<p>A su juicio, “no tenemos tantos malos gerentes, pero muchos sobran para el nuevo perfil de la compañía”. Naturalmente, la cantidad no es nada comparando con docenas de miles de asalariados despedidos durante la luenga decadencia de GM. <br />
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Una férrea alianza de ocho años entre el antecesor de Henderson (Richard Wagoner) y la alta burocracia la protegió mientras, desde 2006, se quedaban en la calle obreros y empleados. Gracias a esa virtual inmunidad –mientras <em>United Auto Workers</em> miraba hacia otra parte-, los <em>managers</em> cobraban sueldos y bonificaciones de seis cifras o más. Oscuros vicepresidentes tenían aviones, nutridos equipos de secretarias y agentes de RR.PP. Todos eran intocables y muchos sobrevivieron –como Henderson- a la caída de Wagoner, echado en marzo por el gobierno federal. <br />
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Ahora controlando 61% del nuevo paquete (más 11,5% en poder de Canadá-Ontario), Washington puso a Edward Whitacre, ex AT&T, como presidente de la junta. Más duro que Henderson –por quien nadie pone las manos en el fuego-, se sabe que presiona por más despidos.<br />
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“Queda mucho por hacer si queremos ubicar a General Motors donde debe volver a estar”, sostuvo Whitacre. Una de las malas prácticas consistía en trasladar fuera de área o de país a ejecutivos impresentables. Pero los US$ 50.000 millones aportados en dinero del contribuyente torna insostenibles las situaciones de privilegio.<br />
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Henderson no quiso dar la lista de “depuestos”, si bien confesó que hay poco tiempo para la poda de personas y cargos. Pero suenan nombres como Troy Clarke (operaciones en Estados Unidos-Canadá), aparte de ejecutivos ligados a divisiones o marcas –Pontiac, Saturn- a ser eliminadas. “La conducción de GM debe achicar la compañía para retornarla a la viabilidad”, señalan cerca de Timothy Geithner, secretario del Tesoro.<br />
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Por de pronto, desaparecerá un tandeo típicamente burocrático, ajeno a la cultura de Ford Motor o Chrysler. Se trata de las juntas de estrategia y productos, que implican dos equipos de <em>management</em> yuxtapuestos, redundantes y costosos. También se abolirán estructuras operativas regionales en Sudamérica, Europa occidental y Asia oriental. Whitacre fue seleccionado por el propio Barack Obama y ha dicho que su mayor responsabilidad es hacia los accionistas (o sea EE.UU. y Canadá).</p>
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Una poda en los elencos de gerentes y directivos de GM
Salir de la bancarrota le plantea nuevos dilemas a General Motors. Frederick Henderson, director ejecutivo planea pedirles la renuncia a cuatrocientos gerentes, 30,4% de los 1.300 existentes. El ejecutivo admite que será un proceso doloroso.