Danone renovó la línea de productos lácteos fermentados liderados por Actimel, con exclusivas variedades que incorporan 10.000 millones de probióticos naturales, vitaminas C, D, B6 y Zinc. Además, toda la línea es sin lactosa y sin TACC.
Actimel contiene probióticos L. Casei DN 114.001, una bacteria exclusiva, además de vitaminas C, D, B6 y Zinc.
El 70% de nuestras células inmunes están en el intestino. El consumo regular de Actimel contribuye a enriquecer la microbiota intestinal favoreciendo su correcto o su normal funcionamiento. La microbiota intestinal desempeña dos funciones vitales: ayudar a regular el suministro de energía y protegernos de “intrusos” (virus y bacterias que generan enfermedades).
Cada botellita provee las vitaminas y minerales que son nutrientes fundamentales para el normal funcionamiento del organismo gracias a su función reguladora y protectora. También, es una fuente de calcio.
La nueva familia está integrada por variedades Multifruta, Frutilla y Natural, y una opción sabor Multifruta sin azúcar agregada.
Actimel contiene, en el contexto de una alimentación variada y equilibrada vitaminas que cumplen las siguientes funciones:
Vitamina C: imprescindible para el desarrollo y crecimiento. Ayuda a la reparación de tejidos de cualquier parte del cuerpo, tiene acción antioxidante combatiendo a los radicales libres que se producen en nuestro cuerpo y contribuye a disminuir los síntomas del resfrío común.
Vitamina D: la vitamina D no solo es beneficiosa para el sistema inmunológico. También ayuda a absorber el calcio, un mineral fundamental para nuestros huesos y dientes.
Vitamina B6: La vitamina B6 ayuda al normal funcionamiento del sistema inmunológico y es esencial para que las enzimas funcionen correctamente. El organismo no es capaz de almacenar esta vitamina, por esto es recomendable consumir alimentos que la aporten de forma regular.
Zinc: El zinc es un nutriente que las personas necesitan para estar sanas. Ayuda al sistema inmunitario a combatir bacterias y virus que invaden al cuerpo. El cuerpo también necesita zinc para fabricar proteínas y el ADN, el material genético presente en todas las células. Durante el embarazo, la infancia y la niñez, el organismo requiere zinc para crecer y desarrollarse bien. El zinc también favorece la cicatrización de las heridas y el funcionamiento normal del sentido del gusto y el olfato.