Quanzhou, ciudad portuaria en la provincia de Fujian, al sureste de China, fue recientemente visitada por Lazare Eloundou Assomo, director del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, quien lideró una delegación internacional. Esta visita renovó el interés global en la ciudad, reconocida como el “Emporio Mundial en Song-Yuan China”.
El estatus de Patrimonio Mundial otorgado por la UNESCO ha revitalizado el turismo receptivo local. En los últimos años, Quanzhou ha ejecutado iniciativas orientadas a optimizar sus servicios de turismo entrante, entre las que destaca el programa de tránsito de 240 horas sin visado, que facilita el acceso de turistas internacionales.
Según estadísticas oficiales, en el primer semestre de 2025, Quanzhou recibió alrededor de 403.900 visitas de turistas internacionales, lo que representa un incremento interanual de 95,5%. Los ingresos derivados del turismo internacional alcanzaron los 2.995 millones de yuanes (cerca de US$ 421 millones), con un crecimiento del 83,3% respecto al mismo período del año anterior.
El desarrollo de rutas turísticas distintivas, apoyadas en la propiedad intelectual de su patrimonio mundial, ha sido un factor relevante. Sitios patrimoniales como el Templo de Kaiyuan y la arquitectura de la Mezquita de Qingjing actúan como “imanes culturales” para los visitantes internacionales. La “Ruta marítima de la seda de Quanzhou” fue incluida entre los 100 principales destinos turísticos asiáticos por el proveedor en línea Ctrip.com, lo que incrementó el prestigio y la influencia internacional de la ciudad.
Quanzhou impulsa la cooperación internacional en conservación patrimonial, realizando intercambios y colaboraciones con otras ciudades vinculadas a la Ruta marítima de la seda. Además, proyecta intensificar la cooperación con la UNESCO y promover su experiencia en conservación a través de plataformas globales, incorporando conceptos y enfoques internacionales para el desarrollo del turismo cultural.noti
Durante la visita, Assomo describió a Quanzhou como un “patrimonio viviente” y manifestó su expectativa de “promover la experiencia de conservación del patrimonio de China”.












