Consultados el año pasado los ciudadanos de Estados Unidos si creían que su país “está por encima de los demás”, solo 28% contestó que sí, 10% menos que hace tres años. Como explica el profesor Joseph Nye en su flamante libro “Is the American Century Over?”, los estadounidenses no están solos con su duda. “En años recientes, las encuestas mostraron que en 15 de 22 países consultados, la mayoría de los respondentes dijo que China o reemplazará o ya ha reemplazado a Estados Unidos como potencia líder del mundo”, dice.
Los que así opinan se basan en razones económicas más que militares o diplomáticas. Las fuerzas armadas norteamericanas siguen siendo primeras en el mundo y los norteamericanos gastan cuatro veces más que China en el sector militar. Además, China no puede competir con Estados Unidos en cuanto a presencia en el mundo con bases militares instaladas en muchos países.
Pero en términos económicos, el rival es más competitivo. El PBI chino ya superó al norteamericano y la población china conforma el mercado más grande del planeta para ciertos productos.
Michael Lind cree que a Estados Unidos se le acabó el siglo. En 1914 comenzó el siglo americano y en 2014 llegó a su fin, dice el autor de “Land of Promise”. La política exterior estadounidense está colapsando, la economía no funciona bien y la democracia está partida, sentencia. Los días en que otros países miraban a Estados Unidos como modelo exitoso de prudencia en política exterior, capitalismo democrático y democracia liberal se acabaron.
Una visión más optimista
Durante el siglo pasado, los norteamericanos vivieron siempre temerosos ante los peligros que se cernían sobre la preeminencia del país. En los años 50 la Unión soviética parecía lista a enterrar a Estados Unidos; en los 80 eran los japoneses que iban a desbancar a los perezosos norteamericanos.
Hoy el gran rival es China. Ante esos temores el profesor Nye dice: “No se apresuren”. Nye, decano de los cientistas políticos, sabe mucho de geopolítica. En su nuevo libro “Is the American Century Over?” dice con firmeza que la superioridad geopolítica norteamericana, lejos de estar eclipsada, sigue firmemente en pie y con un destino manifiesto. Sostiene además que el mayor peligro no es China, ni India ni Rusia. El mayor peligro es Estados Unidos.
Es fácil olvidar, dice allí, qué gigantesco sigue siendo Estados Unidos hoy. Menciona el poder militar: Estados Unidos no solo gasta cuatro veces más en defensa que el segundo país, China, sino que también gasta más que los siguientes ocho países todos juntos. La marina estadounidense controla los mares y el ejército tiene tropas en todos los continentes habitados. Las fuerzas armadas norteamericanas se convirtieron en dominantes desde el principio mismo del siglo de Estados Unidos. Durante casi 50 años después de la Segunda Guerra Mundial el poder estadounidense fue controlado por la Unión Soviética. Ya no más.
(El desarrollo completo de esta polémica se puede leer en la edición de abril de Mercado.)