En la época de la vendimia los propietarios pueden optar por vender su producción de uva o bien elaborar sus propios vinos en la bodega, para lo cual, contarán con las instalaciones, la tecnología y el asesoramiento de los técnicos de la bodega. De esa forma, estará en condiciones de obtener su vino propio, que podrá comercializar con la marca que elija o bajo la de Clos del Fin del Mundo. Lo podrá comercializar tanto en el mercado interno como en el internacional.
Los vinos con la marca Clos del Fin del Mundo serán presentados en el mercado con la fuerza de ventas de la bodega. De esta manera los inversores-propietarios ingresarán en el mundo vitivínicola, no solo como amantes del vino sino también como productores y bodegueros.
El proyecto incluye la instalación de espacios comunes, pensados para disfrutar en familia. Contarán con canchas de tenis, caballerizas, senda ecuestre, granja y huerta orgánica, todo rodeado por el inigualable paisaje de los viñedos patagónicos.