En el marco del Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo de 2013, una nueva investigación del International Business Report (IBR) de Grant Thornton revela que, a escala mundial, desde 2010 –más que en cualquier otro momento- hay más mujeres que llegan a ocupar puestos en la alta dirección. Sin embargo, el progreso es más lento en el grupo de economías desarrolladas del G-7- donde el desempeño económico ha sido irregular-, que en las economías de alto crecimiento de Asia y el Lejano Oriente. Grant Thornton insta a las empresas de las economías desarrolladas a seguir el ejemplo de los mercados emergentes y a contar con los beneficios de tener más mujeres en puestos de alta dirección.
Los datos de IBR muestran que a escala mundial, 24% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. Esto representa un aumento de 21% registrado en 2012 y de 20% en 2011. Sin embargo, las economías del G-7 quedaron últimas en la tabla de posiciones, con apenas 21% de los puestos directivos ocupados por mujeres. Estos resultados se comparan con 28% en las economías BRIC, otro 32% en el sudeste asiático y un 40% en los países bálticos.
América latina se encuentra levemente por debajo del promedio mundial con 23%, un punto porcentual por encima del resultado registrado en 2012. La región es liderada por Perú (27%), seguido por Brasil y México (ambos con 23%), Chile (22%) y la Argentina (18%).
Julia Adano, socia de Impuestos de Grant Thornton Argentina, comentó: “Las economías pioneras donde el crecimiento económico es alto, poseen una mayor diversidad en sus equipos de alta dirección. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en el impulso de las economías mundiales en crecimiento, aportando equilibrio en la toma de decisiones y el buen funcionamiento de sus empresas. En comparación, las economías maduras de los países del G-7 se están quedando rezagadas. Es importante que tomen conciencia sobre la desigualdad de género y añadir este ingrediente crucial para su crecimiento a largo plazo y rentabilidad.â€
Entre los ocho países en los puestos más bajos con mujeres en la alta dirección se encuentran Japón (7% de los puestos directivos ocupados por mujeres, el país con el peor desempeño), Reino Unido (19%) y Estados Unidos (20%). Estas economías también están experimentando bajos niveles de crecimiento, con un PBI modesto: Japón tuvo en 2012 un 1,9%, Reino Unido un -0,1% y Estados Unidos un 2,2%. Por el contrario, a la cabeza de la tabla de posiciones de mujeres en la alta dirección se encuentra China, con 51 puntos porcentuales, país donde se espera que el crecimiento del PBI para 2012 sea entre 7 y 8%. El top 10 también lo conforman Letonia, Vietnam, Tailandia y Filipinas.
La situación es aún más clara cuando se observan los puestos en las salas de reuniones. En los países del G-7, el 16% de los miembros del consejo son mujeres. Estos datos se comparan con un 26% en las economías BRIC y un 38% en los países bálticos.
A escala regional, la mayoría de las mujeres en la alta dirección ocupan puestos como directora de RR.HH. (29%), Chief Finance Officer (25%), Chief Operating Officer y directora de Ventas (ambos 23%). En la Argentina en particular, las mujeres en la alta dirección poseen puestos como directora de RR.HH. (38%), Chief Executive Officer (22%) y Chief Finance Office (20%).
Los datos recolectados por la investigación del IBR revelan que el trabajo flexible, aunque es muy bien recibido por muchos (en la Argentina, 59% de las empresas lo ofrece), no parece ser un factor determinante para que las mujeres accedan a puestos superiores. 72% de las empresas de los países del G-7 de bajo rendimiento proporcionan flexibilidad en el trabajo, mientras que en China (país que lidera la tabla de posiciones) solo 27% de las empresas ofrecen trabajo flexible, en las economías BRIC, solo 40% lo hace.
Además, 55% de las empresas en todo el mundo sostuvo que estaría en contra de la idea de establecer cuotas para el número de mujeres en los consejos ejecutivos de las grandes empresas que cotizan en bolsa.
Julia Adano agregó: “Las cosas están yendo en la dirección correcta, pero el progreso es lento. El trabajo flexible no es el único factor determinante en el aumento de la participación femenina en puestos de alta dirección. En las economías maduras, la mayoría de las empresas lo ofrecen, pero esto no se traduce en un mayor número de mujeres en puestos directivos o que lleguen a ser miembros de juntas directivas. Al mismo tiempo, las empresas nos dicen que no creen que las cuotas impuestas sean la respuesta.
“Ante la ausencia de cuotas, lo que en última instancia va impulsar a las empresas a incluir más mujeres en puestos directivos, es la creencia de que su rendimiento mejorará si lo hacen y su crecimiento será más saludable. Lo que nuestra investigación demuestra es que esto es una buena práctica, y que aquellas regiones que la adoptan están superando a aquellas que no lo hacen.â€