El futuro, visto desde el presente

    Aunque los pronósticos queden desactualizados a poco andar. Tras las huellas del historiador inglés Eric Hobsbawm, hay que reconocer que para las nuevas generaciones hay un quiebre donde el presente es todo, ya que es una continuación del pasado y un simple anticipo del futuro. Sin embargo, indagar en el porvenir hace a la esencia del ser humano, y es el tópico recurrente en esta edición del 45° aniversario de Mercado.
    Así el tema central inquiere sobre el futuro de la democracia, un debate no resuelto en todo el mundo, y tampoco en nuestro país. Sobre qué significa hoy este concepto, cuál es la fortaleza de sus cimientos y si cambiará o sobrevivirá en los años por venir. La investigación de Carlos Fara y Asociados (a partir de la página 26), intenta dar cuenta del estado de situación en este tema. Son dos encuestas, una entre público general y otra en el universo de empresarios de la base de datos de Mercado.
    Su buscó contestar respuestas como qué es lo más importante dentro de una democracia; cuál es el país que mejor –y peor– representa los valores de la democracia; si hay acuerdo o en desacuerdo con quienes afirman que, a pesar de sus defectos, siempre es preferible vivir en ella; y si existe una mejor alternativa, entre otros interrogantes.
    Así, los menores de 30 prestan menos atención a la libertad de prensa y a la transparencia en la gestión, que los más grandes, quienes aceptarían restricciones económicas pero no individuales. Clases socioeconómicas, franjas etarias, empresarios y población en general dan batalla cultural por el futuro de la democracia. Elecciones libres y ninguna alternativa mejor constituyen un punto de partida ciudadano.

    Canasta básica del ejecutivo
    Además, en tono más atractivo y divertido se publican los resultados de esta investigación.
    Así como hay una canasta básica de la población, la intención de Mercado fue construir un nuevo índice que mide los consumos calificados de gerentes y directivos de empresa, que tienen características intrínsecas diferentes a las del resto de la población. A siete años de la primera encuesta de este tipo que realizó Mercado, la pregunta sigue teniendo relevancia: ¿cómo distribuye su ingreso el emprendedor o gerente general de una gran empresa?
    Otro capítulo de esta edición se dedica a “Seis grandes temas en la agenda de la Argentina”. A grandes rasgos, se profundiza en áreas como la educación, energía, alimentos, políticas industriales, geopolítica mundial y sistemas sociales vinculados a las nuevas características demográficas, por el envejecimiento relativo de la población.
    El entendimiento de los grandes debates que se suceden en el planeta y de las fuerzas opuestas que se disputan la preeminencia de determinadas soluciones es vital para el crecimiento y la supervivencia una potencia mediana como la nuestra, sin mayor capacidad de gravitación en la geopolítica mundial y que pugna por establecer un camino viable.
    También se analiza –y se recogen valiosos opiniones– sobre este interrogante: ¿Cuál podría ser el motor del crecimiento en los próximos años? ¿La respuesta? Ciertamente están los que insistieron con la soja, o los que pusieron foco en el shale oil & gas, o un mix de cereales y granos (soja, maíz, etc.), e incluso alguno más audaz que se inclinó por determinada producción industrial. Pero tal vez lo más sorprendente es ver cómo algunos economistas plantearon respuestas poco vinculadas en forma directa con la economía, y en cambio más conectadas con la calidad institucional, capacidad de gestión de los Gobiernos y mejor formación de nuestra sociedad.
    En la misma línea preguntamos: ¿Qué es lo que debería preocuparnos? La intención fue comprobar cuál es, a juicio de cada uno de los consultados, el eje fundamental por donde pasa el futuro del país. Para algunos fue la educación (o su evidente degradación). Otros optaron por señalar la intolerancia; la incapacidad para salir del pasado y avizorar el futuro; la falta de justicia social; la incapacidad de asegurar el crecimiento sustentable de la economía; la arrogancia e incomprensión de los argentinos sobre cómo se mueve el mundo; la falta de innovación; o la incomprensión de la tecnología.