras los incesantes avances en IT, en nanotecnología, en materiales científicos y en biología que aumentan en forma exponencial la productividad de los recursos?
    –El ser humano siempre ha buscado soluciones para los desafíos que se le han ido planteando, pero muchas de estas se han transformado en nuevos problemas a resolver, como el uso de combustibles fósiles, por ejemplo. Los avances en todos los campos de las ciencias serán de vital importancia para encontrar el camino a una humanidad sustentable, aunque mágicamente no resuelvan todo.

    Walmart

    Un entorno que se aproxima al paradigma

    Hernán Carboni, director de Relaciones Institucionales

    Luego de transcurrido un tiempo considerable desde sus primeras formulaciones y la adopción efectiva, por parte de las empresas, del denominado “paradigma de la sustentabilidad”, las preocupaciones, debates e intereses en la materia parecen estar configurando un nuevo horizonte de trabajo para las compañías y los grupos de interés asociados. 
    Se trata de un paso decisivo en vistas a que, en mi opinión, supone no solo adherir a una serie de principios y lineamientos de trabajo, sino alinear la realidad operativa de la empresa y el gerenciamiento del negocio a un entorno más sustentable. 
    En este sentido, por ejemplo, Walmart anunció su compromiso global por duplicar el número de proyectos de energía solar en sus tiendas y centros de distribución para 2020, estimulando la producción de energías renovables. 
    Ruego no tomar a mal los ejemplos propios, pero son los que conozco de cerca y con más detalle, y a través de los cuales puedo señalar un argumento general: el impacto y el valor social de hacer de la sustentabilidad la realidad misma de un negocio. Se trata, en suma, no ya de discusiones abstractas, sino la materialización concreta de la sustentabilidad y su articulación con la realidad misma del negocio. 
    En la Argentina, por ejemplo, nuestra tienda Walmart de Caseros se convirtió en la primera tienda ecológica del país, tras ser la única en su tipo en usar sistemas de refrigeración con CO2 de baja temperatura. Una innovación que posibilita optimizar el uso de energía y disminuir los costos de mantenimiento y el consumo de R404a, un gas contaminante utilizado en las instalaciones de refrigeración.
    Aquellos que tenemos la suerte de trabajar en el mundo del consumo masivo, somos testigos del creciente interés, por parte de los consumidores, en entender cómo y en base a qué materiales se elaboran los productos que los supermercados ofrecemos a diario. Toda una nueva demanda emergente en base a la definición de criterios más sustentables de producción, de consumo y de vida. Un hecho que nos obliga a realizar los máximos esfuerzos en la búsqueda de soluciones que nos ayuden a vivir mejor.

    Danone

    Reservas naturales, negocios inclusivos

    Pilar Fourcade, gerente de Comunicaciones y Sustentabilidad

    Danone Way Fundamentals se llama nuestra guía evolutiva sobre el modo de hacer negocios responsable y sustentablemente, teniendo como base el eje de acción de la Responsabilidad Social Empresaria.
    Tenemos experiencias muy enriquecedoras tanto a escala local como internacional en cuanto a involucrar al consumidor, hacerlo parte, motivar y acompañar su responsabilidad. La creación del Fondo Danone Communities abre con su primera empresa fondeada, Grameen Danone Foods, junto a Muhammed Yunus, el concepto del “negocio social”, o el Fondo Ecosystem como un estímulo para el desarrollo de negocios inclusivos. Localmente, contamos con el cuidado de la Reserva Natural Villavicencio; las campañas de causa realizadas por la misma marca, invitando y estimulando al consumidor a incorporar hábitos más saludables y sustentables; y Fundación Danone, referente indiscutido en educación para una vida saludable y en acceso al agua y la alimentación. 
    Aprendimos también muchísimo, y nos llena de orgullo, el haber sido precursores en la creación de un nuevo parque nacional en los terrenos de la vieja estancia La Fidelidad (que hoy en día ya tiene media sanción de ley y está próxima a tratarse en Diputados), o el proyecto Cartoneros para el fortalecimiento y réplica de un modelo de recupero y reciclaje inclusivo y vital para la dar respuesta sostenida a la problemática de los residuos. Son apuestas que implican una complejización de riesgos que a veces no son fáciles de asumir, pero que trabajando en co-creación, aprendiendo unos de otros, permiten alcanzar resultados de gran impacto para la sociedad toda.
    Por último, nos ocupamos de todo nuestro ciclo de vida trabajando en conjunto con los actores y entornos de cada uno de estos momentos. De modo de asegurar así lo que nosotros llamamos un abordaje ecosistémico.

