El futuro es hoy

spot_img

La movilidad sustentable viene ganando terreno en la apuesta de las automotrices. Vehículos híbridos, eléctricos y, también, alimentados por la electricidad generada por la reacción química entre el oxígeno y el hidrógeno. Por Carina Martínez.

Si bien el concepto de movilidad sustentable parece nuevo, no lo es tanto. Ya desde la segunda mitad del siglo pasado hubo quienes comenzaron a plantearse formas alternativas a los clásicos vehículos a combustión para hacer frente a los efectos nocivos generados por estos, léase contaminación ambiental y sonora, consumo excesivo de energía no renovable y sus consecuencias en el medio y en la salud de la población.

La movilidad sustentable incluye tanto formas alternativas de movilidad –las bicicletas son un típico ejemplo; pero también el fomento del uso de transporte público- como los clásicos vehículos con motores alimentados de forma más sustentable.

En cuanto a estos últimos, Toyota es líder en el desarrollo de vehículos más amigables con el medio ambiente. Ya en 1997, la firma japonesa lanzó el primer auto híbrido producido en serie, el Prius. El híbrido es un vehículo que cuenta con dos motores: uno de combustión a gasolina y otro eléctrico Ambos motores trabajan coordinadamente, optimizando el consumo y minimizando el impacto de generado por la combustión. El motor eléctrico se alimenta de baterías que se recargan mientras el automóvil está en movimiento, por eso no necesita de fuente externa de alimentación.

A diferencia de los híbridos, los autos eléctricos, no cuentan con motor a combustión, lo cual reduce la contaminación producida por las emisiones y también el ruido. Para el bolsillo, es una buena alternativa ya que su costo operativo se reduce más de 10 veces. Se alimentan con la carga de una batería, que requiere de “puntos de carga”, no siempre accesibles en países que aún no están preparados para tal fin. Un ejemplo de auto eléctrico son la Kangoo y el Twizy, dos modelos que la francesa Renault presentó en la Argentina en 2014. “Cuando está detenido no hay consumo de energía eléctrica. Y cuando se suelta el acelerador, las mismas ruedas alimentan un generador que convierte la energía cinética en energía eléctrica y vuelve a cargar las baterías. Esto aumenta mucho la autonomía del vehículo y se refleja en el económetro”, indicaron desde la marca. El auto se conecta mediante un cable a la red y, según el tamaño del vehículo, puede tardar entre tres y 10 horas una carga completa.

El año pasado, de nuevo Toyota plantó bandera y plasmó sus 20 años de investigación y pruebas en pista en el lanzamiento del Mirai, el primer vehículo de propulsión a hidrógeno producido en serie. Las celdas de hidrógeno son fuentes de energía adaptadas dentro del vehículo, que superan los sistemas utilizados actualmente ya que reduce los tiempos de recarga, mejora el rendimiento del automóvil y permite proyectar una mejor calidad de vida al producir cero emisiones de CO2, detallaron desde la marca.

El Mirai, palabra japonesa que significa futuro, solo emite vapor de agua. Empleando el hidrógeno como combustible para generar electricidad, el vehículo alcanza un rendimiento medioambiental superior con un rango de autonomía de un sedán convencional.

El motor del Mirai es alimentado por la electricidad generada a través de una reacción química entre el oxígeno y el hidrógeno en el aire dentro de una celda de combustible a bordo. Utiliza el sistema de celdas de combustible de Toyota -Toyota Fuel Cell System (TFCS)-, que incorpora tecnología de celdas de combustible y tecnología híbrida. El TFCS es más eficiente desde el punto de vista energético que los motores de combustión interna y no emite CO2 ni contaminantes al funcionar. Por otra parte, los conductores pueden esperar el mismo nivel de comodidad que la que ofrecen los vehículos con motor de gasolina, con una generosa autonomía y un tiempo de recarga de hidrógeno de unos tres minutos.

 

 

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO