Desde 1973, cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas a fines de 1972, al iniciarse la Conferencia de Estocolmo, Suecia, que tuvo como eje el ambiente. También se en la ONU el Programa de las Naciones Unidades para el Medio Ambiente (PNUMA), que definió como tema para este 5 de junio “·Siete mil millones de sueños, un solo planeta”.
Como en el caso del resto de los “días de”, el objetivo es lograr la toma de conciencia y la visibilización de temáticas específicas, en este caso, ambientales, por parte de la población mundial y, también, de empresas y Gobiernos –actores fundamentales del cambio-, para promover cambios de actitud, cooperación y acciones responsables que permitan el desarrollo sustentable global y un futuro posible para las próximas generaciones.
En la última década, la sustentabilidad se ha convertido en un área fundamental a tener en cuenta en las empresas, aunque más no sea por la presión que ejercen los consumidores -cada vez más atentos a su accionar y dispuestos a premiar y castigar a marcas y productos- así como de distintos organismos de la sociedad civil y, por supuesto, legislaciones específicas en las distintas escalas, supranacionales, nacionales y locales.
Líderes a la vanguardia: Unilever
Existen, por supuesto, empresas que desde años avanzan proactivamente, convirtiendo a la sustentabilidad en el eje de su estrategia. Estas son las que, además, logran encontrar las -muchas- oportunidades de negocios que ofrece este nuevo paradigma.
Una de las líderes en sustentabilidad a escala global es la empresa de consumo masivo Unilever. La compañía cuenta con el Plan de Vida Sustentable, que comprende distintas iniciativas vinculadas a la sustentabilidad y que anunció en estos días, la reducción de 1 millón de toneladas de CO2 en su cadena de producción a escala mundial desde 2008.
Además, ha reducido en 20% el consumo de energía, lo que equivale a la utilizada para poner en funcionamiento a 40 fábricas. Los beneficios de la sustentabilidad también se traducen en ahorros económicos ya que de costos se han logrado reducir en 244 millones de euros.
Para ayudar a combatir el cambio climático, Unilever ha fijado una meta a 2020 para reducir a la mitad su impacto ambiental, lo que implica disminuir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y cuidar el recurso del agua y energía a lo largo del ciclo de vida de sus productos, relatan desde la empresa. Lo que la distingue es que las acciones en este sentido no se reducen a modificaciones en sus plantas, ahorro energético y de recursos o utilización de energías alternativas, sino también en el lanzamiento de productos concentrados y que reducen el impacto en el ambiente.
Su meta global es reducir 40% de los GEI por tonelada de producción, resultado que en la Argentina ya alcanzado 17% desde el año 2008.
Pero además, intenta la reducción de GEI, agua y energía en el consumidor y el lavado de ropa, a través del lanzamiento de la plataforma de Ecolavado en 2012. En ese año, comenzó a desarrollar productos concentrados de mayor rendimiento para reducir el consumo de agua y energía en el lavado de la ropa. Si los consumidores utilizaran este producto, al ser aptos para programar el lavarropas en ciclo corto de lavado, habría un ahorro de 60% de energía, reduciendo los GEI liberados a la atmósfera. Y, en el caso de comprar repuestos económicos, el consumidor disminuiría 30% de plástico y 35% de cartón de generación de basura.
GE, en cada negocio
Otra que va a la vanguardia es la empresa de tecnología GE, que se destaca en el mundo por desarrollos en materia de eficiencia energética y sustentabilidad. A través de sus distintas áreas de negocios, avanza a paso firme.
Desde GE Energy Management (generación y distribución de energía), la compañía ha desarrollado GE Predictivity, una solución de Internet industrial para el mantenimiento preventivo que está transformando la industria de generación de energía, que se complementa con un software de big data que almacena y analiza la información, para hacer más eficiente el monitoreo, la planificación y administración del servicio en esta industria.
En materia de gestión eficiente del agua para uso industrial, el área de negocios Power & Water desarrolla, desde su planta industrial en Pilar, Buenos Aires, tecnologías químicas para el tratamiento de aguas de sistemas de enfriamiento, sistemas de generación de vapor, efluentes líquidos y de procesos industriales, tales como producción y refinación de petróleo, minería, petroquímica, alimentos y bebidas y generación de energía, entre los principales. Estos sistemas garantizan procesos industriales más limpios y sustentables y se potencian con la revolución del análisis de datos y la sinergia que se obtiene por la integración de diversos sistemas, transformando el desarrollo de tecnología aplicada a procesos para el tratamiento de aguas industriales, agua potable y agua para agricultura. Uno de los principales clientes de GE en este negocio es YPF, empresa que ha logrado importantes mejoras en el procesamiento de efluentes por la aplicación de la tecnología de GE para el tratamiento y reutilización de agua en procesos industriales.
