Hasta ahora, era una de las actividades con mayor intensidad y nivel de facturación.
Las grandes empresas –pero también las medianas y pequeñas según los casos- y todos los gobiernos, recurren a estas consultoras especializadas en distintos campos de la gestión, del marketing, de las relaciones humanas y de la tecnología – por citar los segmentos más representativos-, para decidir hacia donde orientan sus inversiones, cómo transforman y modernizan las firmas en el campo tecnológico, pero también el productivo.
Pero a lo largo de este año, se dedicaron a advertir a sus clientes cuál era el mejor camino para escapar a la trampa del corona virus con el menor daño posible. Y así lo hicieron.
Pero ahora viene el gran desafío. Cómo encarar un futuro más difícil de pronosticar que lo habitual, donde lo que se avecina son los cambios y transformaciones más veloces e integrales que se registran en el ámbito empresarial.
Por eso los últimos tiempos, la mayoría de las consultoras han estado menos ocupadas que de costumbre. Hay que definir una nueva manera de gestionar las empresas, donde no valen teorías ni ideas preconcebidas. Es empezar de nuevo, al mismo tiempo que se somete a replanteo total las formas de relacionarse con los clientes, el modo de manejar las relaciones con el personal, la vinculación con los accionistas y hasta la naturaleza misma del proceso productivo.
Esto supone un cambio radical con la forma en que trabajan las consultoras, en lo conceptual, en lo operativo, y en la forma en que se relacionan con los clientes. Sobre esta nueva realidad versa este año el especial Quién es Qué en consultoría. Un clásico de Mercado, esta vez a la búsqueda de nuevos horizontes.
Sobre este giro transformador opinan varios protagonistas del sector.
(Síntesis de lo publicado en la edición de octubre. Para ver el informe completo cliquear en https://mercado.com.ar/revista/edicion-octubre-n1231/la-nueva-agenda/)