El complejo camino del equilibrio fiscal

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Encontrar un mecanismo que avance hacia el equilibrio fiscal, es uno de los desafíos estructurales clave para la Argentina. Un informe de CIPPEC analiza el estado de las cuentas públicas en el primer semestre de 2016.

Un informe elaborado por el Programa de Desarrollo Económico de CIPPEC muestra que el déficit financiero nacional, sin rentas del Banco Central (BCRA) y la utilidad del fondo previsional (FGS), pasó de $ 157.406 millones en los primeros 6 meses de 2015 a $ 218.101 millones en 2016. Esto representa un incremento nominal en términos del PIB de 6,3% en 2015 a 6,4% en 2016.

Durante el período enero a junio de este año, los resultados fiscales nacionales base caja en valores corrientes, exponen un déficit financiero de $ 133.222 millones, frente a un valor de $ 107.134 millones en 2015. Sin embargo, cuando se considera el desempeño en términos del PIB, los resultados exponen un leve ajuste fiscal en el primer semestre, siendo que el déficit pasó de 4,3% a 3,9% del PIB.
“En este punto, la cuestión de interés radica en profundizar acerca de qué factores han contribuido a lograr los resultados fiscales de estos primeros seis meses”, dice Luciano Di Gresia, investigador principal del Programa de Desarrollo Económico de CIPPEC y autor del informe.

Por el lado de los ingresos, las “rentas de la propiedad” que conforman la distribución de utilidades del Banco Central (BCRA) y la utilidad del fondo previsional (FGS), han explicado una parte sustancial del incremento total de ingresos.

Variación de ingresos

Estos conceptos alcanzaron en el primer semestre de 2016 unos $ 84.879 millones frente a $ 50.270 millones del año anterior. La variación de ingresos ha sido de 30,4% en el primer semestre, que frente a una inflación de 35,2% deriva en una disminución en términos reales. Adicionalmente, si se excluyen los ingresos de BCRA y FGS, el incremento de los ingresos se atenúa hacia un 27,0%.

Cuando se evalúa el incremento nominal en términos del PIB se observa un leve cambio desde 6,3% en 2015 a 6,4% en 2016. En definitiva, se registra una situación similar en el resultado fiscal entre los años 2015 y 2016, habiendo ya transcurrido el primer semestre.

Respecto de los recursos tributarios, se observa un bajo desempeño debido, principalmente, a las medidas de política tributaria implementadas por el nuevo gobierno (bajas de alícuotas generalizadas en los Derechos de Exportación e incremento en los mínimos no imponibles de Ganancias.)

Por el lado de los gastos, la variación total muestra un incremento de 29,5%, inferior a la inflación del período del 35,2%. ¿Dónde está el ajuste del gasto público nacional? Se refleja en las partidas que tienen flexibilidad, como son los gastos en bienes y servicios (variación de 0,7%), pagos de inversión real directa (leve incremento nominal de 8,5%) y transferencias discrecionales a las provincias (corrientes y de capital, con caída de 2,8%).

Por otra parte, los gastos rígidos exponen variaciones más cercanas de la inflación. Las jubilaciones, como consecuencia principalmente de la aplicación de la movilidad previsional, muestran un incremento de 38,9%. Mientras que los salarios de los empleados públicos nacionales exponen un crecimiento de 31,3% (compatible con los cierres paritarios).

“Los resultados del primer semestre exponen lo difícil del camino hacia el equilibrio fiscal. Aún resulta temprano evaluar una estimación para el cierre del año, dado que los gastos flexibles (obra pública y transferencia a provincias) empezarán a responder en algún momento a las necesidades políticas, y por otra parte restar ver cómo evolucionarán los recursos tributarios y las rentas del BCRA y FGS, esté último probablemente influido por el proyecto de Ley de blanqueo y regularización previsional”, concluye Di Gresia.

 

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