Estos son datos arrojados por AdTomic, una plataforma argentina que ayuda a maximizar las ventas de los comercios digitales mediante inteligencia artificial. A partir del relevamiento de más de 200 clientes, el objetivo fue analizar cómo evolucionaron sus ventas a través de Facebook durante los 45 días de cuarentena -del 20 de marzo al 5 de mayo-.
Si bien al comienzo de la cuarentena se impuso la categoría Salud con la venta exponencial de alcohol en gel y tapabocas, al pasar los días, el rubro Belleza empezó a crecer a paso firme con una razón clara: las canas y las uñas no esperan.
Las argentinas se equiparon para tener el salón de belleza en casa. La venta de tinturas, pinceles de tintura y activadores de color creció casi 3.000% durante la cuarentena. Es decir, algunos productos se vendieron hasta 30 veces más que en el mismo lapso de tiempo antes de la pandemia.
A estos datos, se le suman los productos relacionados con el cuidado del cabello como máscaras, óleos y baños de crema que aumentaron un 600% en promedio. Muy por encima del promedio de la categoría Belleza en general.
“El mundo de la belleza no escapa a la digitalización del consumo producido por la cuarentena. En un primer momento, los consumidores se preocuparon casi únicamente por su salud e higiene pero, con los días fueron surgiendo necesidades -también importantes- relacionadas con el bienestar y con adaptar su rutina habitual desde casa”, analiza Santiago Piredda, CEO de AdTomic. “Es una gran oportunidad para que las marcas se acerquen más a sus consumidores, poniendo foco en productos que los ayuden y acompañen en estas tendencias”.
En cuanto a las uñas, la tendencia del esmaltado semipermanente se muda al hogar. Las cabinas de secado son las estrellas de este rubro, registrando incrementos de hasta 1.200% en algunas marcas, respecto del mismo periodo previo al aislamiento. Acompaña la venta de líquido removedor de esmalte semipermanente, con un crecimiento promedio del 300%.
Luego se ubican los esmaltes y quitaesmaltes comunes que crecieron 100% y 900% más, respectivamente, comparado con el periodo fuera de cuarentena.
Una tendencia que, parece, quedará
Si bien el confinamiento terminará en algún momento, sin dudas dejará varias tendencias para analizar en el futuro. La digitalización del consumo es una de ellas. En primer lugar, porque los consumidores seguirán acotando el contacto innecesario con otras personas y, en segundo, porque muchos tuvieron durante este tiempo un curso instensivo sobre cómo comprar online y cómo autosatisfacer necesidades para las que hasta ahora necesitaban de un tercero.
Poder pensar en cómo se reconfigurará el consumo será la clave para que las marcas puedan adaptarse al nuevo escenario y obtener de estos cambios, un beneficio.