Estrictamente, lo que pasa es que ni ventas ni ganancias responden a las expectativas trimestrales. En parte, porque –sostienen varios analistas-, H-P redujo demasiado los precios de computadoras personales.
Por cierto, la división PC da pérdidas tras dos trimestres positivos. “Hemos sido demasiado agresivos en materia de precios, para competir con Dell Computer”, admitió anoche la controvertida CEO de H-P. Pero también había malos números en materia de grandes terminales y servidores. En este caso, es el quinto trimestre negativo tras la polémica compra de Compaq Computer en 2002.
El año pasado, Fiorina aseguró que esa operación por US$ 18.900 millones promovería ventas de servidores y computadoras de uso empresario. Se equivocó. Otro detalle: el III trimestre del ejercicio, que cerró el 31 de julio, es el primero comparable con igual lapso de 2002 para el conjunto H-P/Compaq. Queda claro que los ingresos principales se originaron en recortes de costos, eliminación de personal y venta de impresores.
Tampoco cristalizaron las esperanzas de accionistas e inversores. Lo malo es que el papel H-P se infló 25% este año y tuvo igual efecto en el indicador Nasdaq para el sector computación. El mercado apostaba a repunte en ventas de terminales, software y servicios conexos. No ha ocurrido así: antes de conocerse los resultados de H-P, su rival Dell Computer abandonaba toda fe en un “big bang” informático.
Estrictamente, lo que pasa es que ni ventas ni ganancias responden a las expectativas trimestrales. En parte, porque –sostienen varios analistas-, H-P redujo demasiado los precios de computadoras personales.
Por cierto, la división PC da pérdidas tras dos trimestres positivos. “Hemos sido demasiado agresivos en materia de precios, para competir con Dell Computer”, admitió anoche la controvertida CEO de H-P. Pero también había malos números en materia de grandes terminales y servidores. En este caso, es el quinto trimestre negativo tras la polémica compra de Compaq Computer en 2002.
El año pasado, Fiorina aseguró que esa operación por US$ 18.900 millones promovería ventas de servidores y computadoras de uso empresario. Se equivocó. Otro detalle: el III trimestre del ejercicio, que cerró el 31 de julio, es el primero comparable con igual lapso de 2002 para el conjunto H-P/Compaq. Queda claro que los ingresos principales se originaron en recortes de costos, eliminación de personal y venta de impresores.
Tampoco cristalizaron las esperanzas de accionistas e inversores. Lo malo es que el papel H-P se infló 25% este año y tuvo igual efecto en el indicador Nasdaq para el sector computación. El mercado apostaba a repunte en ventas de terminales, software y servicios conexos. No ha ocurrido así: antes de conocerse los resultados de H-P, su rival Dell Computer abandonaba toda fe en un “big bang” informático.