Actividad en alza, aunque con señales de fatiga
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la construcción mostró en septiembre un incremento interanual de 6,8% respecto de igual mes de 2024, mientras que el acumulado de los primeros nueve meses del año reflejó un avance de 7,8%. En la serie desestacionalizada, el crecimiento mensual fue de 0,9%, y la tendencia-ciclo mostró una leve contracción de 0,5%.
El repunte consolida un proceso de recuperación iniciado en el primer trimestre de 2025, tras la fuerte caída de 2024. Sin embargo, la curva de crecimiento comenzó a moderarse. La suba reciente estuvo impulsada por mayores despachos de materiales clave como mosaicos graníticos y calcáreos (+42,9% interanual), artículos sanitarios de cerámica (+42,0%), asfalto (+27,1%) y hormigón elaborado (+25,1%).
Por el contrario, el informe registró descensos en pisos y revestimientos cerámicos (-7,6%), yeso (-4,8%), ladrillos huecos (-4,3%) y cales (-4,1%), insumos vinculados al segmento residencial.
Empleo y superficie autorizada: lenta recomposición
El empleo formal en el sector privado alcanzó 386.471 puestos en agosto, un 3,3% más que en el mismo mes del año anterior. No obstante, el acumulado de enero a agosto aún muestra una baja marginal de 0,6% respecto al mismo período de 2024.
El número de trabajadores registrados crece, pero continúa por debajo de los niveles previos a la pandemia. Los datos sugieren que las empresas están priorizando la productividad antes que la expansión del personal, en un contexto de costos crecientes y financiamiento limitado.
En paralelo, la superficie autorizada para construir —indicador que anticipa la dinámica futura del sector— aumentó 1,5% interanual en agosto y acumula un alza de 7,4% en los primeros ocho meses del año. En total, se autorizaron 1.451.249 metros cuadrados en 246 municipios relevados.
Expectativas empresariales: cautela ante el último trimestre
La encuesta cualitativa del Indec muestra un clima de prudencia entre los empresarios. Para el período octubre-diciembre, el 67% de las firmas dedicadas a obras privadas espera que la actividad se mantenga sin cambios, mientras que un 23% prevé una caída. Solo el 9,7% anticipa una mejora.
Entre las empresas enfocadas en obra pública, las expectativas son similares: 64,5% no espera variaciones, 22,2% proyecta una baja y 13,3% confía en una recuperación. Las razones más mencionadas para una eventual suba son el crecimiento de la actividad económica (30,1%) y la estabilidad de precios (20%), mientras que la principal causa de pesimismo sigue siendo la caída general de la economía (30,6%) y los altos costos de la construcción (21,7%).
Tipos de obras y políticas de estímulo
Las compañías privadas señalan a los montajes industriales (19,8%), edificios industriales (13,7%) y comerciales (13,3%) como los proyectos con mayor dinamismo previsto para el próximo trimestre. En tanto, entre las dedicadas a obra pública destacan las obras viales y de pavimentación (20,5%) y las de infraestructura de transporte y vivienda (11,7% cada una).
A la hora de definir políticas que podrían incentivar al sector, la mayoría coincide en la necesidad de reducir cargas fiscales (27,6% en obras privadas y 23,9% en públicas) y estabilizar los precios (24,8% y 21,3%, respectivamente). También mencionan la importancia de mejorar el acceso al crédito, tanto para empresas constructoras como para compradores de inmuebles.
Financiamiento y crédito: una restricción persistente
El 43,7% de las empresas privadas y el 48,9% de las dedicadas a obra pública considera que sus necesidades de crédito no variarán en los próximos meses, mientras que cerca de un tercio de las privadas directamente no recurre al financiamiento.
Entre quienes sí acceden, la principal fuente son los bancos privados nacionales (34,5% en obras privadas y 31,9% en públicas), seguidos por los bancos públicos (21,3% y 28,5%, respectivamente) y los proveedores (21% y 26,4%). El crédito externo o del mercado de capitales representa menos del 10% del total.
El pulso de la construcción: recuperación desigual
El avance del ISAC en 2025 marca un cambio de tendencia tras dos años de contracción, aunque la mejora continúa siendo heterogénea. El dinamismo de los insumos industriales y de infraestructura contrasta con la debilidad del segmento residencial, que enfrenta menor acceso a crédito y altos costos.
Los indicadores laborales y de superficie autorizada acompañan con subas leves, pero el sector aún no logra consolidar un ciclo expansivo sostenido. Las expectativas para el cierre del año, dominadas por la cautela, reflejan la incertidumbre macroeconómica y la escasa disponibilidad de financiamiento.
De cara a 2026, la continuidad del crecimiento dependerá de la estabilidad de precios, la evolución de la inversión pública y la recuperación del crédito hipotecario. Según el Indec, los próximos meses serán determinantes para evaluar si la recuperación observada durante 2025 logra sostenerse como tendencia o si el sector retoma un sendero de estancamiento.












