<p>Se cumplen 15 años desde aquel día en que Siga la Vaca abrió sus puertas al público en el KM 40 de la Panamericana, con la intención de convertirse en la mejor parrilla al paso de camioneros. Pero la realidad superó las expectativas y Siga la Vaca se convirtió en un modelo de negocio exitoso que hoy cuenta con cinco restaurantes.</p>
<p>La historia de Siga La Vaca se remonta a 1993, cuando cuatro socios amigos, con una inversión inicial de US$ 7.000, generaron una propuesta gastronómica distinta y única en el mercado.<br />
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El innovador sistema “todo incluido” fue una de las claves del éxito. Y la otra fue mantener el rumbo. Hubo momentos de crisis, donde se planteó agregar otras propuestas al menú que no fueran el asado, pero finalmente y a pesar de los números, decidieron sostener la esencia de ser parrilla. La calidad de las materias primas resultó un beneficio a la hora del reconocimiento de los clientes argentinos y extranjeros.<br />
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Ese primer local creció hasta ser capaz de recibir a más de 300 personas. Luego, en 1996, se inauguró la sucursal San Isidro, sobre la calle Dardo Rocha, con capacidad para 350 personas. En 1999 llega el desembarco en Puerto Madero y la llegada al turismo internacional, con una atención en simultáneo de 450 cubiertos. <br />
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Actualmente, en sus cinco locales, Siga la Vaca cuenta atiende a más de 2.000 cubiertos simultáneos por día, 70.000 clientes por mes y mantiene un promedio de un millón de comensales por año. También da trabajo a 300 familias, cuyos miembros son los verdaderos responsables de mantener intacta aquella idea inicial: el mejor trato, la mejor calidad y el mejor precio.<br />
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Cumpleaños de Siga la Vaca
Esta parrilla regida por el sistema “todo incluido” logró posicionarse y sostener la alta calidad de las materias primas a un precio sin sorpresas.