El sector de turísmo representa en Argentina un 5% del PBI (impacto directo). En condiciones de actividad previas a la cuarentena, generaba el 7,2% de las divisas (US$ 5.200 millones, en cuarto lugar después de los sectores oleaginoso, cerealero y automotor), es el cuarto generador de empleos a escala nacional: 7,1% después del comercio al por menor, la enseñanza y la construcción (unos 460.000 puestos considerando el empleo formal pero que ascienden a 1,3 millones si se incluyen dueños, informales y trabajo familiar).
Este es, además, uno de los sectores más afectados por la pandemia de Covid-19 y las medidas tomadas en consecuencia.
Un relevamiento realizado en el mes de agosto por Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), con el aporte técnico del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), pone de manifiesto que cerca del 50% de los establecimientos hoteleros considera “probable” la quiebra o cierre definitivo, de mantenerse esta coyuntura.
Participaron en modalidad de respuesta electrónica 190 establecimientos, de los cuales un 43% pertenece a la categoría 4 estrellas, 19% a la 3 estrellas, 18% a “boutique“, y 15% 5 estrellas.
“El sector hotelrea está atravesando la peor crisis en su historia. Estamos ante una caída del 17% del sector que significa que han dejado de operar casi 4.000 emprendimientos turísticos. Esta dramática cifra, comparada con la caída del 10% en la crisis 2001-2002, resulta un 70% mayor. Esto ha generado que entre febrero y junio se hayan perdido 74.000 puestos de trabajo en el sector”, grafica Roberto Amengual, presidente de AHT.
Impacto en el empleo
Con un 92% de hoteles sin actividad significativa desde el inicio de la cuarentena, son 1.3 millones de puestos de trabajo los que están en juego. “Superamos en empleo a la industria alimenticia, y a la agricultura y la ganadería -señala Amengual-. No encontramos casos en el mundo en los cuales el turismo se haya detenido tanto como en nuestro país. Somos un sector federal, en algunas provincias llegamos a representar más de 10% del empleo, somos el tercer sector con mayor proporción de empleo femenino, generamos más empleo joven que ningún otro sector, somos inclusivos en cuento a nivel educativo (empleamos profesionales pero también muchas personas con secundario completo), y además somos el cuarto sector con menor informalidad entre asalariados privados”, todo según datos de IERAL. “Necesitamos volver a trabajar, el 97% de los establecimientos relevados confirma que cuenta con los protocolos para hacerlo en forma segura”, afirma Amengual.
Ante una eventual reactivación de la actividad turística, un 85% de los establecimientos encuestados manifiesta que cuenta con equipamiento adecuado para poder operar de manera segura; 95% cuenta con la infraestructura adecuada, y 97% dispone de protocolos adecuados para operar de forma segura.
Aún cuando el sector ya ha perdido 76.000 puestos de trabajo desde el inicio de la cuarentena, del estudio se desprende que el 47% de los establecimientos no ha suspendido personal en pos de seguir trabajando en la mejora del servicio.
La situación financiera
Respecto de los datos relevados en el mes de mayo, se evidencia un crecimiento del endeudamiento. En mayo, un 37% de los encuestados confirmaban haber recurrido a líneas de crédito. En agosto, el porcentaje sube al 59% de los establecimientos. “Esto se explica porque en mayo los hoteles, con actividad y facturación nula, estaban recurriendo a su caja para pagar capital de trabajo. Hoy se terminó la caja y 6 de cada 10 debieron tomar deuda para pagar gastos corrientes, que luego será muy difícil de recuperar. Nos preocupa el tipo de crédito que se está tomando, no es para inversión sino para pagar sueldos”, describe Amengual.
El 94% de los hoteles encuestados solicitó ayuda para el pago de salarios, 52% suspendió inversiones programadas, 47% redujo salarios del personal y tomó créditos bancarios, y un 8% de los hoteles encuestados cerró definitiva y permanentemente su establecimiento.
Entre otros aspectos relevados se puede mencionar que 3 de cada 4 hoteles encuestados no ha recibido apoyo de los prestadores de servicios públicos (agua, luz, gas) en cuanto a la reducción de abonos o tarifas por consumo. El 59% de los encuestados no ha podido negociar condiciones especiales con otros prestadores de servicios (telefonía, internet, TV cable, seguros, mantenimiento de instalaciones, cadenas u operadores hoteleros).
Las expectativas
El 47% de los hoteles encuestados recibe un mix equilibrado de turistas nacionales e internacionales. El 30% recibe mayoritariamente turistas internacionales, mientras que el resto se distribuyen entre los que reciben mayoritariamente turistas de destinos nacionales y otro tipo de perfil.
También empeoraron significativamente las estimaciones respecto de cuánto tiempo tomará la recuperación de un nivel de actividad pre pandemia. 7 de cada 10 hoteles encuestados no espera recuperar un ritmo normal antes de entre 12 y 24 meses. En mayo, casi el 50% consideraba que la actividad se recuperaría antes de los 9 meses luego de la reapertura.
“Creemos que el turismo receptivo se va a recuperar recién en 2022. La caída en las expectativas hace que peligre la continuidad de muchos establecimientos. El año que viene la recuperación será muy leve, proyectamos un nivel de ocupación de entre un 15 y un 20%, cuando es necesario que esa tasa llegue al 40% para por lo menos hacer frente a los gastos operativos”, indica el presidente de la AHT.
Respecto de la eventual reconversión en otro tipo de actividad, el 45% no la considera posible y 21% considera que podría reconvertirse en caso de mantenerse el escenario actual.
“Lo que necesitamos es que se fije una fecha fehaciente de inicio de actividades para el turismo. Para poder empezar a vender con certeza no solo a los mercados nacionales sino también a los internacionales. El turismo no es un sector solo recreacional: también nuclea el mercado corporativo, el turismo de reuniones, el estudiantil, entre otros”, finaliza el directivo.