Grupo Pelco, empresa tratadora de residuos industriales y peligrosos, anunció que durante 2017 invertirá un total de $100 millones para mejorar sus instalaciones, flota de camiones y tecnologías para consolidar su crecimiento frente a un fuerte reordenamiento del mercado de tratadores.
“Estamos invirtiendo para abastecer la demanda creciente. Los empresarios están tomando conciencia de su responsabilidad y entienden que los residuos que generan deben ser tratados de acuerdo con las normas y leyes vigentes por empresas serias. De esta forma, todos los días reducimos un poco más el impacto ambiental de los desechos industriales”, dijo Claudia Kalinec, directora de Grupo Pelco, que trata más de 90.000 toneladas de residuos al año. “Además, vamos a incluir nuevas tecnologías para incursionar en el tratamiento de otros tipos de residuos”, agregó.
Específicamente, la inversión está prevista para la ampliación del relleno de seguridad, la actualización y ampliación de la flota de camiones propia y obras civiles en las diferentes plantas. En la de Pacheco se están agrandando los vestuarios y se adquirió nuevo instrumental para el laboratorio. En la planta de Puerto General San Martín se están construyendo y ampliando los desagües pluviales para minimizar el impacto de las abundantes lluvias, la playa de maniobras y las piletas de estabilización y también se está construyendo una nueva plataforma para la ampliación del depósito de residuos. También ha invertido en la reinstrumentación de los hornos, de ambas plantas, así como en los equipos de monitoreo de emisiones gaseosas.
En los últimos años, Pelco fue una de las pocas empresas que ha innovado en el procesamiento de RAEEs (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). La compañía realizó la primera exportación de este tipo de residuos, en mayo de 2016, para extraer metales preciosos en Bélgica (denominado minería urbana).
“Estamos proyectando una segunda etapa de tratamiento, donde apuntamos a hacer la extracción de metales preciosos en el país. Pero para ello debemos recolectar como mínimo 500 toneladas anuales de plaquetas (insertas en los residuos electrónicos) y necesitamos que se regule esta nueva práctica, que puede generar puestos de trabajo y valor agregado en nuestro país”, explicó Kalinec.
