El nuevo reporte sobre impactos, adaptación y vulnerabilidad fue coordinado por más 309 científicos líderes de todo el mundo, incluyendo expertos del INTA, la Fundación Bariloche y universidades argentinas, advierte acerca de los aumentos en las inundaciones en la provincia de Buenos Aires y el Área Metropolitana, como así también en el centro de Argentina. También advierte sobre los efectos de las sequías, alertando que los rendimientos de los cultivos se podrían reducir debido a la limitación de agua en el oeste del país. Además, se estima un aumento en las enfermedades de las plantas, como las de ciclo tardío en la soja; una mayor frecuencia en brotes severos del virus “Mal de Río Cuarto” en el maíz; y un aumento de fusariosis en el trigo en el sur de la región pampeana.
“Es necesario el desarrollo de políticas más activas en materia de adaptación al cambio climático ya que hemos llegado a una situación en la que no tenemos más tiempo para perder”, señalaron los voceros de las organizaciones. “Hoy se está corriendo tras un daño que ya fue provocado y los resultados los estamos padeciendo aceleradamente. Necesitamos políticas que protejan a las poblaciones y sus recursos de los impactos que generan estos eventos climáticos, además de aquellas medidas necesarias para mitigar el cambio climático”.
Las organizaciones destacaron, además, que a pesar de la existencia de una Ley de Protección de Bosques Nativos, la deforestación en el bosque chaqueño por la expansión de la frontera agropecuaria continúa de manera acelerada, lo que se ha convertido, según los expertos del IPCC, en la fuente más importante de emisiones de carbono para el norte del país. De acuerdo a este reporte, el 4,3 % de la deforestación global ocurre en la Argentina.
El IPCC da cuenta también que los glaciares y los campos de hielo en los Andes extratropicales de la Argentina se enfrentan a retrocesos significativos, afectando el abastecimiento de ríos y la consiguiente disponibilidad de agua dulce en zonas áridas altamente dependientes de estos cursos de agua.
Frente a la evidencia científica, las organizaciones reclaman al gobierno nacional y a los Gobiernos provinciales, el inmediato cumplimiento de las leyes ambientales vigentes —Ley Bosques y Ley de Glaciares entre otras—, pero también el diseño y la implementación de políticas de adaptación para los eventos que ya son irreversibles, como el aumento de las precipitaciones.