    CCU Argentina

    Solo las que eviten impacto ambiental

    Juan Pablo Barrale, gerente de Asuntos Corporativos

    Una compañía sustentable es la que desarrolla de manera consistente su impacto en lo económico, lo medioambiental y lo social. Esta visión integradora es posible si el concepto de sustentabilidad se sostiene en el trabajo de todos los días: realizando un sano desarrollo de nuestras marcas, promoviendo el consumo responsable de nuestros productos, potenciando que los trabajadores que integran el gran equipo que forma parte de CCU se desenvuelvan en un ambiente de alta satisfacción y sentido de pertenencia, y dando cumplimiento a nuestras metas medioambientales.
    En mercados tan competitivos, donde el consumidor exige cada vez más de las compañías, implementar un modelo de gestión sustentable es una opción ineludible. Solo se sostendrán en el tiempo las empresas que implementen políticas para evitar el impacto ambiental, aquellas que comuniquen de manera trasparente a sus consumidores. La competitividad y diferenciación nace de los trabajadores, los cuales tienen que desempeñarse en ambientes que promuevan el trabajo en equipo y la innovación. Los productos deben inspirar confianza y esta solo se logra ofreciendo el máximo de calidad en cada etapa del proceso. Ser sustentable implica ser responsable en cada espacio de impacto de una compañía: el económico, social y medioambiental.
    En términos sociales, CCU invierte en promover un consumo responsable de las marcas Schneider, Heineken, Budweiser, Imperial, Sidra Real, entre otras, las que tienen un firme compromiso de autoregulación que se complementa con el trabajo que la compañía realiza con sus clientes y con padres de las comunidades donde posee plantas y oficinas. El consumo de alcohol es compatible con un estilo de vida saludable, solo si se hace con mucha responsabilidad.
    Por otra parte, CCU se ha propuesto reciclar 100% de sus residuos sólidos, disminuir la Generación de Gases Efecto Invernadero (GEI) y el Consumo del Recurso Hídrico en 33%. ¿Qué ha logrado hasta el momento? Reciclar 98% de sus latas y envases de vidrio, reducir en 21% el consumo de energía y 26% el de agua, lo que 1.300 familias consumen en un año. Todo, realizando una minuciosa medición de la huella de carbono.

    Banco Macro

    Inclusión financiera crea sostenibilidad

    Milagro Medrano, gerente de Relaciones Institucionales

    Tenemos grandes oportunidades como entidad financiera para colaborar con el país llevando a cabo nuestro negocio de manera sustentable y con una mirada de largo plazo. 
    Lo que nos ha preocupado es aquello en lo que decidimos ocuparnos y actuar. Nuestro propio modelo sustentable, que se inserta en el corazón del negocio, nos conduce a buscar la multiplicación de las oportunidades para todos los argentinos. Queremos llevar nuestros servicios como banco a cada rincón del país.
    Pero la bancarización no puede entenderse como una simple oferta de un servicio. Implica generar oportunidades de crecimiento y de desarrollo personal. Estar cerca de la gente para que acceda al sistema financiero formal mejora la calidad de vida de las personas. ¿De qué forma? Incrementando su seguridad y comodidad, evitando operaciones de usura, contribuyendo a atacar a la economía informal y brindando herramientas y criterios ordenadores que colaboran a mejorar la administración de los recursos.
    En definitiva, creemos que la banca es sostenible en el tiempo solo si las políticas de inclusión financiera son exitosas. Nuestra preocupación radica en brindar servicios financieros que estén en comunión con la ética y el bien común. Estamos convencidos de que la sociedad y los bancos tienen intereses convergentes: solo puede haber bienestar cuando es accesible a todos los miembros de la comunidad.

