domingo, 22 de diciembre de 2024

Casi 100% de las personas argentinas dice “estar quemada”

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Según el estudio Burnout 2023 realizado por Bumeran, con cifra récord de 94%, las argentinas son las personas trabajadoras más “quemadas” de la región. El estrés y la desmotivación son las principales sensaciones que los talentos experimentaron durante el último año. El 56% de quienes lideran RR.HH. dicen “no hacer nada” al respecto.  

La cantidad de personas trabajadoras que experimentan burnout va en crecimiento en el país: en 2020, plena pandemia, un 88% lo experimentó, en 2021 un 80% afirmó haberlo transitado, y en 2022 un 86%, una diferencia de 8 puntos porcentuales sobre los datos arrojados de la última encuesta. Este 2023 se registró el nivel más alto de síndrome de burnout en Argentina.

“En esta cuarta edición de nuestro estudio, podemos observar que el síndrome de burnout aqueja cada vez a más personas trabajadoras en Argentina. Los datos muestran que este fenómeno sigue en expansión en el mercado laboral local y que el país lidera esta tendencia a nivel regional”, sostiene Federico Barni, CEO de Jobint.

Burnout 2023 es un estudio regional de Bumeran realizado a personas trabajadoras y especialistas en Recursos Humanos. En el estudio participaron 4.386 personas: 1.549 de Argentina, 754 de Chile, 452 de Ecuador, 464 de Panamá y 1.167 de Perú. La investigación explora cómo experimentan los talentos el síndrome de burnout y qué políticas implementan los especialistas en Recursos Humanos para mitigarlo.

Argentina sigue siendo el país de la región en el que más talentos sufren burnout. Por detrás se ubican Chile; con un 91%; Panamá, con un 83%; Ecuador con un 79%; y, por último, Perú,  con un 78%.

Estos resultados también se evidencian en que un 90% dijo sentirse más quemado/a que el año anterior. En 2022, un 87% había afirmado estar más agotado que en 2021.

¿Qué es lo que sienten? Un 52% de las personas trabajadoras afirma sentir falta de energía o cansancio extremo; mientras que el 41% experimenta negativismo o cinismo en relación al trabajo. El 23% advierte una disminución en su eficacia para trabajar. Y solo un 4% no padece ninguno de los síntomas de burnout .

Los talentos atravesaron diferentes situaciones negativas en el ambiente laboral durante el último año. El 79% siente estrés; el 75% está desmotivado o desmotivada; el 45% experimenta un agotamiento fuera de lo normal por la carga excesiva de trabajo; un 43% no logra desconectarse de su empleo y le cuesta encontrar tiempo para sí mismo, el 42% nota que disminuyeron su rendimiento y productividad; el 41% está más presionado que antes; al 32% las tareas le demandan más tiempo de lo habitual; el 31% se siente aislado o aislada de su equipo y considera que la comunicación no está fluyendo de la mejor manera; al 30% le cuesta encontrar tiempo para su familia; el 28% sufre insomnio; y un 20% atravesó situaciones de violencia laboral.

El 55% de los talentos manifestó no trabajar más de lo que dura su jornada laboral. A diferencia del 2020, en donde el 69% afirmó realizar tareas por fuera de su horario de trabajo. En 2021 el 53%  trabajaba de más; y en 2022 un 46%. Parece no haber una correlación entre las horas extras trabajadas y el aumento del burnout.

¿Cuántas horas trabajan las personas? En el 2023, el 41% de los talentos trabaja entre 45 y 50 horas; el 33% entre 35 y 45; el 14% más de 50; el 9% 25 y 35; y el 2% menos de 25 horas.

¿A qué atribuyen las personas trabajadoras el burnout? A la falta de claridad con respecto a lo que su rol implica (22%); a la sobrecarga de trabajo (21%); al trato de sus superiores (18%); a la presión en el trabajo (13%); a la falta de identificación con los valores de la organización (11%); a sentir que no se está a la altura del rol (7%); y a la falta de tiempo para llevar a cabo todas las tareas (7%).

A pesar de que un 94% de las personas afirma sentirse “quemadas”, el 22% no realiza ninguna actividad para sentirse mejor y el 5% no piensa hacer nada para mitigar el burnout.

Sin embargo, la mayoría, el 78% realiza actividades para prevenir o disminuir el agotamiento. El 35% hace ejercicios físicos, como ir al gimnasio, y de relajación, como el yoga, el 25% prefiere leer, mirar series y hacer actividades que los desconecten de la rutina, el 8% intenta mantener el contacto con sus seres queridos, el 4% desconecta los dispositivos de trabajo luego del horario laboral; y el 2% mantiene una rutina diaria que lo ayude a disminuir la incertidumbre y que le genere menos estrés.

