<p>En realidad, hay más casos bajo la lupa de Bruselas. Entretanto, ambas accionantes acusan a International Business Machines por impedirles ilegalmente a sus clientes acceso al sistema operativo de la unidad central si no emplean los fierros (“hardware”) de Big blue. Una segunda causa busca determinar si el gigante intenta sacar de competencia a otros proveedores de partes y repuestos para “mainframes”. <br />
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Desde hace mucho, IBM ha sido líder en lo tocante a estas complejas máquinas generalmente usadas por grandes compañías y estados para procesar enormes masas de datos. En realidad, hace varias décadas que la empresa teme por su primacía en un mercado “inventado” en 1956 por un pacto con el departamento federal de justicia. <br />
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Al expirar, en 2001, el segmento había afrontado ya varias denuncias por monopolio u oligopolio. Sin embargo, en 1984 la entonces Comunidad europea subscribía un acuerdo con Big blue, tras investigarla por maniobras con supercomputadoras. Ese convenio duró apenas diez años. <br />
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Mientras tato, fueron desapareciendo todos los rivales en este mercado. En cuanto a las dos compañías litigantes, no fabrican sus propios equipos, pero proporcionan un “emulador de software” que permite aplicaciones tipo “mainframe” en computadoras genéricas, bastante más baratas. Su queja es que IBM no permite a sus clientes comprar o vender licencias del sistema operativo zOS para usarlo en sus emuladores. Rápida de reflejos, la empresa acusó a sus denunciantes por “piratear propiedad intelectual”. <br />
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En rigor, las supercomputadoras significan apenas 0,02% de los servidores en escala mundial, como admite IBM misma. Pero sus precios son escandalosamente altos, por lo cual las ventas representan 10% del total global. Sin embargo, a Big blue el negocio le reporta 4% de esas ventas. <br />
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Más aun, la consultoría Sandford Bernstein calcula que, en conjunto, el software complementario, su mantenimiento y la financiación constituyen 25% de facturación y 40% de utilidades (dos datos que IBM oculta). Por su parte, el comisariato europeo de competencia sostiene que las supercomputadoras y sus sistemas operativos generaron en 2009 unos € 8.500 millones en ventas mundiales (US$ 11.000 millones) y € 3.000/US$ 4.200 millones) sólo en la Unión Europea.</p>
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Unión Europea: investiga a IBM y sus unidades centrales
Se trata, naturalmente, de las potentes supercomputadoras conocidas como mainframes. Esta semana se han abierto indagaciones formales, originadas en denuncias de dos pequeñas firmas tecnológicas, la norteamericana T3T y la francesa TurboHercules.