Esta situación revierte la expectativa positiva generada el pasado mes cuando, tras un año, el dinamismo de las ventas al país vecino superaron al de las compras.
La exportación de productos nacionales a Brasil totalizó US$ 876 millones, de acuerdo a datos del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicio de ese país. La variación interanual (4,9%) está por debajo del guarismo registrado para el total de importaciones brasileñas, lo que implica que Argentina perdió participación en el mercado vecino. Como de costumbre, los principales exportables hacia Brasil son los productos asociados a la industria automotriz, automóviles de pasajeros y vehículos de carga; también gas propano, aluminio en bruto, medicamentos, aceite de soja y polímeros plásticos. Hacia el primer trimestre del año, las ventas totalizan US$ 2.946 millones (+9,3%) explicado por un conjunto similar de productos, al que se le suma el mayor volumen exportado de trigo, relativo a igual período de 2017.
A futuro, se espera que las exportaciones consoliden una expansión por encima de 10%, dado que las ventas de artículos de la industria automotriz seguirán en un desempeño saludable, en paralelo a un esperado repunte de los volúmenes importados de productos asociados a la actividad industrial (polímeros plásticos, metálicos) que en los primeros meses del año tuvo un rendimiento débil en el país vecino pero con perspectivas de crecimiento robusto hacia fin de año.
Por el lado de las importaciones, en marzo hubo una desaceleración en las compras a Brasil, anotando un incremento de 11,3% con respecto a 2017 (vs 15,3% en febrero). Las importaciones del país vecino alcanzaron US$ 1.706 M, acumulando un valor importado de US$ 4.376 M en los primeros tres meses del año, equivalente a un crecimiento de 14,0%.
Como se observó durante el último año, el incremento en las compras tuvo un componente significativo del sector automotriz, con incrementos en vehículos de carga, motocicletas y autopartes. Por otra parte, traccionaron al alza un conjunto de productos industriales, entre ellos los aceites combustibles, óxidos e hidróxidos de aluminio, mineral de hierro y motores y turbinas para aviación, entre otros.
Para lo que resta del año, se espera que se sostenga esta tendencia de desaceleración. Por un menor crecimiento en las importaciones de vehículos desde el país vecino y una alta base de comparación durante los meses restantes de 2017, se espera que las importaciones converjan a un crecimiento cercano a 10% para 2018.
Al anotar un déficit de US$ -830 millones en marzo, el rojo comercial con Brasil alcanzó los US$ -2.023 millones para el periodo enero-marzo 2018, superando el valor negativo que se registraba durante el mismo periodo de 2017 (US$ 1.688 millones). Sin embargo, una mejora en las exportaciones (que debería verse plasmada en el segundo y tercer trimestre) junto a un menor crecimiento en las importaciones permitirán que el saldo comercial del año cierre en niveles similares al año anterior (US$ -8.600 millones).