El año que terminó se caracterizó por dejar otro cambio de tendencia relevante, ya que por primera vez los ingresos globales de música digital superaron a los de música física. Los números de la industria discográfica a escala mundial registraron en 2015 su mejor dato en 20 años, un repunte de 3,2 %, gracias al incremento del uso del “streaming” o servicios de música en directo, según la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI en sus siglas en inglés).
Plataformas que ofrecen este servicio, como Spotify, representan 43% del total de ventas de música digital y se encuentran a solo dos puntos de sobreponerse a las descargas como el principal proveedor de beneficios del sector.
“Mientras que la industria pasa a través de esta transformación disruptiva, hay buenas bases para el optimismo. El crecimiento solamente de Spotify, compensó por mucho la disminución de descargas durante 2015, lo cual hace que esta recuperación, basada en el streaming, se sienta cada vez más sustentada”, aseguró Will Page, director de economía de Spotify, en ocasión del informe.
En concreto, la venta de formatos digitales representó 45% del total de los ingresos globales frente a 39 % de las ventas físicas. El porcentaje restante pertenece a ingresos por actuaciones a artistas y productores.
El rápido crecimiento de los servicios de streaming como Spotify, que permite escuchar música a demanda de forma ilimitada, logró que las ventas de música por internet superaran las decaídas ventas de los discos físicos por primera vez el año pasado. Según la IFPI, 68 millones de personas en todo el mundo se han suscrito a algún servicio de música en línea, frente a los 8 millones que lo habían hecho en 2010, cuando comenzaron a gestionarse estas estadísticas.
A escala mundial, los ingresos de música digital se incrementaron hasta 10,2%, mientras que las ventas en formato físico como el vinilo o el CD se redujeron 4,5%. Por mercados, en Europa las ventas de música subieron 2,3%, próximas a 1,4% de América del Norte y a 5,7% de Asia, y muy alejadas del repunte de 11,8% de Latinoamérica, que por quinta vez consecutiva fue la región donde más crecieron los ingresos musicales.