    Grupo Sancor Seguros

    Lo “verde” no pasa de ser un “green wash

    Javier Di Biase, gerente de Responsabilidad Social Empresaria

    Las empresas van adaptando su modelo de negocios a los cambios y tendencias que suceden en el mundo. Algunas lo hacen en forma proactiva, incluso antes de que se evidencien; otras, en forma reactiva. Sin duda, este es un cambio de paradigma que se va dando paso a paso, al mismo ritmo que la empresa va madurando estas temáticas, entendiéndolas, y empujada por las altas expectativas de la sociedad, un contexto que se va acelerando por las grandes crisis que nos ha tocado atravesar.
    Está comenzando una nueva era de transparencia, sobre todo a raíz de la crisis de 2008, del alcance de las redes sociales, del surgimiento de un nuevo consumidor más consciente y demandante. Pero hay que tener mucho cuidado con pensar en hacer productos y servicios “verdes” solo porque aumenten las ventas y mejoren ganancias, eso no pasaría de ser un “green wash”. 
    La transparencia se gesta en el diálogo sincero y abierto con los grupos de interés, en generar productos y servicios que realmente cumplan sus expectativas, generen valor y ocasionen el menor impacto posible, y en un rendimiento de cuentas responsable. Hoy, la empresa está en la mira de sus propios consumidores, empleados, sociedad civil, Gobierno y debe responder como tal, desarrollando sus actividades respetando los derechos humanos y promoviendo ese respeto hacia toda su esfera de influencia, cuidando muy bien de no vulnerarlos y preocupándose por remediar los daños que pueda causar. 
    Todo se va redefiniendo y las principales herramientas para rendir cuentas en RSE, como GRI G4, lo demuestran. La responsabilidad de las empresas con respecto a su cadena de valor, esfera de influencia, derechos humanos se hace cada vez más presente. Y estos temas se han vuelto una presencia constante en la agenda mundial de la sustentabilidad.

    Nestlé Argentina

    Toda la relación es ganar-ganar

    Ramón Chávez, director de Comunicaciones y Asuntos Públicos

    En la sociedad hay cada vez más conciencia de la necesidad de hacer un uso responsable de los recursos pensando en un desarrollo inclusivo y sustentable. En este contexto es necesario que las empresas, como actor económico y social, trabajen con la convicción de que no sacrificarán el desarrollo a largo plazo por un beneficio en el corto plazo. Con esta convicción trabajamos en Nestlé, y esta forma de entender nuestro negocio es la que nos llevará a cumplir 150 años en 2016.
    Los consumidores son cada vez más exigentes y responsables. Antes de elegir una marca, analizan el producto teniendo en cuenta también cómo se produjo, por eso las compañías que no cumplen con las expectativas de este nuevo consumidor se quedan afuera del mercado porque sus marcas dejan de ser atractivas para él. Lejos de ser una amenaza, esto es muy bueno para una compañía como Nestlé, que trabaja guiada por la calidad y la seguridad, con el objetivo de poder ofrecerles a sus consumidores productos saludables y nutritivos que ellos pueden elegir con confianza. 
    En 2007, Nestlé decidió adoptar el modelo de Creación de Valor Compartido, que es el principio corporativo fundamental que guía el accionar de la compañía, y que sostiene que para tener éxito a largo plazo se debe generar valor en forma simultánea para la compañía y para la sociedad. Entendemos que todas las compañías que quieren perdurar en el largo plazo siguen la misma vía, ya que este modelo supera al concepto de Responsabilidad Social Empresaria al sacar a la empresa del rol central. 
    Ese lugar ahora lo ocupa la relación de la compañía con la sociedad y ahí es donde se genera una relación que es ganar-ganar. 
    A través del análisis de la cadena de valor se identificaron las áreas en las que se cruzan el interés de los accionistas y de la sociedad, y en las que la creación de valor puede ser optimizada por ambos. Como resultado, la compañía definió enfocarse en las áreas de Nutrición, Agua y Desarrollo Rural.
    Algunos de los programas y acciones de Nestlé en la Argentina son: Niños Saludables (Nutrición), Proyecto WET y Monitoreo y protección del acuífero del Valle de Uco en Tunuyán – Mendoza (Agua) y Servicio para el Productor Lechero (Desarrollo Rural).

