Guillermo Whpei apuesta a la lucha contra la esclavitud contemporánea y la promoción de la cultura de paz. Se desempeña como presidente de Fundación para la Democracia Internacional, la institución con sede en Rosario, que trabaja por la defensa de los derechos humanos y la construcción de un mundo más justo.
En su libro Vencidos vencedores. Atravesar los umbrales del hambre realiza un análisis profundo sobre las causales del actual entretejido social latinoamericano, desde el punto de vista de la sociología, la ciencias políticas y la historia. La ética y los valores humanos son los ejes centrales de esta obra, que describe a los desinteresados sobre estos temas como “los verdaderos vencidos y derrotados moralmente”. El autor se refiere a “los pocos poseedores de la extrema riqueza mundial, que en el imaginario social siempre se han impuesto como vencedores, cuyos modelos de gozar de opulencias se dan a costa de ver sufrir de hambre y de indignidad a otros seres humanos”.
El texto atraviesa los conceptos de ética, humanidad, fronteras, umbrales y hambre con el objetivo de comprender la diferencia entre demandar igualdad y exigir equidad: “La desigualdad puede disminuir, una sociedad entera puede caer en la pobreza y sus integrantes tener iguales condiciones de vida. Pero la inequidad puede profundizarse de formas insospechadas y de modos deshumanizados y deshumanizantes”. Apoyando su análisis en obras de pensadores filosóficos y artistas contemporáneos, Whpei explora las soluciones para esta problemática, cómo afecta el hambre a las personas que lo viven y cuestiona la necesidad de un héroe o heroína a la que acudir.
El prólogo estuvo a cargo de Rigoberta Menchú Tum, la líder indígena y activista guatemalteca, ganadora del Premio Nobel de la Paz. La defensora de los derechos humanos se pregunta: “¿Acaso puede considerarse como normalidad los ‘viejos modelos’ de opulencia que describe con toda su crudeza el autor, los graves problemas causados por la avaricia, la mezquindad, y que se vuelven insoportables ante el hambre, la vida indigna por falta de vivienda y agua potable?”.
Flanqueado por la Nobel guatemalteca, años atrás el autor expuso la situación de los trabajadores migrantes en Qatar a través del informe “Detrás de la pasión”, que da cuenta de la trama de explotación y corrupción del mundial de fútbol de Qatar 2022. Para hacer posible una serie de obras fastuosas, el país anfitrión ha sido acusado de utilizar mano de obra esclavizada, lo que se considera un delito de lesa humanidad.
Según datos de Fundación para la Democracia Internacional, dirigida por Whpei, ya han fallecido alrededor de 6.500 obreros de los aproximadamente 30.000 trabajadores extranjeros empleados en las obras de construcción de esa infraestructura, es decir, una media de 12 personas por semana desde que se iniciaron los trabajos en 2010. Se ha estimado que para este año el saldo de personas muertas puede llegar a alcanzar las 10.000.