En julio hubo mucho público en las calles, normal para épocas de vacaciones de invierno, pero poca gente entrando en los locales con ánimo de compra. Los aguinaldos ayudaron por momentos, pero las familias sólo se limitaron a comprar los productos necesarios.
Las ofertas del mercado fueron tentadoras. Muchas rebajas de hasta 50% y en productos de buena calidad en rubros como indumentaria, calzados, marroquinería, bijouterie, y textil blanco. Pero aun así se vendió poco, claramente porque el poder adquisitivo de las familias se derrumbó y se vuelven a establecer prioridades en los gastos.
Las descensos anuales más pronunciados en el mes ocurrieron en: Electrodomésticos y artículos electrónicos (-18,1%), Materiales para la construcción (-12,7%), Ferreterías (-12,2%), y Golosinas (-10,2%). Julio trajo sus eventos especiales, como fue el Día del Amigo, donde hubo más gente celebrando que otros años, pero también se notaron bajos niveles de consumo.
Entre jueves y domingo la venta se vio más estimulada con programas como el Ahora 12 que es una gran ayuda para el comercio, pero también se observó un público menos predispuesto a endeudarse porque tiene sus tarjetas sobrecargadas. Según aseguran los comerciantes, en julio aumentó la cantidad de gente que pagó una compra con más de un plástico, o que probaba con diferentes tarjetas hasta encontrar la que no fuera rechazada.
Con el resultado de julio, las ventas minoristas medidas en cantidades registraron una caída promedio interanual de 6,6% en los primeros siete meses del año.