Este año, la emisión de pesos va a alcanzar solo para cubrir los subsidios al sector energético. Mientras que las exportaciones del complejo sojero (principal fuente de divisas) cada vez se destinan más a pagar la factura energética: en 2009 eran 5,6 veces mayores a las importaciones de energía, cuando cierre el 2013 solo las superarán en 60%, analiza Dante Sica, director de abeceb.com.
Cuando se buscan las principales causas que están detrás del deterioro la macroeconomía argentina y de la desaparición de las variables que estimularon la fuerte expansión de la última década, al final de cualquier análisis aparece un tema específico: los errores de la política energética.
Detrás de todo, aunque no únicamente, está la enorme factura energética que cada año es más cara.
De hecho, en abeceb.com se está proyectando que para cuando termine 2013 prácticamente la totalidad de la emisión monetaria de 2013 habrá sido utilizada solo para financiar los subsidios al sector de la energía, recuerda Sica.
Al cierre de este año la emisión de pesos por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) estaría rondando los $92.000 millones, mientras que el gasto en subsidios a la energía andaría por los $82.700 millones.
Pero además del impacto del déficit energético sobre las cuentas públicas, las crecientes necesidades de importar combustibles tienen incidencia adversa en materia externa, explicando una buena porción de la reaparición de la restricción externa.
En este sentido, un dato muy gráfico es la relación entre las exportaciones del complejo sojero y las importaciones de energía.
Las ventas externas del complejo sojero eran 5,6 veces mayores a las importaciones de energía en 2009, y cuando cierre 2013 serán solo 60% mayores.
Así, la desaparición de las brechas fiscal y externa se explica cada vez más por la acumulación de desbalances en materia energética.
Corrección parcial
Y de no mediar un cambio en la política económica relativa a este sector, el año próximo volveremos a ver un deterioro en ambos frentes, en un contexto en que los márgenes ya no son holgados. Es por esto que el Gobierno se verá obligado en 2014 a llevar a cabo al menos una corrección parcial de las tarifas energéticas. Esto permitirá, en el corto plazo, liberar recursos fiscales por los menores subsidios. Aunque el alivio de la restricción externa tardará más en llegar.
Es que si bien puede esperarse un leve impacto asociado a una caída en la demanda en respuesta a los mayores precios, la reversión del déficit externo del sector energético ocurrirá en la medida que el cambio de política económica se traduzca en inversiones para incrementar la producción local.
En otras palabras, disminuir las importaciones de energía evidentemente requerirá más tiempo y más esfuerzos, a juzgar por los resultados que se observan en materia de exploración y producción, pese a la gran oportunidad que representa el yacimiento de Vaca Muerta.