Se trata de un Mercedes-Benz Clase G 500, con un motor naftero V8 de 5.5 litros de cilindrada, 388 caballos de potencia y tracción a las cuatro ruedas. Este ejemplar fue donado por Mercedes-Benz al Vaticano en diciembre
de 2007.
El vehículo fue desarrollado sobre la base del modelo G500. Está equipado de un parabrisas plegable con una posición en la que es fácilmente visible por la multitud, pasamanos y todas las comodidades necesarias. Al igual que sus precursores, el Papamóvil es por tradición blanco y en el interior cuenta con detalles color rojo.