Ideal para los intolerantes a la leche, personas con celiaquía o que mantienen dietas Keto, llega Franuí Free, una nueva versión del bocadito de frambuesas con chocolate creado en la Patagonia y famoso a escala mundial.
Franuí Free es una opción 100% vegetal. En esta presentación las frambuesas se revisten con una capa elaborada con castañas de cajú y manteca de cacao, y son endulzadas con maltitol.
“Franuí Free surge de escuchar a nuestros consumidores. Hay cada vez más personas que buscan opciones sin azúcar, sin leche y sin gluten, y queríamos ofrecerles algo que mantenga la esencia del producto. También es parte de una tendencia global hacia lo más natural y simple”, cuenta Leticia Fenoglio, CEO de Rapanuí-Franuí.
El nuevo integrante de la familia se presenta en potes de 150 gramos, igual que los otros Franuí, y ya se puede conseguir en todos los locales de Rapanuí del país y su e-commerce, así como a través de PedidosYa a un valor de $7.300. En poco tiempo también estará disponible en supermercados y otros puntos de venta.
Franuí Free se suma a las otras tres variedades del producto disponibles en el país: Franuí Leche (frambuesas bañadas en chocolate con leche y chocolate blanco), Franuí Amargo (frambuesas bañadas en chocolate amargo y chocolate blanco) y Franuí Pink (frambuesas bañadas con chocolate polvo de frambuesas y chocolate blanco).
Cómo disfrutar tu Franuí Free (y todos los demás)
- Guardalo a -18°C (sí, en el freezer)
- Podés comerlo directo del frío o dejarlo descongelar 1 hora a temperatura ambiente.
- Lo ideal es saborearlo a unos 5°C, bien fresquito.
- Una vez abierto, mantenelo refrigerado hasta 72 horas.
- Su vida útil es de 18 meses.
La historia detrás del éxito
Franuí nació en 2013, cuando Diego Fenoglio -dueño de Rapanuí- decidió experimentar con las frambuesas de su jardín en Bariloche y las bañó en chocolate.
Hoy, doce años después, Franuí se produce en Argentina y en España, y se disfruta en más de 40 países .
Este año, la marca triplicó su producción en Europa y abrió una nueva planta en Buenos Aires para continuar satisfaciendo la creciente demanda internacional.












