El 2 de octubre, la ciudad de Tokio fue sede del primer Desafío de Meditación Cuantificada de Japón, organizado por World Meditation League y All Here. La jornada tuvo lugar en los jardines de Happo-en y combinó neurociencia con tecnología avanzada, permitiendo que la meditación fuera una disciplina observable y competitiva.
Durante el evento, el público pudo acceder en tiempo real a datos sobre actividad cerebral, atención, autoconciencia y silencio interior de los participantes. El arquitecto Kengo Kuma abrió la jornada con la presentación de Zenbu Koko, una plataforma inmersiva de realidad extendida para meditación, desarrollada por All Here. Kuma señaló: “Hace tiempo que quería conectar a la perfección la arquitectura, el vacío y la naturaleza”.
El desafío principal, Tokyo QM3™, utilizó métricas como el Índice de Concentración y Atención Plena (CMIl), el Índice de Mente Silenciosa (SMI) y el propio QM3™, que identifica los tres minutos de mayor estabilidad interior. Los comentarios estuvieron a cargo de especialistas como Rob Walker, Alex Hatton, el fundador Erkin Bek y el profesor Christoph Michel, director neurocientífico jefe de All Here.
Según Erkin Bek, “por primera vez en la historia, el silencio en sí mismo se convierte en un logro medible. Y con eso, la meditación, como una disciplina de dinámica interna de pensamiento y vacío, se convierte en más que una práctica: se convierte en un logro cuantificable”.
Entre los participantes, Oana Budicastancu, Hisami Tsurumori y Yu Mizuno compitieron en el desafío, obteniendo la Sra. Tsurumori la puntuación más alta de QM3™. Ella compartió: “Comencé a meditar debido a una enfermedad hace casi dos décadas y he practicado todos los días desde entonces. Si te sientes estresado y ansioso en tu vida, espero que la meditación te lleve a la paz interior como lo hizo conmigo”.
El programa incluyó una disertación del neurocientífico Ken Mogi sobre ikigai y meditación cuantificada, junto a una conferencia de Mikio Shishido sobre “Ciudades conscientes”. La jornada finalizó con el mensaje de que la meditación avanza hacia una era medible y competitiva, apoyada por la ciencia y la tecnología.
“Comencé a meditar debido a una enfermedad hace casi dos décadas y he practicado todos los días desde entonces”, relató Hisami Tsurumori, participante destacada.












