La reducción le permite ahorrar US$ 3.700 millones en gastos en un momento en que la compañía intenta superar el escándalo por engañar sobre las emisiones e invertir en autos eléctricos.
La automotriz consiguió que el sindicato le aceptara la reducción de 5% de la fuerza laboral comprometiéndose a abstenerse de despidos forzados y realizar el corte en forma gradual y por deserción natural. Eso quiere decir jubilación temprana y no reposición de los empleados que se retiran.
La compañía, que tiene 600.000 empleados en todo el mundo, cree que el acuerdo laboral es fundamental para reactivar el pobre desempeño de la marca, agobiada por los altos costos. Ese acuerdo también es clave para acelerar la reestructuración de su unidad más grande y superar la crisis que le significó costos que superan los 18.200 millones de euros.
El plan es aumentar la inversión en nuevos modelos y nuevas tecnologías, mejorar sus plantas alemanas; contratar 9.00 empleados para nuevas áreas como software y aumentar 25% la productividad de sus plantas. La meta para 2025 es que la cuarta parte de los vehículos que venda sean eléctricos.