Esta tendencia se ha consolidado en la Argentina durante los últimos años, y una vez más durante el pasado fin de semana, relativo al feriado de Carnaval. “Haber logrado la desestacionalización de la actividad turística nos permitió a los prestadores y destinos adaptarnos a una demanda que elige viajes de más corta duración, distribuidos durante el año y a distintos destinos. Este nuevo modo de turismo, acompañado por herramientas, eventos y productos que lo motiven, permite actividad permanente, más allá de los meses de verano”, expresó Oscar Ghezzi, presidente de la Cámara Argentina de Turismo.
En efecto, los destinos turísticos a lo largo del país presentaron altos índices de movimiento que permitieron un desarrollo positivo a sectores directamente vinculados a la actividad, como la hotelería y la gastronomía, como así también a las economías regionales en su conjunto.
Desde plazas en la Costa Atlántica bonaerense y la zona serrana, con niveles de ocupación hotelera en 100% en algunos casos y alojamiento en casas de familia, hasta destinos en el Norte, Litoral y Cuyo, que superaron sus medias tradicionales, o ciudades de Córdoba con picos de 95% , al igual que en los principales destinos de la Patagonia, tanto en la zona cordillerana como en el mar, el panorama de arribos turísticos fue altamente positivo, cuando aún resta conocer las cifras definitivas.