El queso es sinónimo de tradición, sabor y disfrute. Cada 27 de marzo, el mundo lo celebra en todas sus formas y variedades, y Mastellone Hnos. se suma a esta fecha especial destacando la excelencia de sus productos.
Con calidad y tradición, la compañía ha logrado, en sus 95 años de trayectoria, destacarse en el mercado de quesos y ofrecer una amplia variedad de este producto en sus distintas categorías: blandos, semiduros, duros, rallados, Mozzarella, untables, procesados y también especiales, como el brie y el camembert.
El compromiso y determinación de Mastellone Hnos. con lograr quesos de la más alta calidad se refleja en el arduo trabajo que realiza cada día en sus plantas de producción distribuidas en distintas localidades del país:
- Trenque Lauquen (Provincia de Buenos Aires): dentro del Complejo Industrial Victorio Mastellone, se producen quesos blandos (familia Cremón, familia Por Salut) además de masa para quesos procesados, con una capacidad de 160 toneladas diarias.
- Canals (Provincia de Córdoba): allí se elaboran quesos duros y semiduros, muzzarella y fundidos, con una historia que se remonta a 1915 y una capacidad de producción de 38 toneladas diarias.
- Leubucó (Provincia de Buenos Aires): con casi un siglo de tradición, se especializa en quesos duros (Reggianito, Sardo, Provolone, Parmesano). Procesa 300.000 litros de leche al día para producir 25 toneladas diarias.
- Villa Mercedes, San Luis: allí, la compañía madura sus quesos duros y semiduros y produce quesos rallados y en hebras, alcanzando las 25 toneladas diarias aproximadamente.
- Jeppener (Provincia de Buenos Aires): se elaboran los quesos especiales Brie y Camembert, con una capacidad diaria de 0,3 toneladas.
“El queso es mucho más que un alimento: es una tradición, un arte y una pasión. En Mastellone Hnos., trabajamos cada día para ofrecer productos de calidad que acompañen los momentos más especiales de nuestros consumidores. Celebrar el Día Mundial del Queso es una oportunidad para reconocer el valor de este producto y el esfuerzo de quienes lo elaboran con dedicación”, indica Pablo Prokopovsky, gerente de Plantas Queseras de Mastellone Hnos.
Desde el suave y cremoso gouda hasta el intenso y maduro parmesano, cada queso tiene su proceso, identidad y su mejor momento de consumo. El pategrás, de cáscara colorada y sabor levemente salado y picante, es ideal para una picada. El gouda, con su textura firme y elástica, tiene aroma a manteca. Para los amantes de los sabores intensos, el sardo es una opción ideal para picadas o platos de pastas. Finalmente, el parmesano, con 12 meses de maduración, destaca por su estructura firme y granulosa. Además, todas estas variedades son libres de gluten y sin lactosa, lo cual permite que más personas puedan disfrutarlas.
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