Mientras, los actores tradicionales están librando una puja por la confianza de un mayor rango de stakeholders, para conservar el control de sus operaciones. El juego está cambiando y las mineras deberán reaccionar a tiempo para sobrevivir a un futuro que no espera.
La minería, una de las actividades más antiguas del hombre, suele considerarse como un negocio relativamente sencillo, con cadenas de valor integradas y un fuerte control sobre muchas de las variables de producción. Sin embargo, esta concepción está cambiando de cara a un futuro no muy lejano. Las mineras ya no pueden permitirse ignorar el papel que juegan en un ecosistema económico, social y tecnológico mucho mayor, que crece y se complejiza cada día, a partir de fuerzas disruptivas emergentes, como robótica, drones o blockchain, la incertidumbre que aportan los nuevos participantes provenientes de otras industrias y la puja por la confianza de un mayor rango de stakeholders para asegurar las operaciones.
¿Qué decisiones estratégicas deberían tomar hoy mismo los ejecutivos del sector para garantizar la prosperidad de sus organizaciones? Para ayudar a responder este interrogante clave, los especialistas de la red global de PwC desarrollaron “We need to talk about the future of mining“, un documento que explora los próximos años de una industria en transformación.
Fuerzas disruptivas e incertidumbres
El informe de PwC identifica ciertas “incertidumbres” que, en función de su evolución, configurarán el futuro de la minería. Una de ellas se refiere a los nuevos jugadores provenientes de otras industrias -compañías especializadas en finanzas, tecnología o consumo, entre otras-, que están contribuyendo a la transformación de la actividad y el negocio.
Leonardo Viglione, Mining Leader de PwC Argentina, explica: “Mientras que en todo el mundo las mineras tradicionales están preocupadas por el capital y las capacidades para innovar, los nuevos competidores tienen capital disponible y son tecnológicamente avanzados; además, están ingresando al sector en un momento en que las barreras de entrada son muy bajas, fundamentalmente por la depresión de los valores de los activos”.
Otra incertidumbre clave es la evolución de la confianza pública respecto de las empresas mineras, como así también el nivel de control que los stakeholders externos pueden llegar a ejercer sobre las operaciones. Las mineras ya están luchando para crear confianza y asegurar sus operaciones. Pero ¿qué pasa si el público se vuelve más inmune a los argumentos de la industria?
“Actualmente, experimentamos una ruptura del público hacia las instituciones establecidas, en general. El Brexit y la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. evidencian una creciente voluntad por buscar nuevas opciones. El impacto de esta mentalidad no debe ser subestimado -expresa Viglione-. Del otro lado, hay consumidores socialmente responsables y usuarios de tecnología avanzada que exigen una mayor transparencia sobre lo que compran. Sus demandas pueden impactar en la futura regulación de la industria”.
Precisamente, un gran reto para las mineras será pasar de una mentalidad netamente empresarial a una que brinde mayor consideración a las necesidades del consumidor y otros stakeholders. En este camino, la tecnología podría impactar positivamente. En particular, blockchain podría asegurar la procedencia de las materias primas, e incluso tendría la capacidad para crear un mercado digital de minerales geo-etiquetados que todavía estén en el suelo.
“Blockchain ya se utiliza con diamantes: un minúsculo código QR vincula la piedra con una ficha digital que verifica su calidad, extracción ética y autenticidad -agrega Viglione-. Esto ayuda a minimizar el fraude, el robo y los costos de seguros relacionados, además de crear una visión mucho más sólida y transparente de la custodia de los bienes”.
Pensar el futuro
A partir de las incertidumbres detectadas el informe de PwC desarrolla cuatro escenarios hipotéticos que brindan una idea de los desafíos y oportunidades de la industria en los próximos años.
- Éxito limitado. Las mineras están en constante conflicto con los intereses de sus stakeholders. En la actualidad existe una baja de confianza en el sector, dados los grandes ajustes realizados en los últimos años, y el éxito se vuelve cada vez más difícil de lograr.
- Las empresas “no mineras” en ascenso. Empresas bien financiadas, con alta tecnología y socialmente exitosas superan a muchos actores tradicionales en un mundo altamente regulado.
- Superpotencias mineras. Habiendo comenzado a autorregularse, las mineras operan en colaboración, con proyectos cortos y predecibles. La transparencia es alta; los beneficios más pequeños pero sostenibles favorecen a las superpotencias mineras.
- Minería transformada. La minería atrae a los participantes altamente innovadores de nuevas industrias. Libre de establecer su propio curso y enriquecerse con las nuevas ideas y el capital, las mineras se transforman.
Cambiar el juego
De cara al futuro, las mineras tendrán que adoptar una mentalidad diferente a la que domina en el sector hoy en día. El informe de PwC concluye que la minería existe en un gran ecosistema global que va más allá de su propia cadena de suministro y de los clientes y otros stakeholders con que las organizaciones tratan diariamente. Para maximizar la innovación y el crecimiento las mineras deberán estar dispuestas a formar asociaciones, y para eso deberán construir una cultura que fomente la colaboración y aliente a las personas a trabajar juntas hacia indicadores clave de desempeño y estándares de seguridad.
Asimismo, a medida que el conocimiento de la marca continúa extendiéndose a lo largo de toda la cadena de suministro -acelerado por el creciente uso de las plataformas sociales- las mineras tendrán que colaborar más para proteger su reputación, con mejoras reales en los registros de seguridad, en su desempeño ambiental, en el compromiso con la comunidad y en las relaciones laborales. Además, las organizaciones deberán estar preparadas para monitorear a sus pares y alertar sobre comportamientos no éticos.
El ritmo de los avances tecnológicos será cada día más rápido y exigirá que las mineras se vuelvan más ágiles para el cambio. Los adelantos en robótica, operaciones remotas, drones, o blockchain podrían echar por tierra las innovaciones que hoy están a la vanguardia de la industria en no más de cinco años. En este sentido, el talento proveniente de fuentes no tradicionales puede proporcionar habilidades y conocimiento para hacer frente a los desafíos futuros. En particular, se debe fomentar una mentalidad emprendedora y/o de startup para incentivar la innovación y el crecimiento.
La situación en Argentina
En el plano local, la minería enfrenta una serie de oportunidades y desafíos. Viglione señala que “las primeras medidas implementadas por el actual gobierno nacional, incluyendo la liberación de controles de divisas y la eliminación de las retenciones en las exportaciones mineras, aumentaron la competitividad y el desarrollo del sector”.
Sin embargo, el especialista de PwC también advierte que “resta fortalecer la consistencia entre las provincias para mejorar el atractivo de la inversión y atenuar la incertidumbre de los inversionistas”. Al respecto, cabe señalar que el Gobierno elaboró un ambicioso proyecto de ley para unificar las regulaciones mineras bajo un nuevo acuerdo federal minero que reordene las diferentes visiones de las provincias respecto de la industria. Este documento está siendo debatido con las provincias y en breve se espera su tratamiento parlamentario.
Finalmente, Viglione destaca que “existen muy buenas oportunidades para relanzar grandes proyectos que fueron descontinuados, como Potasio Río Colorado y Lama”, y que “hay nuevas inversiones para explorar, incluyendo el desarrollo de proyectos de litio en las salinas del norte de Argentina”.