Los estudiantes de economía sienten que no saben explicar la crisis o el desempleo mucho mejor que sus amigos que estudian arquitectura o antropología. No salen de la universidad con respuestas sólidas sobre por qué hubo una crisis, por ejemplo.
En las librerías de los aeropuertos, libros como Freakonomics, Why Nations Fail y Irrational Exuberance compiten con las novelas policiales. Así, muchachos y chicas se entusiasman y se inscriben en la carrera de economía con sed de involucrarse en debates políticos y se encuentran que los programas los excluyen. Estudiar economía hoy implica cubrir muchas materias, pero ninguna llega a darles la satisfacción de entender por qué pasan las cosas que pasan.
¿Está desconectada la economía de los problemas de la realidad actual?
Es cierto que los últimos 30 años han planteado problemas mucho más serios que los que arrojara la primera gran depresión del 30 en Estados Unidos. Hoy, como entonces, preocupa la inestabilidad financiera pero hay además problemas más serios como el cambio climático, la desigualdad en riqueza y en oportunidades, la degradación ambiental.
Cualquiera de esos problemas y muchos otros requieren enfoques que exceden los modelos matemáticos, demandan enfoques más humanos en las políticas que pretenden encontrar soluciones tanto a la volatilidad financiera como a la degradación ambiental. Enfoques que, paradojalmente, podría aportar la tecnología.
Y sin embargo, la currícula de la carrera de Economía está distante de estos problemas acuciantes. The Institute for New Economic Thinking es una nueva institución que está creando materiales de acceso abierto para crear una nueva curricula. Se trata de métodos de enseñanza con tecnología digital e interactiva que permitirán estudiar la realidad con más precisión. Los estudiantes, dicen sus autoridades, aprenderán a usar datos de la historia, experimentos y otras fuentes para testear explicaciones y políticas,
El ejemplo de la empresa
Se ha demostrado que la combinación de software y servicios basados en la nube, más big data y redes sociales está transformando la forma en que operan los recursos humanos de las empresas, cambiando actividades como reclutamiento, relaciones con el empleado, capacitación y desarrollo de la carrera.
Subrayando la creciente importancia de la tecnología en recursos humanos –o gestión de los recursos humanos como se la está llamando ahora– los líderes en el mercado de software empresario han invertido miles de millones de dólares en los últimos 18 meses adquiriendo start-ups con base en la nube y especializadas en administración de talento. Así, Sap compró SuccessFactors, Oracle se apoderó de Taleo e IBM adquirió Kenexa.
En los últimos cinco años, y muy especialmente en los últimos tres, el negocio cambió notablemente.
Los analistas han detectado hay cuatro formas en que la tecnología está cambiando los recursos humanos: el uso de redes sociales, el crecimiento de todo tipo de dispositivo móvil, el uso de contenido mixto (especialmente con video) para capacitación y otras funciones y el uso de data analytics para descubrir patrones no evidentes en los datos de los empleados. Pero tal vez la forma más obvia en que IT ha cambiado a recursos humanos es en el uso de los servicios de reclutamiento online y redes sociales –como LinkedIn– para aumentar los métodos tradicionales de reclutamiento.
Si todas estas herramientas tecnológicas han logrado transformar un área que trata exclusivamente de personas ¿por qué no habrían de poder cambiarle también el enfoque a los multifacéticos problemas que enfrenta hoy la economía, que esencialmente consiste en la satisfacción de las necesidades humanas con los recursos existentes?