Quien está encargado de llevar a la empresa de la mano hacia la próxima revolución industrial es Joseph Kaeser, una persona que desde que entró a la compañía en 1980 fue ascendiendo hasta asumir el cargo de gerente general financiero primero y presidente y CEO en 2013. Hoy Siemens emplea a 17.500 ingenieros en software y la empresa es un ejemplo de cómo IT y big data pueden potenciar enormemente a la manufactura.
En abril pasado, Mercado publicó una entrevista con Kaeser, realizada por Strategy & Business, en versión condensada. Lo central de su contenido es que la antigua empresa alemana que se ha colocado a la cabeza de este nuevo proceso desmiente los temores de que la automatización y la robótica provocarán desempleo. Acaba de anunciar que calcula contratar por lo menos 25.000 empleados nuevos en todo el mundo como parte de su inversión en investigación y desarrollo.
La compañía alemana cree que su transformación industrial es necesaria para seguir siendo competitiva en un mercado cada vez más digital, especialmente en los sectores de petróleo, gas, metales y minerales. No son muchas las empresas que lograron, como Siemens, sobrevivir a tantas revoluciones tecnológicas e industriales. Fundada en Berlín en 1847, Siemens AG vivió y sobrevivió al advenimiento del vapor, los trenes, la electricidad, el avión a chorro, las turbinas a vapor, la computadora personal, las comunicaciones inalámbricas, Internet y ahora big data. Pero más allá de atravesar esas revoluciones industriales y de información, Siemens se colocó a la cabeza. En 2015 tuvo ingresos por valor de US$ 82.000 millones con 348.000 empleados. Es una de las empresas industriales más grandes del mundo. Hoy tiene 10 divisiones, casi todas de productos muy complejos. Energías renovables, generación de energía, tecnologías de construcción, procesos industriales y salud. Siemens es un imperio que se extiende desde Indonesia con siderurgia hasta India con desarrollo de software y desde Estados Unidos con equipos ultrasónicos hasta Alemania con turbinas eólicas. Vive en permanente transformación. Cada uno de sus negocios se está digitalizando: impresión en 3D, Internet de las Cosas, customización masiva y big data, todo eso están incorporando. Y todo eso, en Siemens, tiene un significado especial. La compañía pone tiempo, esfuerzo y talento al servicio de incorporar tecnología de la información a los procesos de diseñar, construir y presentar sus productos. Podría decirse, sin riesgo a equivocarse mucho, que Siemens ya está operando fábricas digitales.