Declarada en el año 2011 Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires; este clásico de la gastronomía es más antiguo que el mismísimo Obelisco, un paso obligado de transeúntes que recorren durante el día la ajetreada avenida y punto neurálgico de encuentro para culminar las tradicionales salidas de teatro y espectáculos de la avenida Corrientes, de la ciudad capital; Güerrín ha sabido conservar de manera fiel la tradicional pizza al molde y al paso que le es propio, una marca registrada del estilo de pizza porteña.
Protagonista de la época dorada de las noches de teatro y testigo de la memoria emotiva de los porteños, Güerrín es un clásico que no pasa de moda. Fue fundada por los genoveses Franco Malvezzi y Guido Grondona en el año 1932 en el mismo local que funciona hasta el día de hoy. Al principio solo funcionaba la parte de adelante con la caja y la barra para que los comensales disfrutaran una porción de camino, con los años habilitaron todo el local con mesas y atención al público con mozos. En la actualidad la pizzería preserva sus dotes icónicos con similar diseño y ambientación con sus mosaicos venecianos y decoración en madera, bronce y mármol travertino.
La pizzería se encuentra en la Avenida Corrientes, entre las calles Uruguay y Talcahuano, a metros del Obelisco, y allí se cocinan más de 1.500 pizzas al día de tradicional estilo al molde en los cinco hornos a leña, y como símbolo distintivo cuentan con 600 gramos de muzzarella que hacen innecesario pedir doble cobertura. En su carta se pueden encontrar sus principales variedades: muzzarella y tomate, fugazza, fugazzeta, napolitana, fainá, pizza de cancha, jamón y morrones y calabresa, también empanadas fritas o al horno de leña, sumaron una pizza vegana y cuentan con una amplia carta de postres entre los que se destacan el tiramisú, budín de pan, flan, ensalada de fruta, melba y helado. Asimismo, el pan dulce tan característico de la marca, se vende durante todo el año; pero a partir de noviembre arranca la temporada alta y se forman largas filas de gente que buscan el propio repleto de frutas secas y abrillantadas.
“Güerrín es una parada obligada para quienes visitan la Ciudad de Buenos Aires y pasan por la tradicional calle Corrientes. Supo preservar su mítica y estilo a lo largo de los años, creemos producto de su peculiar formato, diseño y servicio que tiene ese “no sé qué” porteño y que se mantuvo inalterable con el paso del tiempo y que lo convirtió en su sello distintivo entre las propuestas gastronómicas del centro de la Ciudad”, asegura Marcos Giacaglia, sobrino nieto de Grondona socio fundador y actual gerente de operaciones de Güerrín.
Con un local que desde la entrada vidriada se ve la barra, mesa de postres y las dos mesadas fijas donde los comensales se apremian a comer las porciones, de parado y con apuro; la caja registradora y la cocina a su lado ven salir las pizzas recién hechas constantemente y quién se apremie cerca del mostrador puede escuchar al mozo a toda hora del día pedir un “21” -que indica una porción de mozzarella y otra de fainá-, o “20”- el código para pedir las dos de “muzza”-, y degustar esta tradicional propuesta al molde y al paso.
Güerrín en números
- Cantidad aproximada de pizzas vendidas desde 1932: 9.216.000.
- Venta diaria récord de pizzas: 2.100
- Porciones de fainá vendidas diarias: 500
- Cerveza tirada por mes, 6.000 l.
- Días en que se apaga el horno: nunca
- Abierto de jueves a domingo de 11 am hasta las 1 am, viernes y sábados de 11 am a 2 am.