    Acindar

    La RSE no llega a las raíces de las compañías

    Carlos Vaccaro, gerente de Asuntos Externos

    Uno de los principales desafíos que deben preocupar y ocupar a los responsables de Sustentabilidad y RSE es llevar su visión a la estrategia y al core del negocio de la compañía, teniendo en cuentas las expectativas y opiniones de los grupos de interés.
    En el mundo y en la Argentina, por supuesto, el concepto sustentabilidad tiene apenas una década, por lo que muchas empresas e instituciones han nacido sin un modelo acorde a las necesidades de su entorno y sus diversos públicos. 
    En muchos casos, la última década trajo el desarrollo de prácticas de RSE en base a estrategias bien fundadas pero que siguen sin tocar las bases de las compañías, sus raíces: aún no se logra transformar los negocios, la gestión, los procesos y formas de hacer las cosas.
    En Acindar, quienes lideramos la estrategia de sustentabilidad tenemos la fortuna de de­sem­peñar la función en una empresa comprometida con la gestión sustentable, desde hace más de 70 años. Los fundadores de Acindar fueron visionarios al respecto. Por ejemplo, Fundación Acindar es la fundación empresaria más antigua del país. Pero su visión no fue solo filantrópica, sino que la empresa también nació con un profundo compromiso por hacer el acero más sustentable a partir de las mejoras en los procesos productivos. 
    Como pares, debemos colaborar con las empresas que aún están lejos de esta concepción manifestándoles con hechos y resultados las mejoras que pueden alcanzarse. 
    Sin duda, nuestra obligación como profesionales es entender y comunicar a los demás hasta dónde puede y debe llegar nuestro campo de acción y actuar en consecuencia. 
    De esta manera, mejoraremos, sin duda, la práctica y aplicación de nuestra profesión, dándole a nuestro sector el rol que le corresponde y que es, hoy en día, tan demandando por las comunidades y sus diversos actores en las que estamos insertos.

    Nidera

    Cooperar además con las cámaras

    Javier García Moritán, gerente de Sustentabilidad

    Las compañías más comprometidas con el desarrollo sustentable vienen buscando su identidad a la hora de encarar la triple línea de resultados (económicos, sociales y ambientales). Muchas lo han logrado, estableciendo un foco de acción estratégico. De allí que podemos identificar a unas, por su compromiso con la infancia, sus derechos y la educación, o a otras, por el desarrollo de materias primas cada vez más ecológicas para sus productos. De este modo, y a través de una creciente profesionalización de sus acciones de RSE, un grupo de empresas líderes han logrado consolidar su impronta y, muchas otras, siguen sus casos como modelos a imitar. 
    Ahora bien, esa mayor especialización en un área específica puede llevar a que perdamos de vista nuevas oportunidades que hoy se presentan para maximizar el impacto, las cuales vienen de la mano de la extensión de los compromisos asumidos en la cadena de valor, por un lado; y de la integración de objetivos a nivel sectorial, por otro. 
    En cuanto a las relaciones con clientes y proveedores, es hora de dar el salto y entender que el modelo de “caso exitoso” de la empresa aislada constituye un estadio superado. Si no involucramos a nuestros socios comerciales para expandir una cultura responsable de hacer negocios, terminaremos por darle la razón a quienes dicen que la RSE es una moda. En cambio, si desde las empresas fijamos esquemas de colaboración a través de las cámaras y asociaciones que compartimos, estaremos a las puertas de una nueva etapa de la RSE, más eficaz a la hora de actuar.
    El largo plazo es más importante que la inmediatez, hay un escenario de negocios mucho más sólido si abordamos seriamente las dimensiones socio-ambientales y, además de mover la economía, generar fuentes laborales y cumplir las leyes, podemos dar un salto de calidad en la manera en que llegamos a cada uno de nuestros públicos de interés.

