Adler es un quesito versátil. No requiere refrigeración, es apto para cocinar, viene porcionado con lo cual también puede convertirse en una colación a mitad del día, que aporta calcio y proteínas. Se presenta en versión Light reducido en calorías, y en versión feteada para sandwiches (en este caso sí es necesario conservarlo en heladera). A excepción de los sabores Jamón y Salame, es apto para celíacos.
Su historia se remonta a Adler-Kase Werke G. m. b. H, que en 1897 instituyó la elaboración de queso en porciones triangulares. En 1921 la misma fábrica lanzó al mercado la propuesta del queso en porciones, el clásico “Trianguilito”, que logró aceptación a escala global. Con el tiempo se fueron incorporando sabores variados, hoy disponibles.
En el mercado argentino, la aceptación y popularidad de la marca hizo que en 1959 se instale una planta industrial especialmente destinada a su producción, en pleno corazón de la cuenca lechera santafesina. Los sabores disponibles en el mercado argentino incluyen Fontina, Fontina Light, Jamón, Salame, Queso Azul y Gruyere.
Las presentaciones son:
• El triángulo clásico, en 2 porciones de 50 gramos.
• El quesito Adler Fontina Light, porcionado en 4 triángulos de 25 g, que contiene un 39% menos de calorías que el Fontina Clásico.
• El Quesito Adler Mini, una rueda que contiene 8 triángulos de 15 g cada uno. Solo 45 calorías por triángulo e ideal para comer on the go. El Fontina Light también está disponible en esta presentación y contiene solo 28 calorías por porción.
Todos con sistema Abre Fácil
• El Sandwich-in, feteado de cheddar, danbo y mozzarella, con envoltorio individual. Este producto sí necesita permanecer refrigerado. 8 fetas de 18 g, 84 calorías por feta.
La campaña lanzamiento “La hora de Adler” estuvo a cargo de la agencia Hoy Argentina “La hora Adler” y cuenta como protagonista a Alicia, la voz del 113.