¿Qué piensan hacer para disminuir o combatir el burnout? Los talentos consideran cambiar de empleo (46%), seguir haciendo actividades que los ayuden a relajar (14%), desarrollar una rutina distinta (6%), y pasar más tiempo con seres queridos(3%).

El 56% de los responsables de áreas de RR.HH. dice “no hacer nada” al respecto

El 85% de los expertos en Recursos Humanos advierte que los talentos de sus organizaciones sufren burnout o están “quemados”. El 19% de ellos calcula que un 50% de sus empleados/as están padeciendo este síndrome, un 16% cree que el 70% lo experimenta y el 11% que el 80% lo sufre.

“Este año decidimos invitar a los especialistas en Recursos Humanos al estudio para que sumen su percepción del fenómeno. El 85% notó que las personas trabajadoras de su organización experimentan burnout y un 57% contó que los talentos afectados se acercaron a su área para informar la situación. Sin embargo, la mayoría aún no implementa medidas para prevenir o combatir este síndrome. Una de las grandes oportunidades del área de Recursos Humanos es empezar a poner foco en esta problemática, que va a significar una mayor calidad de vida para quienes lo atraviesan y una mayor productividad para las compañías”, explica Barni.

Los comportamientos que los especialistas observaron y les indicaron que las personas trabajadoras sufren burnout son: la demostración de cansancio y agotamiento constante (75%), el desinterés en el trabajo (57%), la falta de satisfacción respecto a los logros laborales (35%), ausencias (29%), y un trato distante o insensible respecto a los demás (28%).

¿Los talentos afectados se acercan al área de Recursos Humanos para manifestar que están “quemados” o atravesando los síntomas que caracterizan al burnout? Un 57% de los especialistas respondieron que sí, mientras que un 43% asegura que nunca lo hicieron.

Entre los principales síntomas de burnout que identifican en los talentos se encuentran: la pérdida de la motivación y el entusiasmo en el trabajo (67%); el desinterés en el trabajo y la disminución del rendimiento (63%); cansancio crónico y agotamiento constante (60%); cambios en el comportamiento, como irritabilidad o aislamiento (59%); dificultades para concentrarse y tomar decisiones (43%); aumento del ausentismo laboral (34%); mayor susceptibilidad a enfermedades (32%) insomnio o problemas para dormir (28%); falta de satisfacción respecto a los logros laborales (25%);  y un trato distante o insensible para con los demás (24%).

Una vez que se detecta que un trabajador sufre de burnout, ¿cómo actúan desde el área de Recursos Humanos? El 56% de los especialistas afirmó que no se hace nada, el 28% brinda apoyo emocional, el 16% fomenta un ambiente de trabajo flexible, otro 15% explica que se reasignan tareas y responsabilidades, el 7% implementa programas de bienestar laboral, el 6% reduce la carga de trabajo de la persona afectada y proporciona tiempo libre adicional, y el 5% facilita el acceso a servicios de salud mental y promueve el uso de días de descanso pagos.

El 86% de los especialistas sostiene que en la organización en la que trabajan no se implementan estrategias o medidas para prevenir o disminuir el burnout. En las instituciones en las se llevan adelante estrategias o medidas, las seleccionadas son: la flexibilidad en los horarios y la modalidad de trabajo (57%), el fomento de la comunicación abierta y la retroalimentación (30%), y los programas de bienestar emocional y mental (26%).

Las causas más comunes de burnout para los especialistas son: la carga excesiva de trabajo (63%); la falta de reconocimiento o recompensa (57%);  un ambiente laboral tóxico (55%); la falta de comunicación dentro de la organización (50%); la falta de motivación laboral (44%); la falta de apoyo de los superiores (38%); el escaso equilibrio entre el trabajo y la vida personal (36%); la falta de posibilidad de desarrollo profesional o crecimiento (35%);  la desorganización en la gestión de proyectos (35%); la falta de espacios de diálogo y apoyo emocional (28%); el exceso de presión para cumplir metas y objetivos (28%); los cambios constantes en las responsabilidades laborales (27%); la falta de control sobre las tareas (25%); la inestabilidad laboral (23%);  y los conflictos interpersonales en el equipo de trabajo (21%).

¿Cómo impacta que los talentos estén “quemados” en la organización? El 78% considera que se reduce la calidad de trabajo; el 62% cree que se pierden talentos; el 60% sostiene que disminuye el compromiso organizacional, y otro 60% que aumenta la rotación de personal; para un 55% hay un mayor tendencia a conflictos internos entre compañeros de trabajo; un 40% habla de un impacto negativo en la cultura organizativa; y para el 17% hay un aumento de costos de acompañamiento médico.

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