    Roche Argentina

    Valor social enfocado en infancia y educación

    Osvaldo De la Fuente, director general

    Concebimos a la RSE en un sentido amplio, como la creación de valor económico, social y ambiental, unida íntimamente a la forma de llevar adelante el negocio. Es decir, no solo buscamos agregar valor proveyendo soluciones innovadoras en el campo de la salud, sino también siendo un contribuyente responsable, un empleador atractivo y un inversor de relevancia, que apoya el fortalecimiento del sistema sanitario y el progreso de la comunidad en la que opera. Todos estos aspectos hacen a la sustentabilidad de nuestra compañía. Entendemos el modelo de negocio en forma integral y que cada una de nuestras políticas y operaciones deben ser sustentables si queremos lograr el crecimiento a largo plazo.
    Por eso, contribuimos para dar eficiencia al sistema sanitario local a través de dos ejes principales: la difusión para la prevención y promoción de la salud –para lo cual implementamos acciones de concientización social y mantenemos un vínculo sólido con el periodismo de divulgación– y la puesta en marcha de iniciativas vinculadas al acceso y a la fármaco-eficiencia. 
    En este sentido, impulsamos el desarrollo de la comunidad médico-científica local, de los centros de investigación y asistencia médica, como camino para mejorar la calidad y el acceso a la salud de la sociedad toda.
    Por otra parte, invertimos para generar valor social haciendo foco en la infancia, la educación y nuestra zona de influencia. Es decir, contribuimos a mejorar la calidad de vida de los más chicos, especialmente a través de la educación y en las comunidades más cercanas a la sede de la compañía, porque creemos que representa una genuina extensión de nuestra misión y principios corporativos. 
    Y finalmente, contribuimos a mitigar el impacto ambiental indirecto que tienen nuestras actividades a través de políticas de ahorro de energía, optimización del consumo de recursos renovables y no renovables y acciones de seguridad, salud y protección ambiental. 

    Renault Argentina

    Adaptarse a las personas y al planeta

    Ethel Zulli, gerente de Responsabilidad Social Empresaria

    El compromiso está directamente ligado a nuestra visión del negocio. A escala mundial, Renault ha definido como eje estratégico la “Movilidad sostenible para todos”, así, en cada país donde se inserta, la contribución con el desarrollo sostenible es parte del modelo de negocios de la marca. Tomando en cuenta el caso específico de la industria automotriz, tenemos la fuerte convicción de que ya no corresponde que el mundo se adapte al automóvil, sino que es necesario que el automóvil se adapte a las personas y al planeta.
    En el camino de crecimiento sustentable, podemos decir que la gran mayoría de las empresas van aprendiendo con el tiempo y ajustando su gestión. En este proceso se producen errores y muchos con consecuencias muy graves; pero también se logran correcciones y cambios drásticos de rumbo. Se trata de un proceso que debe continuar y profundizarse. Las empresas deben buscar su propio camino hacia el verdadero compromiso con la sustentabilidad que es lo que, en definitiva, les garantizará su propia perennidad.
    La actividad de la que se ocupa la empresa tiene que cuidar todos los recursos con los que trabaja e interactúa: humanos, financieros, físicos y naturales, entre otros. Y para lograr esto, debe ajustarse a la demanda, cada vez más generalizada, que se relaciona con el cambio de paradigma. Es decir, somos los clientes, usuarios y consumidores los que reclamamos y guiamos nuestras acciones en la comunidad, en relación con nuevas demandas de sustentabilidad y cuidado del entorno. 

