Paul Polman
Por Florencia Pulla
El salón principal de conferencias del Palacio Duhau, el famoso Park Hyatt sobre la lujosa Avenida Alvear, se llenó rápidamente de ejecutivos y periodistas, especialistas en RSE y colegas de empresas de consumo masivo invitados por el Consejo Empresario Argentino sobre el Desarrollo Sostenible (CEADS). Aunque la charla de Paul Polman, el CEO global de Unilever de paso fugaz por el país, comenzó una hora más tarde de lo anunciado, no hubo asientos vacíos: después de todo, oportunidades como estas no se dan todos los días.
Su visita a Buenos Aires se conocía por anticipado aunque fue rápida, duró menos de 24 horas en las que se dedicó casi exclusivamente a prepararse para la conferencia que dio, en poco más de una hora, con mucha naturalidad. Allí detalló los alcances de su visión sustentable que, desde su llegada a la presidencia de la compañía en 2008, ha plasmado en un plan global. “La gente pensó que estaba loco cuando dije que había que duplicar nuestro valor de mercado al mismo tiempo que reducir nuestra huella”, admitió Polman.
Convencer a los accionistas de Unilever –como todos, ansiosos por el bottom line– no fue fácil. Menos en esos tiempos, menos verdes. Mirar al largo plazo es fundamental, les dijo, si se quiere perdurar en el tiempo. Los convenció. La sustentabilidad no aparece en Unilever como una estrategia de marketing sino, más bien, un plan inteligente respecto a la longevidad del negocio. “Hay que trabajar pensando en el largo plazo”, admitió Polman. “En Unilever ya no reportamos financieramente por cuatrimestre, por ejemplo. Estamos trabajando junto con otras entidades, como el Congreso de Estados Unidos o Naciones Unidas, para cambiar la lógica financiera del corto plazo”.
Mercados emergentes, más verdes
Las palabras de Polman no pueden ser tomadas a la ligera. Digamos así: fue uno de los pocos ejecutivos que se preocuparon por hacer de la sustentabilidad algo cool, transportando parte de la responsabilidad al consumidor. La nueva Generación Y, y la culposa Generación X, cambiaron sus patrones de consumo de acuerdo a los valores de una nueva era. Se presentan a sí mismos como más responsables y también más demandantes de las empresas que ya no deben preocuparse solamente por ofrecer buenos precios “a cualquier costo” sino en que su impacto negativo en la sociedad de la que se nutre, sea el menor posible.
Se puede decir que de esto Polman sabe bastante: en septiembre asume la presidencia del World Business Coucil for Sustentable Development (WBCSD) y se encuentra entre un grupo de expertos que trabajan en conjunto con la ONU para redefinir las metas de Desarrollo Sustentable del Milenio.
“Una de las claves para entender esta nueva manera de hacer negocios es que hoy el ciudadano-consumidor es quien está a cargo. El uso de las redes sociales implicó cambios políticos en el mundo que no deberían ser subestimados.
Promover el cambio
El poder de empresas como Unilever para promover el cambio es importante porque, como bien dijo Polman, las 1.000 empresas más grandes que cotizan en la bolsa son responsables de 50% de valor del mercado. “Debemos empezar por ellas para promover el cambio. Hoy hay más dinero en el mundo del que podemos manejar. El dinero no es un problema. El costo de no atender los problemas ya es más alto que pensar y empezar a trabajar en su solución”. El ejemplo de la epidemia de obesidad en Estados Unidos es paradigmático para Polman: los costos en materia de salud pública y productividad ya son más altos que lo que cuesta prevenirla.
El CEO global de Unilever aprovechó la oportunidad, también, para tirarle un cabezazo a la hinchada local. Hizo hincapié en la potencialidad de los mercados emergentes que hoy son el verdadero motor de la economía global para profundizar cambios. “80% del mundo está fuera de Europa y Estados Unidos. 50% del PBI también. El futuro está en los países emergentes”, dijo. Aunque se tomó un tiempo también para criticar los pocos avances de Río +20 en temas de sustentabilidad, aclaró que “muchas organizaciones sirven solo para hacer ruido y no son parte de la solución”.