Un octubre con saldo turístico negativo
En octubre de 2025 ingresaron a la Argentina 679,2 mil visitantes no residentes por todas las vías de acceso. De ese total, 389,8 mil fueron turistas (pernoctan al menos una noche) y 289,5 mil, excursionistas. En la comparación interanual, estas cifras implican caídas de 10,0%, 5,9% y 15,1%, respectivamente.
En sentido inverso, los residentes realizaron 1.228,9 mil salidas al exterior. Dentro de ese flujo, 725,0 mil fueron turistas y 503,9 mil, excursionistas, con aumentos interanuales de 9,3%, 10,8% y 7,1%. El resultado es un saldo negativo de 549,7 mil visitantes internacionales, compuesto por un déficit de 335,2 mil turistas y 214,5 mil excursionistas.
Este desequilibrio en cantidades confirma lo que distintas notas recientes de esta publicación han señalado: el turismo se consolidó como una cuenta estructuralmente deficitaria, donde la salida de argentinos al exterior supera con amplitud el ingreso de visitantes del resto del mundo.
El peso de los países limítrofes
El informe del Indec muestra que 61,9% del turismo receptivo provino de países limítrofes. Brasil explicó 23,1% de las llegadas, Uruguay 15,1% y Chile 12,2%, con descensos interanuales significativos en todos los casos, en especial desde Uruguay, que cayó casi 20%.
Del lado emisivo, 65,9% de los viajes de residentes tuvo como destino esos mismos vecinos. Brasil concentró 22,1% de los turistas argentinos que salieron al exterior en octubre y Chile, 19,3%. Esta centralidad regional dialoga con otras tendencias observadas por Mercado, como el crecimiento de los viajes al Caribe —muchos de ellos con conexión vía Brasil o Chile— y la expansión de proveedores de servicios turísticos que operan sobre esa demanda.
La vecindad geográfica, la oferta de paquetes en all inclusive y la posibilidad de financiar consumos en cuotas ayudan a explicar por qué, aun en un contexto de inflación alta y restricciones cambiarias, el turismo emisivo continúa en expansión mientras el receptivo muestra señales de fatiga.
Cómo viajan los turistas
En octubre, 51,5% de los turistas no residentes llegó al país por vía aérea, 37,0% por vía terrestre y 11,5% por vía fluvial o marítima. La relación se invierte parcialmente en el turismo emisivo: 54,2% de los turistas residentes salió en avión, 38,2% por tierra y 7,7% por agua.
En la vía aérea internacional, el Indec estimó 200,9 mil llegadas de turistas no residentes (1,3% más que un año atrás) y 392,6 mil salidas de residentes, con un salto interanual de 21,7%. El 89,4% de los arribos y el 86,1% de las partidas se concentraron en Ezeiza y Aeroparque.
Las series desestacionalizadas muestran que, mientras las llegadas por avión de no residentes mantienen un recorrido lateral, las salidas de residentes exhiben un nivel elevado y relativamente estable. Este comportamiento es consistente con otros análisis de la revista sobre la demanda hotelera interna, que describen un sector en “meseta” a la espera de nuevas señales macroeconómicas.
Gasto y estadías: quién deja más dólares
Si se observan solo los pasos relevados por la Encuesta de Turismo Internacional (Ezeiza, Aeroparque, Córdoba, Mendoza, Puerto Buenos Aires y Cristo Redentor), el turismo receptivo totalizó 232,3 mil turistas, 2,64 millones de pernoctaciones y un gasto de US$ 232,4 millones en octubre. La estadía promedio fue de 11,4 noches y el gasto diario, de US$ 88 por persona.
El turismo emisivo, en cambio, alcanzó 459,0 mil turistas, 6,34 millones de noches y un gasto de US$ 597,0 millones. La estadía promedio fue algo más alta, 13,8 noches, y el gasto diario llegó a US$ 94,2. La diferencia en montos pone en evidencia un saldo neto de divisas fuertemente negativo para la cuenta turismo.
Por país de residencia, los visitantes brasileños siguen siendo el principal mercado para la Argentina: 57,5 mil turistas en octubre, con una estadía media de 8,1 noches y el mayor gasto diario del relevamiento (US$ 108,8). Les siguen los turistas de Uruguay, con un gasto diario de US$ 99,1, y los de Estados Unidos y Canadá, con 96,8 dólares por día.
En el turismo emisivo, los residentes que viajan a Estados Unidos y Canadá encabezan el gasto diario, con US$ 119,3, seguidos por quienes eligen el resto de América (US$ 104,5) y el resto del mundo (US$ 97,1). Europa concentra 98,6 mil turistas argentinos y casi 2,46 millones de pernoctaciones, con la estadía promedio más alta del cuadro: 24,9 noches.
Un déficit que ya preocupa al sector externo
La combinación de más salidas que llegadas y de un gasto medio diario superior en el exterior que en el país refuerza un fenómeno que economistas y cámaras empresarias siguen con atención: el déficit de la balanza turística. Según estudios recientes de Fundación Mediterránea y análisis publicados por esta revista, el turismo emisivo alcanzó niveles récord en los primeros meses de 2025, contribuyendo de manera relevante al uso de divisas en la balanza de pagos.
En agosto, Mercado describió al turismo internacional como “una cuenta corriente con déficit creciente”, a la luz de los datos del Indec y de la ampliación del déficit en servicios dentro de la balanza de pagos. El informe de octubre confirma la tendencia: aun sin cifras de balanza de pagos trimestral, la comparación entre gasto receptivo y emisivo anticipa un rojo significativo para la cuenta viajes.
Desafíos de política y de competitividad
Los trabajos recientes de la revista sobre sostenibilidad del turismo internacional apuntaron a varios factores detrás de este desbalance: atraso relativo de la infraestructura, encarecimiento de los vuelos internos, presión impositiva sobre el turista extranjero y un esquema cambiario que, pese a los impuestos diferenciales, mantiene relativamente atractivo el “dólar turista” para buena parte de la clase media local.
A ello se suma la creciente profesionalización del negocio emisivo. Plataformas de excursiones y actividades, como Civitatis, reportan aumentos de tres dígitos en reservas realizadas por argentinos, apoyados en la digitalización de pagos y en la venta anticipada en cuotas. En paralelo, destinos internacionales de sol y playa desde el Caribe hasta Brasil refuerzan su promoción local, aprovechando la conectividad aérea y acuerdos comerciales con operadores nacionales.
Del lado receptivo, las estadísticas muestran que los mercados de mayor gasto diario —Brasil, Estados Unidos, Europa— siguen presentes, pero con volúmenes que no terminan de recuperar niveles previos a la pandemia. Al mismo tiempo, la demanda de alojamiento en el país permanece en una “meseta” que limita el efecto multiplicador del turismo sobre empleo y actividad regional.
Frente a este cuadro, el informe de octubre del Indec ofrece una fotografía precisa de un sector que todavía no encuentra un nuevo equilibrio entre turismo receptivo y emisivo. La discusión sobre competitividad, conectividad, calidad de servicios y reglas cambiarias seguirá siendo central para definir si la Argentina puede transformar al turismo internacional en una fuente neta de divisas o si el déficit actual se consolida como rasgo estructural de la economía.