    Siemens Argentina

    Acciones colectivas que transparentan

    Fernando Huergo, director de Comunicaciones Corporativas y de la Fundación

    Creemos y entendemos la sustentabilidad y la RSE en términos estratégicos, como parte de una evolución de la concepción misma de empresa privada, que debe verse hoy como una entidad vinculada estrechamente a la comunidad en la que está inserta. 
    En línea con ello, las empresas que deciden comprometerse detrás de una estrategia de sustentabilidad y RSE tienen –a mi criterio y simplificando– dos grandes desafíos por delante: por un lado, desarrollar una visión y aplicar modelos de gestión sustentables, junto a planes de RSE que reflejen los valores y principios éticos de la compañía. Por el otro, lograr que todos los integrantes de la empresa –comenzando top down– asimilen la importancia de estas políticas y se comprometan con estos planes de forma efectiva. De ello dependerá el éxito de estos programas y, en definitiva, el de la estrategia de sostenibilidad de la compañía.
    Un área en que hay mucho espacio de mejora es en colaboración y sinergias, que permitan maximizar los impactos y lograr verdaderos cambios.
    Un ejemplo serían las denominadas “acciones colectivas” entre empresas en materia de compliance, que pueden contribuir a compartir valores rectores promoviendo mercados más justos y transparentes. Desde la compañía impulsamos global y localmente este tipo de acuerdos, porque es evidente que un mercado con reglas claras y asentado sobre valores comunes genera un mejor ambiente para el despliegue de toda la potencialidad de una empresa en su relación win-win con la sociedad. 
    Puede sonar algo utópico, pero estamos convencidos que el esfuerzo vale la pena y, de hecho, tenemos localmente ejemplos concretos de acciones colectivas firmadas entre varias empresas, lo que nos confirma que hay terreno fértil para avanzar a mayor escala.

    Kimberly-Clark LAO Región Austral

    Los cómo inciden en la decisión de compra

    Fernando Hofmann, director de Asuntos Legales y Corporativos

    La sustentabilidad es la esencia de nuestra estrategia corporativa. Nos esforzamos a diario para ser más amigables con el medioambiente al optimizar nuestros procesos productivos, implementando políticas de recursos humanos que mejoren el balance entre la vida personal y profesional de nuestros empleados, desarrollando programas de inversión social para contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades donde operamos e innovando permanentemente en los productos que brindamos a nuestros clientes y consumidores. 
    Visión 2015 es una estrategia global que incluye objetivos de desempeño para trabajar en tres pilares: las personas, el planeta y los productos y nos plantea metas desafiantes, que demandarán una integración total con nuestro Plan de Negocios 2015: mayor foco en la innovación de nuestros productos en todo el ciclo de vida, consolidar nuestra reputación y medir nuestro  progreso. Sustentabilidad 2015 nos orienta sobre el camino a transitar para asegurar el éxito a largo plazo de nuestra empresa, llegando a un mayor número de personas con nuestros productos. A través  de un enfoque integral, nuestra estrategia representa el ciclo completo de responsabilidades: aumentar la contribución para la preservación del capital natural del planeta y para el progreso socioeconómico de las comunidades en las que operamos.
    A su vez, distintos estudios e investigaciones de mercado, tanto en el plano global como local, demuestran cómo año a año el concepto de sustentabilidad empieza a tenerse cada vez más en cuenta por los consumidores a la hora de elegir un servicio o producto. Este nuevo consumidor responsable empieza a interesarse paulatinamente no solo por los beneficios del producto que está adquiriendo, sino también sobre cómo fue producido, si la compañía que lo produce contempló, por ejemplo, criterios ambientales y sociales.

