En pleno aislamiento, desembarcó en el mercado argentino Iters, una nueva app de comida casera, que ya funciona en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, y que próximamente arribará en otros puntos del país. Ya tiene más de 6.000 usuarios registrados y 500 chefs amateurs que brindan sus servicios a través de la plataforma.
Actualmente, el ticket promedio por comensal en la app es de $631. Por la pandemia, en Iters se decidió suspender los pagos en efectivo para disminuir los riesgos de contagio a través del contacto físico con el dinero. Se puede abonar por medios digitales, como tarjetas de crédito y débito de todos los bancos o MercadoPago.
Las comidas más solicitadas en la app de Iters son milanesas, pastas, hamburguesas, pizzas, empanadas y tequeños (de origen venezolano). “Claramente, hay una marcada tendencia a los platos típicamente caseros, como los que cocinaban nuestras abuelas. La gente prioriza la gastronomía simple, pero no menos deliciosa. La demanda se concentra en Capital Federal y el pico de pedidos se registra entre el jueves y el domingo, con la llega del fin de semana”, analiza Aníbal Jiménez, fundador de Iters.
Ante el cierre de sus puertas al público, muchos restaurantes se reconvirtieron e incorporaron el delivery como alternativa para seguir ofreciendo sus servicios a sus clientes. Asimismo, chefs profesionales y cocineros amateurs encontraron, en este complejo contexto, la oportunidad para dar a conocer su talento y generar ingresos extra desde las cocinas de sus casas. Otros, sin ser especialistas, son amantes de la cocina y encuentran una fuente alternativa de empleo en la app. Por eso, durante los primeros tres meses, no se les cobrará el fee mensual de $950 ni comisiones por ventas. Para los usuarios, no tiene ningún costo el uso de la aplicación.
Respecto a los protocolos de seguridad sanitaria, indican que se han reforzado las normas de higiene entre los cocineros, acentuando el uso de elementos de protección personal (como barbijos, guantes y alcohol en gel) y la seguridad en los envases de los paquetes transportados. Al momento de entregar los pedidos, se evita el contacto físico, manteniendo una distancia interpersonal para disminuir el acercamiento lo más posible.