Ambas líneas de trabajo beneficiaron a más de 20.000 personas, con una inversión cercana a los 8 millones de pesos.
A inicios del año, Henkel lanzó el Programa de Solidaridad Global, a través del cual donó 2 millones de euros al fondo COVID-19 de la OMS y de la Fundación de la ONU, y a otras organizaciones seleccionadas, y 5 millones de unidades de productos de higiene personal y del hogar en todo el mundo. El plan global incluyó otras medidas como la producción de gel desinfectante en varias plantas de Henkel alrededor del mundo, o condiciones de pago flexibles para peluqueros.
En Argentina se donaron alrededor de $800.000 a Cáritas San Isidro para la compra de medicamentos y garrafas para el barrio “La Cava” y alrededor de $1.200.000 a Cruz Roja Argentina para la filial de Chivilcoy, con el fin de instalar las carpas de acceso al Hospital Municipal y descentralizar la donación de sangre, así como equipar con un horno industrial para dos comedores comunitarios.
“Cumplimos nuestro 50° Aniversario en medio del complejo escenario que nos plantea la actual emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, pero podemos contar con orgullo que el compromiso social de nuestra gente sigue intacto. Este tipo de proyectos son el pilar básico de nuestro sentido de responsabilidad, y está fuertemente arraigado en nuestros valores corporativos, y por eso continuamos motivando a nuestros colaboradores a seguir impactando positivamente en las comunidades que conformamos. Hoy más que nunca”, explica Federico Schroer, Presidente de Henkel Argentina.
MIT, un compromiso de más de 20 años
Como parte de su compromiso con la sociedad y las comunidades en las que está presente, Henkel lleva a cabo diferentes iniciativas que tienen como objetivo mejorar la vida de las personas y ayudar a los que más lo necesitan. Make an Impact on Tomorrow (MIT) es una prueba de ello. Se trata de la iniciativa de progreso social de Henkel a través del cual cada año, desde 1998, la compañía proporciona apoyo a proyectos comunitarios promovidos por colaboradores y jubilados/as de la compañía. Estos proyectos, tienen como objetivo apoyar actividades en las áreas de necesidades sociales, educación y ciencia, salud y bienestar, arte y cultura y medio ambiente.
En su vigésima segunda edición, en Argentina fueron aprobados 10 proyectos en total por un valor cercano a los 6 millones de pesos, que beneficiarán de forma directa a más de 2700 personas a través de las siguientes instituciones: Centro de Apoyo Familiar Santa Clotilde, Fundación Leer, Taller para Asociacion Civil La Omas / Ingenieria sin Fronteras, Fundación para la Innovación y Transferencia de Tecnología (INNOVA-T), Colegio Santo Domingo Savio, Taller Dignidad y la Asociación de Padres y Amigos de Discapacitados Mentales de San Isidro (APADMSI).
Con proyectos que van desde la construcción de espacios de lectura para niños y huertas, compra de equipamientos para las instituciones desde equipos para garantizar conectividad, electromésticos y alimentos, donación de fondos para mejoras edilicias hasta la implementación de sistemas de cosecha y almacenamiento domiciliario de agua de lluvia.
“El punto diferencial y el éxito de la iniciativa MIT reside en que son los propios empleados y jubilados quienes proponen la OSC, fundación o entidad con la que están implicados de manera habitual personalmente y quieren dar soporte a través del apoyo que ofrece Henkel a un proyecto concreto -el mismo puede ser un aporte económico, donación de productos o hasta 15 días del tiempo del colaborador-. Estamos orgullosos de establecer vínculos a largo plazo con las instituciones con las que colaboramos y poder ver su evolución a lo largo de estos años“, afirma Ignacio Martínez Sabino, Gerente de Comunicación Corporativa y Asuntos Públicos de Henkel Argentina & Chile.
Voluntarios unidos en la distancia
Para celebrar el Día Internacional de los Voluntarios, Henkel Argentina articuló con la Fundación Sí, a través de su proyecto “Fábrica de Juguetes en Casa”, para adquirir 200 juguetes de madera. Durante todo el mes de noviembre, 50 voluntarios los pintaron y decoraron en sus casas, para entregarlos a los niños y niñas que asisten periódicamente al comedor “Rayito de Sol” de Chivilcoy, localidad donde se encuentra la planta industrial de la compañía.
“Los proyectos sociales han sido muy diversos y tienen finalidades muy variadas, aunque un objetivo común: demostrar nuestro compromiso como equipo con la sociedad con acciones concretas. Este año sin dudas trajo aparejados grandes e importantes desafíos para las organizaciones, pero a la vez oportunidades para demostrar una vez más nuestro compromiso con el país y las comunidades donde operamos “, concluye Federico Schroer.