La situación de los bosques nativos argentinos es crítica. En los últimos 25 años se estima que se perdió 1 hectárea de bosque cada 2 minutos, afectando los ecosistemas y la vida de miles de especies animales. La selva misionera es uno de los hábitats de mayor diversidad biológica del país, y a la vez uno de los ecosistemas más afectados por la deforestación. En ella viven miles de especies, a tal punto que en la totalidad del Bosque Atlántico, se encuentran 7% de las especies de plantas y 5% de los vertebrados del mundo. Al ser uno de los mayores remanentes de Bosque Atlántico a nivel global, funciona como refugio para especies que necesitan grandes superficies. Entre ellos el Yaguareté, un animal emblemático para Argentina, que a pesar de haber sido consagrado con la máxima categoría de protección, hoy se encuentra en grave peligro de extinción y continúa sufriendo los efectos de la deforestación. Más de 85% de su hábitat original en esta zona de Argentina fue destruido, quedando hoy solamente 200 ejemplares en el país, y los estudios confirman que si no se hace nada al respecto podría desaparecer por completo en los próximos 50 años.
Villavicencio, junto a Banco de Bosques, se compromete a establecer las condiciones para regenerar 10.000.000 de m2 de selva misionera, a través de la ecuación 1 botella de Villavicencio = 1 metro cuadrado de selva regenerada. De esta manera, invita al consumidor a unirse por una causa común y a poner en acción el propósito de la marca.