    ABB

    Las dos claves en el largo plazo

    Javier Mayorca, gerente de Relaciones Institucionales y Comunicación en Argentina, Uruguay y Bolivia

    Las empresas y organizaciones en general debemos ocuparnos de hacer cada día “más con menos”. Tomemos el caso de la energía. Se calcula que en 2050 habrá 9.000 millones de personas viviendo, produciendo, consumiendo y transportándose en el mundo y a este ritmo vamos a necesitar los recursos de 2,3 planetas Tierra. Claramente esto es imposible. ¿Qué podemos hacer? Desde el punto de vista energético, por ejemplo, que es donde ABB se desempeña, se puede ser más eficiente en los procesos productivos y de movilidad. Para lograr objetivos de disminución de emisiones de CO2, además de diversificar la matriz energética (energías alternativas) es necesario hacer las mismas actividades con menos energía. Para ello es importante trabajar en dos aspectos: concientización de las personas e incorporación de tecnologías más eficientes en los procesos productivos o en el transporte y distribución de energía eléctrica, evitando pérdidas y desarrollando infraestructuras más confiables. 
    Para trabajar en eficiencia energética en una organización, o un edificio, existen hoy Sistemas de Gestión certificables (ISO 50001, por ejemplo) que pueden ayudar a reducir gradualmente el consumo poniendo objetivos claros de disminución, bajo el concepto de mejora continua. Claramente en materia energética se necesita de las dos cosas: incentivar la financiación de proyectos para diversificar la matriz y eficiencia energética expresada en utilización de tecnologías eficientes, así como el comportamiento de cada uno de nosotros, en nuestros puestos de trabajo, en nuestros hogares.
    Tanto la diversificación de la matriz como los programas de eficiencia energética están expresadas dentro de la guía de trabajo pensada y plasmada por el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS), llamada “Visión 2050 Argentina. Una Agenda para el Desarrollo”.

    Fundación Itaú

    La bicicleta genera movilidad sustentable

    José Pages, presidente

    La prioridad para las empresas es insertar el concepto de sustentabilidad en toda la organización. Aunque la sustentabilidad financiera es algo intrínseco a la actividad empresarial, es necesario desarrollar más el vínculo entre las otras partes de la sustentabilidad (ambiental y social) y el negocio. 
    Por ejemplo, cuando el Itaú lanzó su campaña de uso racional del papel y estímulo con el uso de resúmenes digitales, logró varios objetivos al mismo tiempo: reducir el consumo de papel, disminuir la huella de carbono (por menor traslado de madera y de resúmenes de cuenta), un más rápido servicio al cliente, que recibe el resumen en el acto que es confeccionado, y una reducción de costos.
    Con este simple ejemplo es factible comprender que el modelo debería ser transversal a todas las áreas: todos los procedimientos, programas, iniciativas, etc. de una empresa deberían estar alineados con una visión sustentable global. Éste es el principal desafío al que se enfrentan las compañías en materia de sustentabilidad y RSE.
    En el caso particular de Itaú pienso que estamos muy encaminados. Por 14° año consecutivo estamos en el Dow Jones Sustainability Index, el principal índice mundial de empresas grandes sustentables, en el que todos los años rendimos exitosamente los rigurosos exámenes y controles para permanecer en dicho índice. Y en la Argentina continuamos apoyando a la cultura y a la educación a través de la fundación Itaú, e impulsando la movilidad sustentable con diversas acciones de estímulo al uso de la bici.
    Para el próximo año planeamos profundizar nuestro accionar con el desarrollo de indicadores socioambientales de nuestra gestión, que complementarán los financieros, y con el lanzamiento de una campaña de uso consciente del dinero para diferentes públicos, luego de haberlo hecho exitosamente con nuestros colaboradores.

    Cervecería y Maltería Quilmes

    Gestión sustentable, clave en la cultura

    Mariano Botas, vicepresidente de Asuntos Públicos

    La inversión en sustentabilidad y RSE realizada por una compañía puede deberse a distintos motivos. En nuestro caso, la implementación de prácticas sustentables en toda la cadena de valor, definitivamente, es parte clave de nuestra cultura. Consideramos a la gestión sustentable como una matriz de funcionamiento esencial: hacemos un negocio sustentable al elaborar productos que son, también, fuentes de promoción social y creadores de valor en las comunidades en las que los producimos y en todo el país. 
    Como líderes en la categoría cervezas, reconocemos que la