El consejo de gobierno decidió mantener la tasa de refinanciaci{ón en 0,25 a pesar de que la inflación de marzo cayó a 0,5,. Su nivel más bajo en cuatro años. La tasa de depósitos sobre las reservas en el BCE se mantiene en cero.
Según informa Swissinfo en la maññana del 3 de abril, esta decisión no sorprendió a los economistas a pesar de la caída de la inflación en marzo a 0,5%, es decir, lejos del objetivo del BCE de mantenerla en torno al dos por ciento. El vocero que dio la noticia agregó que la institución con sede en Francfort considera menores los riesgos de deflación porque no requieren intervención de su parte. El presidente del BCE Mario Draghi sostuvo
que hay poca probabilidad de un periodo prolongado de descenso de precios en la eurozona.
l principal efecto negativo de la deflación es el de desalentar las compras de consumidores y empresas, que prefieren esperar con la esperanza de pagar precios más bajos más adelante, con el consecuente paro en la actividad económica.
Pero la recuperación económica progresiva en la zona euro parece justificar la decisión del BCE de privilegiar el statu quo, ignorando los llamamientos de llevar a cabo una política monetaria aún más acomodaticia, entre ellos del propio Fondo Monetario Internacional, “generosos consejos” que irónicamente “agradeció” Draghi este jueves.
En marzo, el sector industrial de la zona euro creció por noveno mes consecutivo y las diferencias se redujeron entre las principales economías de la región. El desempleo también se mantuvo en febrero por debajo del 12% y el número de desempleados está cayendo.
Por ello, aseguró que está dispuesto a usar, además de sus tipos de interés, los instrumentos no convencionales a su disposición para mantener la estabilidad de los precios y evitar su caída, incluida una flexibilización cuantitativa (quantitative easing).
Esta herramienta no convencional de política monetaria es utilizada por algunos bancos centrales para aumentar la oferta de dinero y la liquidez, por lo general mediante la compra de activos.
Otro interrogante era la actitud que adoptaría el BCE ante la revalorización del euro, que amenaza con penalizar las exportaciones y hacer bajar los precios de las importaciones, lo que puede reducir aún más la inflación.
Draghi aseguró que el nivel del euro respecto a otras divisas era un elemento “muy importante” para la estabilidad de los precios en la zona euro.
“El tipo de cambio es muy importante para la estabilidad de los precios” y será, por tanto, “vigilado de cerca”, aunque no es en sí “un objetivo de política monetaria”, precisó el presidente del BCE.
Finalmente, la mayoría de los analistas considera que si el BCE opta en los últimos meses por el statu quo y la inacción es para preservar un margen de maniobra en caso de brusca degradación de la situación.