viernes, 22 de noviembre de 2024

Los “precarios”, una nueva clase social

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Es un concepto atribuido al economista británico Guy Standing que define una creciente cantidad de gente que se siente insegura en sus trabajos, en sus relaciones comunitarias y en su propia vida. Ese sentir estimula el auge del populismo tipo Donald Trump.

Es la falta de seguridad y previsibilidad que afecta el bienestar material o psicológico. A diferencia del proletariado industrial del siglo pasado que no poseía los bienes de producción y vivía de su sueldo, la nueva categoría está parcialmente implicada en actividades laborales, deben cumplir múltiples actividades no remuneradas para tener acceso a puestos de trabajo y a salarios dignos.

Falta seguridad en el empleo, se trabaja de modo intermitente y generan una existencia precaria. La emergencia de este fenómeno se adjudica al capitalismo neoliberal.

Tan central es el tema que da lugar a una reunión mundial tan exclusiva, discreta y secreta, que haría palidecer de envidia al foro de Davos. La cita mundial se llama Bilderberg, el nombre del hotel holandés donde dirigentes mundiales se reunieron por primera vez en 1954. El encuentro de este año se está celebrando en algún lugar –desconocido- de Dresden, Alemania, con asistencia de 130 líderes mundiales y máximos ejecutivos de empresa (hay tres personas con cargo de Primer Ministro y 130 CEO de grandes empresas). Durante cuatro días debatirán una agenda que incluye a China, los procesos migratorios, la ciberseguridad, pero sobresale el foco que se pondrá en “los precarios” y las clases medias.

Los “precarios” son los que tienen empleo de medio tiempo, salarios mínimos, trabajadores extranjeros temporales y a los que se paga en efectivo, sin mayores registros.

Este grupo marginal, pero cada vez más importante en número, pleno de gente enojada, ansiosa, alienada, favorece el surgimiento de ideas y líderes populistas y de derecha, tanto en Estados Unidos como en toda Europa. Las consecuencias: desórdenes políticos, en los mercados y las economías que cruzan horizontalmente todos los demás tópicos de la agenda de Bilderberg.

¿Qué resultará de todo este debate? Difícil pronosticarlo. Las reglas del encuentro es que no se toman notas ni quedan archivos escritos. No hay propuestas de resoluciones a tomar, no hay votaciones ni se hacen declaraciones finales. Intrigante en verdad.

 

 

 

 

 

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