Amalaya Liviano es una innovación enológica que interpreta la tendencia global de los vinos bajos en alcohol, pero sin renunciar a la calidad, frescura ni expresividad del terroir salteño.
Esta propuesta nace de la decisión de cosechar las uvas de manera temprana, entre 15 y 20 días antes de la madurez plena, lo que asegura bajos niveles de azúcar y permite alcanzar naturalmente una menor graduación alcohólica, sin necesidad de procesos de desalcoholización. El resultado es un vino blanco seco, fresco, cítrico y vibrante, en el que la acidez natural del Riesling se equilibra con el carácter floral y expresivo del Torrontés. Un estilo auténtico, moderno y equilibrado que se suma al nuevo paradigma del consumo consciente: menos alcohol, menos calorías y más disfrute.
Las fincas San Isidro y Las Mercedes, ubicadas a 1.800 metros de altura en Cafayate, aportan suelos aluviales ricos en minerales, radiación solar intensa y gran amplitud térmica, condiciones únicas que dan origen a uvas concentradas y con una frescura inigualable. Este terroir, en un oasis rodeado de desierto y aire puro de montaña, imprime en cada botella el carácter inconfundible de los vinos de altura.
Pensado para consumidores que priorizan el bienestar, Amalaya Liviano es ideal para múltiples momentos: aperitivos, almuerzos livianos, tardes al sol o after office. Su versatilidad en la mesa lo convierte en un compañero perfecto de ensaladas, pescados, ceviches, tablas de quesos, empanadas, sushi, cocina mexicana, asiática y fusión peruana, además de postres frutales o queso con miel. Su frescura también lo vuelve una excelente base para la coctelería, abriendo un mundo de posibilidades creativas en casa.
La tendencia de vinos con menos alcohol y calorías
Los consumidores de hoy buscan marcas que se adapten a sus estilos de vida, más dinámicos y conscientes. En este contexto, Amalaya se posiciona como una de las bodegas pioneras en el mercado al ofrecer una alternativa con solo 9% de alcohol que se alinea con la creciente demanda de productos que promueven un consumo responsable.
“La nueva generación de consumidores impulsa a la industria del vino hacia propuestas que ponen el acento en el bienestar y la moderación. La preferencia por estilos más frescos y suaves refleja una demanda que ya no se centra únicamente en la graduación alcohólica, sino en ofrecer experiencias ligeras y equilibradas, capaces de acompañar distintos momentos del día”, analiza Olivia Harguindey, gerente de Marketing de Grupo Colomé.