A su vez, como proveedor mundial de servicios de aviación y fabricante de turbinas para aviones, a través de su unidad de negocio Aviation abastece 90% de la flota de aviones de Aerolíneas Argentinas de turbinas y motores diseñados a partir de un concepto sustentable, ya que logra reducir las emisiones nocivas, los niveles de ruido y mejora el rendimiento y la eficiencia del combustible.
Y desde GE Lighting, la empresa desarrolla tecnología LED que va más allá de su funcionalidad para brindar otro tipo de servicios a través de una interconexión, entre todos los puntos de luz, a una plataforma de datos, conectada a la Internet Industrial, que permite crear ciudades y ambientes inteligentes. La tecnología LED de GE, consume entre 50% y 80% menos energía, sin reducción del rendimiento lumínico. Tienen una vida útil de hasta 50.000 horas, no requieren de mantenimiento anual, y combinada con controles inteligentes de iluminación pueden alcanzar ahorros superiores.
Natura, la sustentabilidad como estrategia
Por último, imposible dejar de nombrar a la brasileña Natura, una empresa donde la sustentabilidad forma parte del corazón mismo del negocio. Entre otras cosas, trabaja con comunidades locales en la obtención de recursos e insumos para sus productos, generando un círculo virtuoso comunidad-ambiente-negocios.
La compañía es la primera empresa de capital abierto de Latinoamérica en recibir la certificación como empresa B. La entrada al Movimiento B Corp que nació en los Estados Unidos 10 años atrás y que empieza a forjarse en otros países como sistema B, es una alusión a los beneficios sociales y ambientales que se proponen las empresas que forman parte.
La certificación fue otorgada por B Lab en Estados Unidos y avalada por su representante en Latinoamérica Sistema B por considerar a Natura como una empresa que asocia el crecimiento económico con la promoción del bienestar social y ambiental y por su compromiso de generar impacto positivo en las sociedades y comunidades donde actúa. Ya son más de 1.165 Empresas B certificadas en el mundo y 146 en Latinoamérica hasta la fecha.
Dentro de las iniciativas que ha desarrollado Natura se destaca su compromiso con el cambio climático, la gestión en residuos, la promoción de la sociobiodiversidad y el cuidado del agua.
En 2013, alcanzó la meta firmada en 2007 de reducción de 33% de las emisiones relativas de gases del efecto invernadero. A su vez, desde ese año, se consolida como empresa de carbono neutro, compensando las emisiones que no pueden evitarse por medio de la compra de proyectos de crédito de carbono, que proporcionan beneficios socioambientales. Hasta 2013, se apoyaron 23 proyectos en América latina, que incluyen proyectos forestales de restauración y/o recuperación de áreas degradadas, deforestación evitada, eficiencia energética y otros. Actualmente la compañía está trabajando en la inversión de un proyecto de energía limpia en la Argentina.
En 2011, desarrolló una metodología de inventario de generación de residuos para cuantificar el volumen generado en tres de las principales etapas de su cadena: los procesos internos, la distribución de los productos y el descarte de los envases por parte de los consumidores, y se realiza un tratamiento específico. En 2013 se creó la Política de Uso Sustentable de material reciclado post-consumo que reúne las directrices que los diferentes procesos deben seguir para el uso de materiales post-consumo en sus procesos. Esta política también aborda la inclusión de las cooperativas de recolectores de materiales reciclables en su cadena de valor y establece directrices para la estructuración de una relación pautada por el precio justo y equitativo, capaz de crear oportunidades de negocios sustentables para estas comunidades.
Desde el lanzamiento de la submarca Ekos, en 2000, la compañía trabaja en la estructuración y fortalecimiento de cadenas productivas de la sociobiodiversidad brasileña, incluyendo a comunidades extractivistas y pequeños productores familiares rurales. En 2011, se lanzó el Programa Amazonía, que busca contribuir con la región para desarrollar su enorme potencial sociobiodiverso e impulsar la generación de negocios sustentables como alternativa económica.
En 2012, se inauguró el NINA (Núcleo de Innovación Natura en la Amazonía), en Manaus, con el objetivo de establecer una red con instituciones locales y mundiales, de ciencia, tecnología e innovación de la sociobiodiversidad. Hasta 2013, se compararon 48 insumos de comunidades, tanto para fines de investigación como para el desarrollo de productos, trabajando con cerca de 2.846 familias proveedoras de insumos en todo Brasil.
En 2014, se inauguró en Benevides (PA-Brasil) el Ecoparque, un parque industrial que tiene como objetivo atraer a diversos socios para impulsar la generación de negocios sustentables en la Amazonía. En el Ecoparque, existen jardines filtrantes, tecnología para el tratamiento de efluentes que no utiliza productos químicos. El tratamiento se basa en el uso de plantas cuyas raíces poseen bacterias que descomponen los contaminantes, aumentando la calidad del agua.
