El Premio Ciudadanía Empresaria (PCE) -organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham)- cumple 25 años renovando su compromiso con el sector corporativo y la comunidad. El certamen que busca premiar a las empresas regenerativas o de triple impacto, como a programas que preservan los valores de la sustentabilidad, ya lleva 160 reconocimientos otorgados desde su creación y acumula más de 1.800 proyectos inscriptos.
En sus inicios, el foco central del Premio estuvo puesto en los programas sociales llevados adelante por las organizaciones en áreas como la educación y la promoción social, entre otras. Con el tiempo, la temática evolucionó y se adaptó, en virtud de las últimas tendencias y demandas globales, generando un salto cualitativo en las modalidades y dimensiones que involucra. Tras dos décadas y media de vigencia ininterrumpida, el certamen reconoce actualmente a empresas disruptivas en su generación de valor, es decir, aquellas que crean valor social, ambiental y económico de manera equivalente.
Frente a la urgencia y los desafíos sociales y ambientales, la empresa, como actor social y económico relevante, ha generado expectativas para con los ciudadanos y sus múltiples actores. Hoy en día la mirada desde la perspectiva -ya sea de los objetivos de desarrollo sustentable o de los criterios conocidos como ESG, tanto desde los inversores como de las comunidades- está puesta en las expectativas para con las compañías, vinculadas a su responsabilidad socioambiental. En ese sentido, puede decirse que hay una demanda hacia las organizaciones que está relacionada a que las mismas tengan una conducta y un comportamiento alineado con las necesidades y los desafíos mencionados. En esa línea, como la sustentabilidad se ha instalado como una forma de gestionar los negocios -y es una temática presente en la agenda del sector privado- la velocidad de los cambios que son necesarios a nivel de lógica de producción y consumo por parte de los ciudadanos, deriva en la necesidad de hacer modificaciones profundas y sistémicas en la producción de bienes y servicios.
En este nuevo enfoque, la regeneración surge a nivel mundial como una tendencia incipiente que propone reparar el daño ocasionado y modificar aquellas cuestiones que generaron esos desbalances con los que la sociedad debe lidiar, en un planeta con limitados recursos. Este enfoque se vislumbra como una posibilidad superadora a la sustentabilidad, en tanto responde a la necesidad de escala y profundidad de los cambios a realizar.
“La sustentabilidad y la regeneración han ganado un espacio significativo en la agenda de los negocios, y desde nuestro lugar seguimos apostando a contribuir y dar visibilidad a estos temas para que sigan siendo prioritarios. Reconocer los negocios de triple impacto, las empresas regenerativas y las mejores prácticas en sustentabilidad, inspira a otras empresas a contribuir al cambio que tanto se necesita”, dijo Florencia Salvi, consultora del PCE de AmCham. “La agenda 2030 está signada por grandes desafíos: las demandas de los consumidores y las cadenas de valor de las compañías requieren que los productos sean más sustentables y regenerativos. Es decir, que logren generar un cambio positivo siendo 100% circulares y mejorando los ecosistemas sociales y ambientales, lo que conlleva a una nueva lógica de producción. Sin lugar a duda, esta es la dirección a la que debemos apuntar, la que será cada vez más valorada por los distintos actores claves de la sociedad”, agregó.
La participación al Premio es abierta y gratuita para todas las compañías de cualquier tamaño y sector que operan en el país. Aquellas interesadas en presentar sus proyectos hasta el 31 de julio de 2023, ingresando en www.pce.amcham.com.ar.